Galel Cárdenas
Honduras bajo la égida dictatorial (llamamos dictadura del partido nacional en
la cámara legislativa al control incondicional de esta institución representativa
de la soberanía nacional que posee la mayoría absoluta de diputados)
del presidente del Congreso Nacional Juan Orlando Hernández
y con la venia del presidente Porfirio Lobo Sosa, sucedáneos ambos del
innombrable y oscuro personaje, dictador RM que asumió por la vía golpista
todas las riendas del gobierno nacional, un 28 de junio del año 2009, han
convertido al país, antes paradisíaco y seguro, fuerte y lozano, en un campo
yermo donde la nación ha sido desmembrada y degollada como una res viva,
y sus carnes han sido lanzadas a la jaurías neoliberales transnacionales,
aliadas a la burguesía antipatriota, que a campo traviesa van saboreando
con cinismo inigualable los restos jugosos de un país noble, generoso y
fundamentalmente humilde. Honduras sigue en el camino del despojo del Estado, de la desmantelación
financiera del Estado, cuya base primordial es su territorialidad, sin esta
última ninguna norma tiene posibilidad de ocupar un espacio para aplicar
a ciudadanos la ley correspondiente.
La teoría moderna del Estado establece sin ninguna duda, que el Estado es
una organización política cuya estructura de poder se asienta sobre un
determinado territorio y una determinada población, de manera que poder,
territorio, población o nación constituyen los elementos primordiales para
la estructuración del estado moderno. Sin territorio, un Estado no pude
ejercer su poder normativo, porque no existe un espacio en donde ubicar
los aparatos jurídicos que impone el gobierno para desarrollar la relación
pueblo, soberanía, territorio. Juan Orlando Hernández, al asumir la presidencia del Congreso Nacional por
la vía de una mayoría absoluta, se ha dedicado a emitir todas las leyes que
el departamento de Estado y la Embajada Norteamericana como los organismos
neoliberales financieros internacionales (BID, FMI, BM,etc.) le han dictado
como si fuera un capataz propio de la hacienda denominada Honduras.
Toda la desterritorialización que ha llevado a cabo JHO a través de las leyes
antipatriotas, conducen a la tercerización a favor de la empresa privada
ahora denominada alianza público privada), con el objetivo de reforzar la élite
oligárquica y abrir un poco ese espectro de diez familias dueñas de la economía
nacional.
Nunca antes presidente alguno, o autoridad referente, había puesto en marcha
un plan de achicamiento del Estado hondureño hasta casi la más mínima expresión.
Planteamiento neoliberal que tiene hundido a toda la economía capitalista
del mundo, de acuerdo con las declaraciones de los organismos pertinentes.
La entrega de las cuencas hidrográficas, la cesión de los terrenos para la
explotación de las mineas, la tercerización de la Universidad Nacional, con
la complicidad de sus propias autoridades, forman parte del gran plan maestro
de la des estatización nacional, de manera que las instituciones estatales
sólo sirvan de referente arbitral para dilucidar los intereses contrapuestos
entre la función pública y la privada.
Pero la tapa que cubre el pomo de la soberanía nacional, es la ley de
reconversión de la deuda pública, que consiste en ceder los bienes ociosos
de la república a terceras personas, con el fin de pagarles deudas millonarias
y para que la tal alianza público privada se haga cargo de la explotación
de tales bienes sin generación de riquezas.
Ya no pudieron más con los bonos soberanos del Estado para recomponer las
finanzas públicas, si no que ahora hacen acopio de los bienes que son
físicos y territoriales, asentados en un punto de la geografía nacional.
De acuerdo con esta ley de despojo de la soberanía "territorial nacional, .
"se autoriza la constitución de un programa integral de titularización de
flujos financieros potenciales sobre activos ociosos del Estado, con el fin
Y como se trata de beneficiar bancos y las familias que estructuran la
oligarquía, los dineros serán administrados mediante un fideicomiso, para
que las empresas financieras sigan explotando el rubro del dinero casi
confiscado al Estado.
Por eso han asumido la estructura administrativa de último momento consistente
en el nombramiento de comisiones interventoras con el fin de desmantelar,
en la medida de lo posible, la institucionalización de cada oficina del
gobierno central, con el fin de que sus funciones pasen a manos del sector
de la empresa privada de Honduras.
JOH al verse derrotado de antemano en las justas electorales del 24
de noviembre, no podrá menos que implementar un proyecto en el cual
la presidenta Xiomara Castro tenga atadas las manos, sin poder ejercer
la soberanía popular.
El despojo de que es objeto nuestro país, es una traición a la patria,
es un delito de lesa patria. La posteridad hará la justicia, pero esa
posteridad será prontamente un hecho.
La patria espera su oportunidad.
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