LA TRIBUNA recorrió este martes algunos distritos policiales, donde los agentes siguen trabajando con normalidad, pero con las dudas sobre si las autoridades en realidad sacarán a los malos y no “pagarán justos por pecadores”.
En la Unidad Metropolitana de Prevención (Umep-2), mejor conocida como la Cuarta Estación del barrio Belén, en Comayagüela, algunos de los elementos del orden están indignados, ya que consideran que no los pueden señalar a todos de corruptos.
“Me gustaría tener al presidente Juan Orlando Hernández de frente, para decirle que no todos los policías somos pícaros, aquí todos nos conocemos, no deberían jugar con nuestra dignidad”, lamentó uno de los clases.
Ejemplificó que, “si en mi casa tengo una caja de manzanas y dos o tres están podridas, no voy a botarlas todas, tendré que deshacerme de las malas y las demás las dejo, eso es lo que deben hacer aquí y no meternos en el mismo costal”.
Durante la plática, otro de los oficiales que no se identificó, debido a que existen prohibiciones desde el alto mando, dijo que los policías señalados en los medios de comunicación han sido investigados varias veces y otros sacados, pero al año regresan, pero ganando más.
MILITAR
En los pasillos se comenta sobre la depuración, pero no se sabe con certeza a quiénes van a separar.
Entre el “mar” de rumores y rencores uno de los agentes consideró que el escándalo se debe a que la intención es desprestigiar a la Policía Nacional y oficializar a la Policía Militar del Orden Público (PMOP) de las Fuerzas Armadas (FF AA).
De momento, los agentes siguen patrullando en las calles y otros en las postas haciendo su trabajo, mientras que los jefes se mantienen en constantes reuniones y en “misas”, también a la espera de las decisiones que tomará el alto mando.
En la posta del barrio El Manchén, en Tegucigalpa, los policías aseguraron que su futuro depende de la decisión de las autoridades.
“Aquí seguimos igual, serán los altos mandos que tomarán las decisiones”, dijo un clase III, que estaba de servicio.
COMPRUEBEN
“A mí no me pueden correr por pícaro, que investiguen en la DIECP (Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial) a ver si tengo algún clavo, que me den de baja, pero con mis derechos, porque capacidad para trabajar en cualquier lado hay”, consideró otro agente de la posta policial de la colonia San Miguel, en Tegucigalpa.
Algunos de los jefes distritales no quisieron conceder entrevistas aduciendo que las decisiones las está tomando la Secretaría de Seguridad, y otros no estaban en su despacho, pero los policías refirieron que les deben pagar sus derechos, porque de lo contrario podrían haber revueltas.
Al interior de la Policía Nacional se maneja que entre los expedientes de los posibles despedidos habrá de la escala básica, oficiales, subcomisionados y comisionados generales a nivel nacional, algunos sospechosos de integrar el crimen organizado. (YB)
http://www.latribuna.hn/2016/04/13/tension-policias-frente-depuracion/
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