jueves, 18 de julio de 2013

HONDURAS: MI PROPUESTA PARA EL COMBATE A LA CRIMINALIDAD‏

En Honduras cada día que pasa la criminalidad va ocupando más espacios y sus consecuencias se reflejan drásticamente en el sufrimiento de muchas familias hondureñas, se han perdió padres, madres, esposas, esposos, hijos(as) en fin es una verdadera tragedia humana que no se ve por donde los actuales gobernantes puedan dar una respuesta efectiva y contundente a esta problemática.
También debemos de dejar claro que la criminalidad no se reduce únicamente a la destrucción del bien jurídico protegido vida, también otros bienes protegidos como la propiedad, la integridad física, la economía, y otros más, están siendo afectados, pero indudablemente la perdida de la vida humana de forma violenta es la que mas traumatiza en  este momento a la población hondureña y con sobradas razones.
Definiremos la criminalidad como ese conjunto de conductas ilícitas (delitos) que son penalizadas por la ley, siendo obligación del estado combatirla con todos los recursos que este a su alcance y así garantizar la seguridad de los demás ciudadanos(as) honrados de la  sociedad gobernada. En ese sentido deberemos analizar los diferentes métodos y estrategias de lucha que el estado ha implementado en los últimos años y cuáles han sido sus resultados.
Creo que partiendo de lo que actualmente  se ve y se percibe, los métodos y estrategias del estado para combatir la criminalidad han sido un rotundo fracaso, no existe lógicamente la necesidad de hacer grandes análisis propios de criminalistas de prestigio mundial, basta con ver las estadísticas del observatorio de la criminalidad de la Universidad  Nacional Autónoma de Honduras (85.5 asesinatos por cada 100 mil habitantes), de lo que se ve en la calle cada día o de lo que se escucha, se ve o se lee en los medios de comunicación
¿Qué es lo que han hecho los gobiernos de turno?
Los gobiernos de turno no pasan de contratar más policías, comprar más armas y municiones, cámaras de seguridad, crear nuevos cuerpos armados con funciones iguales o similares  a los grupos ya existentes, estableciendo de esta forma  una burocracia estéril dentro de la institución policial y como ya hemos señalados los resultados no son ni cercanos  a los esperados por la sociedad que se siente harta de tanta corrupción e inoperatividad de dichas instituciones.
En otras palabras podríamos decir que hoy por hoy la criminalidad representa un enorme negocio para algunos empresarios nacionales, que aprovechándose de la coyuntura hacen enormes negocios con el estado hondureño vendiéndole todos los recursos necesarios según ellos para combatir la criminalidad, es algo parecido a los grandes negocios que se hacen en tiempos de guerra.- Así que las desgracias de unos se convierte en la prosperidad y placeres de otros.
Mi propuesta
Después  de muchos años de experiencia en el ámbito del sistema de administración de justica y específicamente en el área penal como fiscal de los tribunales de la republica, sumado a mi lucha eterna de combatir la corrupción, me he dado cuenta que los tradicionales métodos ye estrategias de lucha contra la criminalidad  no sirven en lo absoluto, bien porque no son adecuadamente aplicados o porque su mal aplicación obedece a una estrategia previamente establecida por los órganos gubernamentales, que no tienen interés alguno que estos problemas sean resuelto ya que representan como hemos dicho anteriormente un enrome negocio para unos pocas que trafican con el sufrimiento de la población.
¿Pero qué hacer?
El combate efectivo a la criminalidad debe comenzar conociendo sus orígenes, nos e puede combatir algo que no se conoce, en ese sentido debemos enumerar una serie de factores que la producen.
1.- Corrupción en los órganos estatales
2.- Un débil sistema de administración de justicia
3.- Un abandono total del estado de la implementación de varaderas políticas sociales.
4.- Pobreza extrema provocada por los anteriores
5.- Un sistema educativo obsoleto
4.- Perdida de identidad nacional por incursión de culturas extranjeras
Podríamos señalar muchos más, pero creo que estamos ante los más importantes y determinantes al momento de la comisión de un delito.
Claros estamos que los niveles de corrupción que se vive en nuestro país provoca un escenario favorable para que se produzca altos niveles de pobreza que son tierra fértil para la proliferación del delito; aunque se podría decir que la pobreza no es excusa para cometer delitos, la realidad nos abofetea y nos dice que no es cierto, que entre más pobreza exista en un país más criminalidad se hará presente en virtud  puesto que la personas que viven en estos ambientes  no solamente no tienen como alimentarse si no que también sus niveles morales y éticos se ven afectados ante la ausencia de una política del estado a brindarles los recursos necesarios para su subsistencia y educación.
Lo anterior tampoco quiere decir que solo los pobres delinquen, de sobra sabemos que los delincuentes los encontramos en todas partes y de todos los sectores de la sociedad; pero que la pobreza también ayuda  a que el problema se agrave aun mas.
¿Pero como combatimos la corrupción? Ya hemos hablado en propuestas anteriores que la corrupción se debe combatir a través del poder punitivo del estado, que se traduce en un sistema de administración de justicia independiente de los poderes del estado especialmente el legislativo quien es quien nombra  a los responsables de dirigirla, y  también a través de un sistema educativo que forme nuevas generaciones con un nuevo sentimiento de amor  a la patria y los daños que causan la corrupción.
Ahora la criminalidad está muy ligada a la corrupción, lo que implica tener un sistema de administración de justicia independiente, con jueces y fiscales que no reciban ordenes políticas si no basando sus resoluciones de acuerdo al ordenamiento jurídico penal, pero también hay que destacar que aun no es suficiente, porque de nuevo caemos que la facultad del estado de poder castigar aquel que ha cometido un delito se verá siempre rebasada por la capacidad que tienen una sociedad abandonada por el estado  a producir mas delincuentes, circunstancia que terminara en el caos que hoy se encuentra el país.
Estrategia preventiva
Si queremos realmente combatir la criminalidad, el gobierno de un estado como Honduras debe echar andar un amplio y  ambicioso plan de vigilancia social en todos los rincones del país.- En ese sentido, el gobierno debe tener la capacidad de saber cuántos niños (as) han nacido en determinada comunidad, si esos niños tienen padres capaces para dar alimentación, salud y educación a sus hijos, de no ser así el gobierno debe asumir esa responsabilidad de estabilizar a esa familia y no permitir que el pequeño (a)nacido se convierta en un delincuente, lo que significa en pocas palabra que el mal hay que detenerlo antes que nazca ya que cuando se produce es mas difícil y costoso su combate.
Aquí hay que mencionar que el sistema  educativo  debe sufrir profundos cambios, no podemos seguir con el sistema de educación actual en donde el niño o la niña es un pequeño robot que repite todo lo que le enseñan pero que difícilmente pueda tener una independencia de concomiendo que le permita la final sacar sus propias conclusiones.
Les doy un ejemplo, imagínense  un niño hondureño que comenzó este programa  a la edad de cinco años, les puedo asegurar que cuando hayan transcurrido diez o quince años, tendremos un hombre o una mujer útil al desarrollo del país y no un delincuente que nos mantenga en zozobra y que cause los daños que hoy causan.
Lo anterior debe ir muy unido al fortalecimiento del arte y la cultura, que como sabemos en nuestro país está muy marginada  o sea replegada  a últimos lugares, prefiriendo a cambio invertir presupuesto en banalidades gubernamentales que no abona en anda a la construcción de un verdadero estado.
No quiero dejar de lado mencionar el control de programación (Ojo que no dije de contenido) que forma parte de la oferta de los medios de comunicación, hay que alejar  a nuestros jóvenes de material dañino para sus mentes en formación; aunque sabemos de antemano que esta tarea no es nada fácil ante una oposición férrea de  empresarios a no ceder en los absoluto en este tema, pero habrá que asumir el reto.

Seguramente están pensando, eso es ¡imposible!, ¡están soñando! Quizás;  pero si algún día nos decidimos a derrotar la criminalidad debemos empezar por ahí.
Estrategia punitiva
Aunque ha sido por excelencia el método utilizado en la historia de nuestro país, un método donde el castigo es el único medio para combatir la criminalidad, como hemos dicho se vuelve inútil y de mucho costosos convirtiéndose en última instancia un juego de nunca acabar entre el gato y el ratón.
Hay que decir que estos métodos en países como Honduras, también padecen de una  enorme falencia ante la corrupción que se desarrolla en los entes administradores de justicia, encontraremos jueces, fiscales y policía formando parte de una red de criminales que es aun más difícil su combate, en ese sentido la lógica nos vuelve  a llevar  al tema de la independencia del sistema de administración de justicia para que la contaminación política no haga su efecto dañino a estas instituciones y que los sistemas de control ( depuraciones y contrataciones exitosas de personal) tengan un resultado positivo.
Si se castiga al delincuente, se va reduciendo la impunidad y esto  al vez previenen  a otros(as) que querían hacer lo mimo  a no involucrarse en actos delictivos.

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