Foto:CEAL (Archivo - 7 de septiembre de 2013)
por Giorgio Trucchi / Rel-UITA / 11 de octubre de 2013
Cacería de brujas y fobia antisindical marcan accionar represivo de cadena hotelera colombiana
El 6 de septiembre pasado, Patricia
Monterrosa, recepcionista del Hotel Royal Decameron Salinitas, que
pertenece a la cadena hotelera colombiana Decameron All Inclusive Hotels
& Resorts, fue “acompañada” a una pequeña oficina, rodeada por
personeros del
hotel que trataron de convencerla de presentar su
renuncia y, sin ni más ni menos, fue despedida.
Pese a lo que aducen las autoridades del hotel, el único y verdadero delito de Patricia
fue haber creído que en pleno siglo XXI ya no existen “cacerías de
brujas” contra el legítimo derecho de las y los trabajadores a
organizarse sindicalmente.
Junto con otros trabajadores y trabajadoras que laboran en tres hoteles -Hotel Royal Decameron Salinitas, Hotel Las Veraneras Resort, Hotel y Casino Siesta-, y con el respaldo del Centro de Estudios y Apoyo Laboral (CEAL), Patricia había decidido organizarse y conformar el Sindicatode Trabajadores de Industria Gastronómica, Restaurantes, Hoteles, y Afines al Turismo (SITIGHRA).
Su
objetivo era muy sencillo: pedir que se respetase la legislación
laboral nacional en cuanto al pago de horas extras, el trato humano y no
degradante a los trabajadores y trabajadoras, y el goce de los derechos
mínimos contemplados en los convenios internacionales ratificados por El Salvador.
Sin embargo, según relata Patricia en una larga entrevista brindada a La Rel y que pronto será publicada a nivel internacional, el solo hecho de pronunciar la palabra
“organizar” desencadenó en las autoridades del Hotel Decameron una
especie de fobia antisindical, que se convirtió en hostigamiento,
persecución y represión psicológica y, finalmente, en el despido de los
“revoltosos”.
La pretensión de Patricia de organizar un sindicato en el hotel fue tachada por la jefa administrativa en Colombia como “un golpe a la yugular de la empresa”.
Patricia fue aislada, controlada, presionada, atemorizada sólo por ser secretaria de la junta directiva provisional del SITIGHRA. En la cadena hotelera Decameron, entonces, organizarse es un delito que amerita la peor punición.
Decameron All Inclusive Hotels & Resorts ya tiene proyectada la construcción de dos nuevos hoteles en El Salvador y acaba de ampliar el Hotel Royal Decameron Salinitas, donde trabajaba Patricia, sobre todo para satisfacer la creciente demanda del mercado canadiense, alemán y francés.
¿Será que toda esta gente que viaja tan lejos para disfrutar de las lindas playas salvadoreñas y del all inclusive del Hotel Royal Decameron Salinitas conoce lo que se esconde detrás de esta “fantástica experiencia vacacional todo incluido, con un sabor puramente maya”?
Ha llegado el momento de ayudarles para que abran los ojos, tomen conciencia y actúen en consecuencia.
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