Entrevista a Xiomara Castro de Zelaya, candidata
presidencial por LIBRE –Libertad y Refundación- de Honduras, de cara a
las próximas elecciones presidenciales en Noviembre.
-Existen
muchos factores que determinan este fenómeno en las encuestas.
Encontramos en ellas tendencias claras que se marcan cada vez más debido
esencialmente a las políticas impopulares que sigue imponiendo el
gobierno de Honduras desde el Congreso: así como la percepción de que
nada de lo que se legisla tiene más propósito que la campaña electoral
del oficialismo. Mientras nuestro argumento, concreto, apunta de forma
clara a la necesidad de cambiar Honduras desde una visión estructural.
Además,
es evidente el vínculo indisoluble entre Juan Orlando Hernández y
Mauricio Villeda (este último del Partido Liberal golpista) con el golpe
de Estado, las violaciones a los derechos humanos y la calamidad
económica, social y de seguridad en que ha entrado el país en los
últimos 4 años. Para finalizar este apretado resumen, deberíamos incluir
la falta de transparencia de todos los que se beneficiaron del Golpe de
Estado Militar, algo que podemos afirmar ha minado seriamente la
credibilidad en el tradicionalismo político hondureño
- Relacionado con lo anterior, tanto usted como Mel Zelaya –su
pareja y ex presidente de Honduras antes del Golpe de Estado de 2009-
vienen exigiendo la implementación del sistema de voto electrónico de
cara a las próximas elecciones, algo que ha recibido la negativa de
Lobo. A su vez, ustedes están exigiendo que organizaciones y movimientos
de todo el continente puedan participar como veedores de la elección.
¿Teme un enrarecimiento del clima electoral de acá en más? ¿Cómo se
evita un posible fraude contra LIBRE en las elecciones de noviembre?
-En general nosotros no nos
detenemos a hablar de fraude; han sido los propios miembros de los
partidos tradicionales, en especial el de Lobo, quienes han denunciado
un “fraude colosal” en las elecciones internas y primarias de 2012.
Cierto es que el sistema electoral hondureño es poco confiable, y, en
aras de hacer un proceso creíble para toda nuestra sociedad, hemos
pedido y apoyado iniciativas para implementar mejoras en la manipulación
de los resultados. Pero estamos conscientes de que las posibilidades de
que esto suceda son remotas, ya que todo el andamiaje del estado opera
en la más absoluta impunidad desde el Golpe de Estado Militar de 2009.
Estamos convencidos de que estas
elecciones serán las más vigiladas de nuestra historia; por eso es
importante contar con todo el acompañamiento y la observación
internacional posibles; no debemos olvidar que en este proceso se juegan
la estabilidad de la democracia en el continente. Nosotros estamos
haciendo nuestra tarea, y ya hemos organizado más de veinte mil
colectivos a nivel nacional, y posiblemente alcancemos los treinta mil
en el proceso de vigilancia militante y defensa del voto. Será
complicadísimo para ellos sustentar un fraude, a pesar de contar con
cientos de millones de dólares para ese fin.
- En el plano interno, ¿Cuáles son las principales medidas que
tiene previsto desplegar de cara a la situación económica que vive el
país, tras una fuerte caída en el ingreso de divisas por exportaciones?
¿Tiene pensado fortalecer la inversión pública en ámbitos como la salud,
la educación y la vivienda? ¿Cómo se sale de la actual situación
económica que vive Honduras?
Este es un problema central:
Honduras, en el aspecto económico, es un país muy pobre, con problemas
de país rico. La aplicación irracional de medidas de profundización
neoliberal en el país ha tenido resultados funestos. Hoy, la deuda
pública tiene postrado al país, y ya es una amenaza terrible para el
nuevo gobierno. La deuda interna ha sido contratada a corto plazo y a
intereses comerciales, por lo que muchos acreedores estarán prestos a
exigir pago del nuevo gobierno.
Por otro lado, el deterioro en el
aspecto social es dramático; según sus propias cifras, para finales de
2012 la pobreza había aumentado en 10%. Es decir, destruyeron todo lo
que habíamos avanzado en la administración del presidente Zelaya. Ahora
estamos en la obligación de adoptar medidas claras y contundentes para
echar la economía a andar, enfocarnos en la producción, que ha de
generar muchos empleos, y legislar de tal manera que la aceleración del
proceso productivo genere beneficios directos a la población, mientras
el estado establece mecanismos de apoyo que alivien las desventajas que
se encuentran en el bajo poder adquisitivo de nuestro pueblo.
Tenemos, sobre todo, el desafío
de que los sectores empresariales acepten el reto de invertir en
Honduras, de trabajar junto a nosotros, el pueblo, en la resolución de
problemas inmediatos como la soberanía alimentaria, la construcción de
un sistema educativo público de primer nivel y un sistema de salud de
alta calidad que dé cobertura a todos los hondureños. Desarrollaremos
sistemas de economía social, que posibiliten la salida paulatina de la
pobreza de millones de personas, que deben incorporarse a la vida
económica del país. Nuestro principal reto radica en la construcción de
soluciones realistas y viables basadas en la nuestra realidad nacional.
Ya no debemos copiar modelos, ni aceptar la imposición desde fuera, eso
solo nos sometería al desmembramiento total de nuestra nación.
Tras el golpe de Estado de 2009, Honduras salió de la Alianza
Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA). De ese tiempo a
esta parte, además, UNASUR y CELAC tomaron gran dimensión en términos
regionales. ¿De llegar a la presidencia de Honduras, cuál va a ser la
política internacional que piensa desplegar?
Nuestro planteamiento en
política exterior ha sido muy coherente y claro para todo el mundo.
Nosotros somos un país soberano y así ha de ser nuestra política
exterior, fiel al respeto del principio de autodeterminación de los
pueblos y a las leyes internacionales. Rechazamos con vehemencia la
guerra, pues somos el producto de un proceso revolucionario pacifico,
sin manchas, por eso condenamos la agresión o la injerencia extranjera
contra cualquier nación del mundo.
Nuestra postura a favor de la
integración de la América Latina y el Caribe es inclaudicable e
irrenunciable. Planteamos el fortalecimiento del Sistema de Integración
Centroamericano (SICA), y aportaremos toda nuestra energía y empeño para
la consolidación de la CELAC. En el tema del ALBA, es una decisión
acertada para aquel momento que ya había tomado el presidente Zelaya, y
que el gobierno de facto denunció rompiendo el tratado: ahora Honduras
esta fuera del ALBA.
Apoyamos todas las formas
regionales de integración, siempre que estas no tengan la intención de
aislar a alguno de nosotros del resto de países. Apoyamos firmemente a
UNASUR, al MERCOSUR y a la región económica propuesta por PETROCARIBE,
iniciativa nuestra, que sigue siendo de nuestro pueblo, por mucho que
otros imposten y engañen para aprovecharse cínicamente de la solidaridad
de nuestros hermanos, misma que muchas veces atacaron con furia
demencial.
16.07.2013
Juan Manuel Kart
Juan Manuel Kart
Licenciado en Ciencia Política, Universidad de Buenos Aires
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