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| El puño eclesial de la derecha |
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| La cruz que nos impone el cardenal Rodríguez |
Los jerarcas religiosos para
ser auténticos líderes y voceros de la palabra de DIOS Y DEL
SEÑOR, en primer lugar deberían despojarse de toda vanidad, toda
servidumbre y ambiciones políticas y financieras, asumiendo la predica y
práctica cristiana como un apostolado, un COMPROMISO PERMANENTE por
la construcción crítica del Reino en la tierra, como un Reino de Paz, Justicia,
Hermandad. Solidaridad y servicio en función de las grandes mayorías y no de la
defensa y protección del status quo y el sistema privilegiado de
castas dominantes usurpadoras de la voluntad popular, las riquezas naturales y
de la autentica democracia participativa y representativa.
Ante el contexto actual, los posicionamientos
religiosos emitidos ACTUALMENTE tanto por la iglesia católica, apostólica y
romana y la iglesia evangélica anglosajona solamente reflejan la
desesperación de un temor infundado y manipulador de que con los cambios
exigidos, demandados y puestos en la agenda social y política nacional por
parte de las grandes mayorías de un pueblo ahora CONSTITUIDO como
sujeto- actor de ese cambio o esa transformación real de sus condiciones de
miseria y exclusión a la que ha sido sometido por más dos siglos en esta
patria morazanista y el impacto criminal del GOLPE DE ESTADO MILITAR 2009, en
el fondo estos seudo lideres tratan a toda costa de contener ESTE ESPÍRITU LIBERADOR y
con ello perder precisamente las canonjías, títulos, concesiones, franquicias y
pactos políticos a los que han estado acostumbrados, tratando a cualquier nivel
recuperar la conducción y dirección de AQUELLO que nunca se atrevieron
institucionalmente en el pasado a desarrollar.
IGLESIA VERDADERA
Una verdadera iglesia es aquella que
recoge, procesa, sistematiza y acompaña con todos los riesgos el clamor, la
angustia, el dolor y sufrimiento popular, así como el grito libertario del
pueblo en su peregrinar por la legitima conquista del PODER POLÍTICO, SOCIAL Y
FINANCIERO del Estado LAICO para promover y organizar los procesos de
transformación individual, familiar y material del país, incluyendo el papel de
las propias iglesias que por regla, dialécticamente deberían irse
transformando. Una iglesia que no asume compromiso ni se expone con la causa de
la justicia, la paz y la verdad no es verdadera iglesia y sus líderes deben ser
avergonzados y desplazados de su seno y la función pública que desempeñan al
frente de las mismas.
En este sentido
los análisis nos indican que estos últimos posicionamientos religiosos
(sobre crisis violenta previo a las elecciones primarias) son parte de la
campaña estratégica dominante (así como
de la estrategia gubernamental como la creada por DON Pepe Lobo, la Ministra de
Justicia y DDHH Ana Pineda y otros funcionarios con tal de impresionar a la
comunidad internacional con supuestos planes de amenazas y atentados contra
altos servidores públicos (as), como si fuéramos ingenuos, para levantar
perfil de gobierno, ante la exhibición de la negligencia e incapacidad estatal
de proteger a los defensores de DDHH como el caso del asesinato del Abogado
Antonio Trejo, verdad Señor Ministro de Seguridad) tratando a toda costa de
desarticular la resistencia nacional, induciendo crisis de violencia, falta de
fe, temor, angustia y desmovilización popular y social, amparándose en
la profunda fe y creencia religiosa de la población y deshonrando el nombre del
ALTISIMO tal como mañosa y mentirosamente lo acaba de hacer el honorabilísimo benemérito CARDENALATO OSCAR
ANDRÉS RODRÍGUEZ en su última homilía, como una vergüenza cristiana
mundial por su papel de vocero oligarca feudal.
La postura eclesial y de nosotros los
cristianos de fe, debe ser expresar la verdad histórica, objetiva, orientar y
acompañar al pueblo en la búsqueda de su encuentro con su presente y
futuro, empoderando al y la cristiana en su formación humana, social y política
para su propia transformación integral.
LA HISTORIA ES JUSTA Y REIVINDICARA SU
DERECHO A LA VERDAD SEÑOR CARDENAL, SEÑORA MINISTRA DE JUSTICIA Y DDHH, SEÑOR
PRESIDENTE LOBO
Tegucigalpa,
MDC 05 de noviembre 2012
Leonel Casco Gutiérrez
Procurador de los Derechos Humanos
Ex Coordinador Nacional
Observatorio Ecuménico de DDHH del CLAI
Cel. 9892-6935
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