A las autoridades nacionales e internacionales de derechos humanos
A la Corte Interamericano de Derechos Humanos de la OEA
A la Presidencia, Congreso y Tribunal Supremo de Justicia de la República de Honduras
Al público hondureño y la comunidad internacional
Militar hondureño con guardia privada de seguridad de la represa |
Estamos
sumamente preocupados sobre el deterioro de la situación inestable en
Río Blanco, en particular la militarización del área y las acusaciones
recientes hechas en los medios de comunicación hondureños en contra de
miembros de la comunidad indígena Lenca y la gente que los apoya por la
policía y las compañías SINOHYDRO y DECA quienes buscan construir la
represa Agua Zarca en el Río Gualcarque cerca de la comunidad de Río
Blanco. Ya ha habido derramamiento de sangre y hay alto riesgo de un
baño se sangre en el futuro próximo. Muchos informes noticieros
irresponsablemente han repetido acusaciones graves que la policía misma
admite no han sido corroboradas y tenemos dudas serias sobre la versión
oficial de eventos y expresamos nuestra preocupación en los términos más
fuertes posibles sobre la potencial de que empeore la violencia, el
hostigamiento, la represión, la criminalización y la persecución
judicial.
Somos una delegación de 15 personas de observadores internacionales de derechos humanos organizada por La Voz de los de Abajo, una organización que ha estado trabajando por 15 años acompañando los movimientos por la justicia social en Honduras y reportando sobre la violaciones de derechos humanos. Nuestra delegación está compuesta de maestros, jóvenes y observadores de derechos humanos con mucha experiencia de Chicago, Illinois, Estados Unidos. Estamos en comunicación con el Grupo de Trabajo sobre Paramilitares de las Naciones Unidas y miembros del congreso de los Estados Unidos además de defensores de derechos humanos alrededor del mundo. Visitamos la comunidad de Río Blanco el 2 y 3 de julio del 2013 para investigar alegaciones de abusos de derechos humanos, hostigamiento, intimidación y violencia enfrentados por la comunidad indígena Lenca de Río Blanco a raíz de la oposición de dicha comunidad a la construcción de la represa hidroeléctrica Agua Zarca por la compañía de China continental SINOHYDRO y la compañía hondureña Desarrollos Energéticos (DECA) además de las acusaciones en contra de miembros de la comunidad de Río Blanco, el Consejo Indígena de Río Blanco y la organización a la cual la comunidad está afiliada, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), incluyendo su Coordinadora General Berta Cáceres.
Somos una delegación de 15 personas de observadores internacionales de derechos humanos organizada por La Voz de los de Abajo, una organización que ha estado trabajando por 15 años acompañando los movimientos por la justicia social en Honduras y reportando sobre la violaciones de derechos humanos. Nuestra delegación está compuesta de maestros, jóvenes y observadores de derechos humanos con mucha experiencia de Chicago, Illinois, Estados Unidos. Estamos en comunicación con el Grupo de Trabajo sobre Paramilitares de las Naciones Unidas y miembros del congreso de los Estados Unidos además de defensores de derechos humanos alrededor del mundo. Visitamos la comunidad de Río Blanco el 2 y 3 de julio del 2013 para investigar alegaciones de abusos de derechos humanos, hostigamiento, intimidación y violencia enfrentados por la comunidad indígena Lenca de Río Blanco a raíz de la oposición de dicha comunidad a la construcción de la represa hidroeléctrica Agua Zarca por la compañía de China continental SINOHYDRO y la compañía hondureña Desarrollos Energéticos (DECA) además de las acusaciones en contra de miembros de la comunidad de Río Blanco, el Consejo Indígena de Río Blanco y la organización a la cual la comunidad está afiliada, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), incluyendo su Coordinadora General Berta Cáceres.
Nuestra
delegación pudo entrevistar a docenas de miembros de la comunidad de
todas edades, representantes del Consejo Indígena de Río Blanco y el
COPINH además de policía, militares, administradores y personal de DECA y
SINOHYDRO, y miembros de la comunidad empleados por las compañías.
Fuimos testigos de una asamblea larga y democrática de más de 100
miembros de la comunidad facilitada por el Consejo Indígena de Río
Blanco y el COPINH sobre las ofertas hechas por la compañía a la
comunidad de Río Blanco. Fuimos testigos de la decisión contundente de
la comunidad de no aceptar nada menos que el retiro de la represa Agua
Zarca y las compañías extranjeras y nacionales que la buscan construir.
Todos los presentes insistieron en su derecho como pueblo indígena a ser
consultado y al respeto de sus derechos culturales y espirituales bajo
el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo de las
Naciones Unidas.
La
comunidad ha estado bloqueando uno de las calles de acceso al sitio de
la construcción de la represa por más que 90 días. Numerosos miembros de
la comunidad incluyendo niños, jóvenes, adultos y ancianos durante
entrevistas distintas compartieron las mismas preocupaciones y versiones
de eventos con respeto a varios actos de represión, intimidación y
hostigamiento que han pasado desde el inicio del bloqueo incluyendo:
- La llegada de más que 150 miembros de la policía y ejército a la toma el domingo 23 de junio, apuntando armas automáticas de alto calibre hacia niños y ancianos
- Policía y militares arbitrariamente entrando los hogares de muchos miembros de la comunidad y circulando la comunidad con armas de alto calibre intimidando a miembros de la comunidad.
- Residentes de una comunidad cercana aparentemente empleados por las empresas hostigando a gente en la toma, llegando al sitio aparentemente borrachos con machetes y haciendo amenazas de muerte a líderes comunitarios y la gente que les apoya
- Un ataque con machete a un miembro de la comunidad que le dejó en condición grave, faltando una parte de si mano y una cara severamente desfigurada. Dicho miembro de la comunidad se encontró en el hospital en San Pedro Sula al momento de nuestra visita
- El hostigamiento de gente que apoya la toma por operativos de policía y militares, el ejemplo más reciente de los cual fue el día de la visita de nuestra delegación cuando Berta Cáceres y otros miembros del COPINH quienes se dirigían hacia Río Blanco fueron parados, ordenados a bajar de su vehículo, registrados y sujetos a gritos como ha pasado en varias otras ocasiones
- Amenazas de muerte en contra de Berta Cáceres, Aureliano Molina, Tomás Gómez, Francisco Javier Sánchez, Lucio Sánchez y otros miembros de la comunidad
- Colaboración de cerca con la seguridad privada de la empresa de parte de la policía nacional y el ejército, quienes están supervisando a las guardias privadas contratadas y están siendo hospedadas y alimentadas por las empresas y utilizando sus vehículos. Creemos que lo anterior afecta negativamente cualquiera posibilidad de que la policía y los militares actúan de manera objetiva y contribuye a la intimidación de miembros de la comunidad quienes perciben que la empresa está controlando las fuerzas de seguridad nacional.
Observador de derechos humanos entrevistando a policía y ejército |
La
mañana del 3 de julio llevamos acabo una entrevista extensiva con la
policía, los militares, la administración de la empresa y su personal
además de miembros de la comunidad quienes estaban con ellos en
propiedad de la empresa y quienes fueron identificados como familiares
del persona acusado con el ataque reciente con un machete. La policía y
el ingeniero de la represa dijeron que la noche de sábado 29 de junio
habían disparos al sitio de la construcción de la represa al lado del
Río Gualcarque y que la noche del 2 de julio (la noche antes de la
entrevista que estuvimos conduciendo) a las 8pm aproximadamente habían
disparos hacia la cafetería y las oficinas de la empresa en el sitio de
la plantilla cerca de la toma. Nuestra delegación estuvo presente en la
toma hasta las 7pm esa noche en cual momento nos fuimos a la comunidad
de Río Blanco porque empezó una tormenta severa con lluvia muy fuerte y
truenos y relámpagos fuertes, frecuentes y ruidosos que duraron por una
gran parte de la noche. De acuerdo con la versión de eventos del
ingeniero y la policía, oyeron disparos y se tiraron al suelo, pero no
mencionaron nada sobre los truenos y la tormenta que estaba ocurriendo a
exactamente durante el supuesto tiroteo y no nos mostraron ni
casquillas ni agujeros. Culparon con nombre y apellido a Berta Cáceres,
Coordinadora General del COPINH, por incitar la supuesta violencia,
diciendo, “cada vez que ella aparece alo pasa.” No tuvieron respuesta
cuando les preguntamos si ella estuvo presente antes del supuesto
tiroteo del sábado. No tuvieron nada que decir sobre el hecho de que el
juez falló a favor de ella en su último caso en contra de ella debido a
falta de evidencias. Nuestra delegación explicó que durante toda la
asamblea en la cual ella estuvo presente el martes por la tarde ella
recordó a la gente varias veces que la lucha ha sido y tiene que seguir
siendo pacífica. Nuestra delegación preguntó a la policía, los militares
y el personal de las empresas si han entrevistado a cualquier miembro
de la comunidad opuesto a la represa sobre las alegaciones de violencia y
dijeron que no. Nuestra delegación les preguntó si han investigado la
posibilidad de involucramiento de otras empresas interesadas en el Río
Gualcarque, como la empresa enérgica Grupo Terra, asociada con el yerno
de Miguel Facussé, Freddy Nasser, quien ha expresado su interés varias
veces en hacer una represa en el Río Gualcarque. Respondieron que no lo
han investigado. Nuestra delegación preguntó si van a proveer trabajos a
los miembros de la comunidad que han estado colaborando con la empresa.
Dijeron que van a proveer tantos trabajos como pueden mientras miraron
hacia los miembros de la comunidad quienes se encontraron con ellos.
Mientras
estábamos terminando la entrevista, dos camiones llenos de policía
adicional de Santa Bárbara portando armas automáticas de alto calibre
llegaron y nos informaron que venían más en camino, supuestamente para
investigar el supuesto tiroteo de la noche previa.
El
día después de que nos fuimos, aparecieron acusaciones en los medios de
comunicación hondureños acusando a la comunidad de Río Blanco y el
COPINH de pasar de alguna forma toda la policía, los militares y las
guardias privadas de seguridad para quemar una parte de la
infraestructura del sitio de la represa. La policía también aparece
acusando al COPINH y a miembros de la comunidad de un tiroteo adicional.
Los reportes en los medios de comunicación están usando la palabra
“terrorismo” y denunciando a los miembros de la comunidad por supuesto
uso de violencia, mencionando solo brevemente que miembros de la
comunidad siguen afirmando que su lucha es pacífica y que lo único que
andan son los machetes que usan como herramientas de trabajo. Las únicas
armas de fuego que nuestra delegación vio durante todo el tiempo que
estuvimos presente en la comunidad, la toma, los hogares muy pequeños de
líderes comunitarios claves y alrededor del sitio de la empresa fueron
las armas de alto calibre del ejército, la policía y las guardias
privadas de seguridad.
Militar con miembro de la comunidad empleado fuera de la plantilla de la represa Agua Zarca |
Cuestionamos
la credibilidad de las acusaciones hechas en contra del COPINH y la
comunidad de Río Blanco y la credibilidad de las investigaciones
limitadas de parte de la policía. La policía y los militares con quienes
hablamos dijeron que están allí por la seguridad general del área pero
están quedando en la propiedad de las empresas, vigilando la propiedad
de las empresas, siendo alimentados por las empresas y están muy
amistosos con los administradores de las empresas y los pocos miembros
de la comunidad empleados por las empresas. El portavoz por los
residentes locales empleados con las empresas fue presentado a nosotros
como un familiar del persona involucrado en el ataque con machete que
mandó a un miembro de la comunidad al hospital. Él y la policía dijeron
que el ataque fue de autodefensa porque el miembro de la comunidad ahora
hospitalizado supuestamente estaba tratando de “tumbar su casa” pero
dijeron que no nos podían mostrar ninguna evidencia del supuesto atento y
más importante aún la policía dijo que no han hablado con ningún otro
miembro de la comunidad opuesto a la represa sobre el incidente.
Hacemos
un llamado por la desmilitarización de la comunidad de Río Blanco y las
áreas alrededor y recordamos a las autoridades hondureñas e
internacionales además que las empresas DECA y SINOHYDRO del deber de
consultar a los pueblos indígenas sobre los proyectos que les afectan y
de respetar sus derechos culturales, espirituales y territoriales, como
está claramente destacado en el Convenio 169 de la Organización
Internacional de Trabajo de las Naciones Unidas. También recordamos a
las autoridades que Berta Cáceres tiene medidas cautelares de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de
Estados Americanos como una persona de alto riesgo por represión y que
las acusaciones no substanciadas implícitas y directas en contra de
ella, el COPINH y la comunidad de Río Blanco de parte de la policía y
los medios de comunicación están contribuyendo a una clima de miedo e
intimidación. Las numerosas amenazas de muerte en contra de ella y otros
miembros de la comunidad no deben de ser tomadas levemente ni tampoco
la posibilidad de que las acusaciones en su contra están contribuyendo a
estas amenazas y el clima general de represión, intimidación y
criminalización. Tememos que la campaña mediática actual tiene como fin
criminalizar al COPINH y a la comunidad de Río Blanco como pretexto para
justificar más violaciones de derechos humanos.
Como
observadores de derechos humanos seguiremos monitoreando la situación
de cerca y esperamos con mucha anticipación una respuesta del estado
hondureño, los medios de comunicación, la policía local y nacional, el
gobierno estadounidense (quien financia la policía y las fuerzas armadas
hondureñas), la empresa de China continental SINOHYDRO, la empresa
hondureña DECA y los organismos regionales, nacionales e internacionales
de derechos humanos ante el crisis de derechos humanos actual en Río
Blanco.
La Voz de los de Abajo
Publicado desde El Progreso, Honduras
4 de julio, 2013
Llamada de acción con información de contacto para autoridades nacional e internacionales
*****************************************
Friday, July 5, 2013
Human Rights Crisis in Río Blanco / Crisis de Derechos Humanos en Río Blanco
Military in Río Blanco community in unmarked truck without plates. |
HUMAN RIGHTS CRISIS IN RÍO BLANCO
To the Honduran and international media
To national and international human rights authorities
To the Inter-American Commission on Human Rights
To the President, Congress and Supreme Court of Honduras
To the Honduran public and international community
We are
extremely worried about the deterioration of the already volatile
situation in Rio Blanco, in particular the militarization of the area
and recent accusations made in the Honduran media against indigenous
Lenca community members and their supporters by the police and the
SINOHYDRO and DECA companies who seek to build the Agua Zarca dam on the
Gualcarque River near Rio Blanco. Blood has already been shed and there
is grave danger of a broader bloodbath in the near future. Many media
reports have irresponsibly repeated serious claims and accusations that
police themselves admit have yet to be corroborated and we have serious
questions regarding the official version of events and express our
concern in the strongest terms possible about the potential worsening of
violence, intimidation, repression, criminalization and legal
persecution.
We are a
15-person delegation of international Human Rights observers organized
by La Voz de los de Abajo, an organization that has been working for 15
years accompanying social justice movements in Honduras and reporting on
human rights violations. Our delegation is made up of teachers, youth
and experienced human rights observers from Chicago, Illinois, United
States. We are in communication with the United Nations Working Group on
Paramilitary Activity and members of the United States Congress as well
as human rights monitors around the world. We visited Rio Blanco on
July 2nd and 3rd, 2013 to investigate allegations of human rights
abuses, intimidation and violence faced by the indigenous Lenca
community of Rio Blanco because of that community’s opposition to the
construction of the Agua Zarca hydroelectric dam by the Chinese company
SINOHYDRO and the Honduran company Desarrollos Energéticos (DECA) as
well as the allegations made against Rio Blanco community members, the
Rio Blanco Indigenous Council, and the organization with which the
community is affiliated, the Civil Council of Popular and Indigenous
Organizations of Honduras (COPINH), including its General Coordinator
Berta Cáceres.
Our delegation
was able to interview dozens of members of the community of all ages,
representatives of the Rio Blanco indigenous council and COPINH, as well
as police, military, administration and personnel of DECA and
SINOHYDRO, and community members employed by the company. We were
witness to a lengthy and democratic discussion by over 100 community
members facilitated by the Indigenous Council of Rio Blanco together
with COPINH about the offers made by the company to the Rio Blanco
community. We were witness to the community’s overwhelming decision not
to accept anything less than the withdrawal of the Agua Zarca dam and
the foreign companies seeking to build it and repeated insistence on
their right to consultation and respect for their cultural and spiritual
rights under Convention 169 of the International Labor Organization of
the United Nations.
The community
has been blocking one of the access roads to the site for the dam
construction for over 90 days. Numerous community members including
children, youth, adults and elders during separate interviews shared the
same concerns and versions of events about numerous acts of repression
and intimidation that have occurred since the beginning of the blockade
including:
- Over 150 police and military appearing at the blockade on Sunday June 23rd and pointing high caliber automatic weapons at small children and elders
- Police and military arbitrarily entering the homes of many community members and circulating the community with heavy armament intimidating community members
- Residents of a nearby community allegedly employed by the dam company intimidating people at the blockade, arriving at the site appearing drunk and wielding machetes and making death threats to community leaders and supporters
- A machete attack on one community member leaving him in grave condition missing part of his hand and with a severely disfigured face. This community member was in the hospital at San Pedro Sula at the time of our visit
- The targeting of supporters of the blockade by military and police operations, the most recent of which was on the first day of our delegation’s visit when Berta Cáceres and other members of COPINH on their way to Río Blanco were stopped, told to all exit their truck, yelled at and searched, as has happened on numerous other occasions
- Death threats against Berta Cáceres, Aureliano Molina, Tomas Gomez, Francisco Javier Sanchez, Lucio Sanchez and other members of the community
- Close collaboration with private security by the national police and military, who are supervising the company’s privately contracted guards and are being housed and fed by the company as well as using company vehicles. We believe this negatively affects any possibility of the military and police acting objectively and it serves as a further intimidation of the community who see the company as controlling the national security forces.
Human rights delegation interviewing engineer for Agua Zarca dam as well as police, military and community members collaborating with them. |
On the morning
of July 3rd we conducted a thorough interview with police, military
and company administration and personnel as well as community members
who were with them on company property and were identified to us as
family of the person accused of the recent machete attack. The police
and dam engineer claimed that on the night of Saturday June 29th there
were shots fired at the site of dam construction next to the Gualcarque
River and that the night of July 2nd (the night before we
interviewed them) at approximately 8pm there were shots fired at the
cafeteria and offices for the company at the site across from the
blockade. Our delegation was present at the blockade until 7pm at which
point we went to the town of Rio Blanco because a severe storm with a
heavy downpour of rain and loud and frequent thunder and lightening that
lasted well into the night. According to the engineer and police
version of events, they heard shots and hit the floor, though they
mentioned nothing of the thunder and rain storm that was taking place at
the exact time of the alleged gun fire and showed us no bullet shells
or bullet holes. They explicitly blamed Berta Cáceres, General
Coordinator for COPINH, for inciting the alleged violence, saying,
“every time she comes something happens.” They had no answer when asked
if she was present before the alleged gunfire on Saturday. They had
nothing to say about the judge throwing out their last case against her
due to lack of evidence. Our delegation explained that throughout the
meeting at which she was present on Tuesday afternoon she repeatedly
reminded people that the Rio Blanco struggle has been and must remain a
non-violent struggle. Our delegation asked the police, military and
company personnel if they had interviewed any community members opposed
to the dam about the alleged violence and they said that they had not.
Our delegation asked them if they had looked into the possibility of
involvement from potentially competing interests in the Gualcarque River
such as the Grupo Terra energy company associated with Miguel Facussé’s
son-in-law Freddy Nasser, which has expressed interest numerous times
in building a dam on the Gualcarque River. They responded that they had
not. Our delegation asked if they would be providing jobs to those
community members that had been collaborating with the company. They
said that they would provide as many as they could, looked at the
community members who were amongst them and nodded reassuringly.
As we were
finishing the interview, two truckloads of additional police from Santa
Barbera bearing high caliber automatic weapons arrived and they informed
us that more were on the way, supposedly to investigate the alleged
gunfire of the previous night.
Military in company truck at Agua Zarca plant headquarters. |
The day after
we left, accusations appeared in the mainstream Honduran media accusing
the community of Rio Blanco and COPINH of somehow making their way past
all of the police, military and private security and burning down part
of the infrastructure of the dam site. The police appear in these
reports also accusing COPINH and Rio Blanco community members of
additional gunfire. The mainstream media reports are using the word
“terrorism” and denouncing community members for supposed use of
violence, mentioning only briefly that community members repeatedly say
that their struggle is non-violent and the only thing they carry are the
machetes they carry as work instruments. The only firearms our
delegation saw or heard of the entire time we were present in the
community, at the blockade, in the very small houses of key community
leaders and around the site of the company were the high power weapons
wielded by the army, police and private security.
We call into
question the credibility of the allegations being made against COPINH
and the Rio Blanco community and the credibility of the limited
investigations by the police. The police and military we spoke with
claimed to be there for the general safety of the area yet are staying
on company premises, guarding company property, being fed by the company
and are very friendly with both company administrators and the handful
of community members employed by the company. The spokesperson for the
local residents employed with the company was introduced to us as a
family member of the person involved in the machete attack that sent one
community member to the hospital. He and the police said that attack
was in self-defense because the now-hospitalized community member was
supposedly trying to “knock down his house” but said they couldn’t show
us any evidence of that supposed attempt and more importantly the police
said they had not spoken to any of the other community members opposed
to the dam about that incident.
We call for
the de-militarization of the Rio Blanco community and surrounding areas
and remind the Honduran and international authorities as well as the
DECA and SINOHYDRO companies of the duty to consult indigenous peoples
about projects that affect them and respect their cultural, spiritual
and land rights as is clearly outlined in Convention 169 of the
International Labor Organization of the United Nations. We also remind
the authorities that Berta Cáceres has precautionary measures from the
Inter-American Human Rights Commission of the Organization of American
States as a high-risk target of repression and that unsubstantiated
implicit and direct accusations against her, COPINH and Río Blanco
community members by police and media are contributing to a climate of
fear and intimidation. The numerous death threats against her and other
community members and supporters should not be taken lightly nor should
the possibility that accusations against them are fuelling these threats
and the overall climate of repression, intimidation and
criminalization. We fear that the current media campaign is aimed at
criminalizing COPINH and the Río Blanco community in order to justify
further human rights violations.
As human
rights observers we will continue to closely monitor the situation and
eagerly await a response from the Honduran state, media, local and
national police, the U.S. government (who provides funding to the
Honduran military and police), the Chinese company SINOHYDRO, the
Honduran company DECA and regional, national and international human
rights bodies to the human rights crisis unfolding at Rio Blanco.
La Voz de los de Abajo
Published from El Progreso, Honduras July 4th, 2013
See call to action with list of contact info for national and international authorities
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