El
triunfo de la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua, hoy hace ya
34 años, representó una victoria para toda Centroamérica y el
continente, aseguró la ex canciller de Honduras, Patricia Rodas.
Rodas,
fue canciller de Honduras durante el mandato del ex presidente Manuel
Zelaya, quien fuera derrocado por los militares y la oligarquía de ese
país en junio del 2009.
De acuerdo a
la ex canciller hondureña, luego de la Revolución Cubana los países de
la región tuvieron que soportar una serie de regímenes de facto, de allí
que la revolución nicaragüense fue para Centroamérica el destrabe de
una época de anquilosamiento político, social y económico.
“Estuvimos silenciados para el mundo por décadas y Nicaragua irrumpe en
ese silencio, rompe la tela metálica, el frío terrible del olvido y
emerge como una revolución fundamental que tenía en nuestra opinión dos
signos que aún hoy siguen alimentando e inspirando las luchas en nuestra
región: en primer lugar de que toda tiranía puede ser derrotada cuando
un pueblo se decide (…), y en segundo lugar que además podía levantarse
en proceso revolucionario”, explicó Rodas durante el Programa en Vivo de
Multinoticias Canal 4.
Rodas dijo
que cuando el Frente Sandinista se alza contra el status quo imperante
en la época, trajo la esperanza de que es posible comenzar el largo
camino hacia la construcción del socialismo y de la paz.
Indicó
que la victoria sandinista tiene que ser celebrada por todos porque se
derrotó una tiranía que aplastaba la conciencia y la dignidad de los
centroamericanos.
La excanciller
recordó que el líder cubano Fidel Castro enseñó a nuestros pueblos a
enfrentar al enemigo con las armas que este utilizaba, lo cual fue
constatado posteriormente por el Frente Sandinista en Nicaragua.
Ese
por ello que catalogó a la Nicaragua actual como un oasis de paz y de
cambios, que demuestra que se pueden superar las dificultades existentes
en cada uno de nuestros países.
Subrayó
que durante los años neoliberales el Frente enseñó también que a pesar
de perder elecciones podía ganar poder político y también la conciencia
de pueblo.
Al respecto expresó que
historias de los pueblos no se escriben fácilmente, de tal manera que la
“obligación de cualquier revolucionario es jamás silenciarse frente a
la posibilidad de un cambio”, aunque este fuera a costa de usar las
mismas armas que usa el enemigo.
Rodas
recordó el ejemplo del fallecido presidente Venezolano Hugo Chávez, de
quien dijo es un paradigma revolucionario en la región a través de un
modelo de solidaridad y complementaridad como el ALBA.
La
ex canciller hondureña dijo que el Golpe de Estado contra Zelaya en
2009 iba dirigido precisamente contra los procesos revolucionarios de
Centromérica y el Caribe, de allí que llamó al pueblo hondureño a vencer
este golpe y ratificar los deseos de que ningún pueblo de la región
vuelva a sufrir una ofensa y un crimen como este.
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