UN
MINUTO DE APLAUSOS PARA TODOS LOS MÁRTIRES
CAIDOS
COMPAÑERAS Y
COMPAÑEROS:
Hoy Primero de Mayo, a 60 años de
la gran huelga de 1954, acontecimiento que cambió el destino social y político
de Honduras colocándola en el siglo XX, venimos los trabajadores y trabajadoras,
a rendir homenaje a aquellos que protagonizaron tan glorioso acontecimiento y a
proclamar nuestro convencimiento de la necesidad urgente por alcanzar mayores
niveles de unidad, organización y movilización para continuar la lucha,
porque ni en Honduras ni en ningún otro país del mundo a los trabajadores no
pueden ni podrán derrotarnos, como lo demuestra la historia y los cambios que se
operan en nuestro continente.
Es este el mejor reconocimiento a
los Mártires de Chicago en cuyo honor se estableció el PRIMERO DE MAYO; y a los
Mártires de la Clase Obrera Hondureña que ofrendaron su vida por las grandes
conquistas que obtuvimos a mediados del siglo pasado, hoy en
peligro.
Hoy tenemos que tener presente que la riqueza
social, en el mundo, es producto del trabajo. Incluso la Constitución reconoce
el trabajo como la fuente principal de la riqueza.