El
Secretario General adjunto de la Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, Andrew Gilmour, visitara a Honduras del 25 al 27 de julio, en
medio de una crisis humanitaria que atraviesa la UNAH, como producto de
los tratos crueles inhumanos o degradantes que han sido víctimas los
universitarios.
Escrito por: Ronnie Huete Salgado
Periodista y defensor de Derechos Humanos
Latinoamérica, 24 de julio de 2017. Está
claro que la justicia social en el mundo no cumple con su función,
cuando deja de ser cognitiva. El alma mater de la universidad
involuciona en la maldad mater.
En
Honduras la lógica de los pseudo-intelectuales es guiada por el monto
salarial que perciben desde las altas esferas del poder interno o
externo. Lo cognitivo no existe.
Este
es el caso de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, en donde
funcionarios auto invisibilizados por su lógica de oferta y demanda,
asesoran a las autoridades, haciendo uso del presupuesto estatal
universitario a su satisfacción personal.
La
demanda de los estudiantes universitarios a través de las diversas
formas de lucha, en esencia exige lo más preciado de la humanidad, bajo
la lógica de amor al prójimo. Estudiar para servir a los humanos, que
existen en el territorio llamado Honduras.
En
reiterados discursos los universitarios de la UNAH, reflejan su deseo
de obtener una educación de calidad que inicie a subsanar las
necesidades básicas de sus ciudadanos, salud, educación, vivienda, y
alimentación, mediante su participación activa en la toma de decisiones
en los órganos de gobierno universitario.
Es
clara que la lucha de los estudiantes es por el desarrollo de la
academia, mediante el rompimiento del esquema global que se limita a
formar universitarios, como futuros empleados de una fábrica, limitando
así el desarrollo de sus capacidades cognitivas utilizando planes de
estudio redactados en la realidad de la década de los setenta del siglo
pasado.
Estudiar
por un futuro salario que será parte del engranaje neoliberal, para
mantener las ganancias establecidas de una pequeña clase pudiente en
Honduras, es la formación que han obtenido los estudiantes en las
últimas décadas, siendo observados como un simple capital humano, más
allá del desarrollo científico que debe prevalecer.
En
esencia el conflicto actual es determinado por esta variable social que
marca la desigualdad humana, que sitúa a Honduras en el pináculo de un
estado fallido y que es promovido por quienes son los responsables de
generar ciencia, desarrollo, academia para el mejoramiento de la calidad
de vida de los ciudadanos.
Las
altas esferas que dirigen la UNAH, son los promotores de este accionar,
pero en 2016 y 2017, solo han reducido su conocimiento en
requerimientos fiscales, represión física y psicológica, encarcelamiento
de estudiantes, contratación de mercenarios y paramilitares para
perseguir estudiantes, tortura, expulsiones, en fin, parte de lo que hoy
engruesa el Estado fallido de Honduras.
Internacionalmente,
Honduras es observada con una lupa de violación de derechos humanos,
asesinatos al estilo falso positivo del paramilitarismo colombiano,
entre otras variables sociales y económicas que estimulan una crisis
humanitaria, cuyo epicentro es la Universidad Nacional Autónoma de ese
país.
Justo
en la entrada principal de las instalaciones del Alma Mater de
Honduras, está instalada una huelga de hambre que en los próximos días
cumplirá un mes, sin embargo, está protesta pacífica ha sido difamada
por las autoridades y un grupúsculo de mercenarios de la información,
cuyo lenguaje cognoscitivo lo han tirado a la basura, puesto que se
prostituyen para cumplir su trabajo de distorsionar la información.
Ignorando
está sucia mancha en cierto sector del “periodismo” de esta nación, los
estudiantes hacen uso de la dignidad en la lucha, la huelga de hambre
ha cumplido una función social de hacer conciencia a la demás comunidad
universitaria en pro de la emancipación de la educación superior.
Países
vecinos como Panamá, México, Costa Rica, El Salvador y naciones
hermanas como Brasil, Argentina, Chile, se han pronunciado en apoyo a la
valentía de los estudiantes en Honduras, puesto que han situado en alto
el movimiento social de Honduras.
Pese
al proceso judicial por el que pasan 33 estudiantes universitarios, que
intentan encarcelarlos, y las medidas administrativas en su contra,
como la reciente expulsión de 19 estudiantes, la lucha estudiantil
mantiene firme su convicción de lucha contra la maldad que gobierna a la
casa del pueblo, la UNAH.
En
torno a este movimiento en la UNAH, los líderes estudiantiles han sido
víctimas de persecuciones en vehículos desconocidos, vigilancia en los
alrededores de su casa de habitación, y todo un aparato de represión
neofascista, dirigido por quienes en la década de los ochentas se
autoproclamaban líderes del progresismo, y que hoy son empleados del
régimen autoritario en la UNAH.
Como
periodista y corresponsal internacional, también soy perseguido por
estos altos niveles de maldad, como resultado de los escritos y
transmisiones en vivo, que realizo desde hace 8 años con relación al
tema de la UNAH.
Por
lo que mi vida está en constante peligro, ya que también he recibido
persecución y vigilancia, sumado al proceso judicial en contra de mi
persona.
Sin
embargo, los actores interiorizados en esta crisis humanitaria dentro
de la UNAH, desdibujan toda esta realidad, ya que a través de su
verborrea “sociológica” aplican los dispositivos de poder para asesinar
la verdad y formar la mentira, aplicando la ideología nazi contra la
población estudiantil.
Hasta
el momento la lógica estudiantil está venciendo a la lógica de estos
pseudo-intelectuales, a través de las apoteósicas movilizaciones que han
desarrollado, y toda la gama de lucha validada por la carta universal
de los derechos humanos.
Las
exigencias de los estudiantes en la construcción de un nuevo gobierno
universitario son válidas y efectivas en la formación de constructos
sociales, encaminados en elevar la pisoteada calidad de vida en la que
ha vivido la humanidad en Honduras.
Es
claro que el resurgimiento de la justicia social cognitiva de los
universitarios está siendo historia en la reivindicación social que
diseña aun Estado, como un preámbulo en su desarrollo iniciando desde el
Alma Mater.
Cualquier
atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de
quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras y sus invasores o
los que menciono en el presente artículo.
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