Los
Estados Unidos (USA) desde 1974 viene imponiendo en los pueblos de las
américas su nefasto modelo económico (el neoliberalismo) como parte de
su política de dominación económica política y social. Para ello se ha
coludido conspirando contra los sagrados intereses de los pueblos, con
las oligarquías nacionales, los políticos tradicionales y los militares.
Así va imponiendo pausadamente en nuestro país por ejemplo, su
oprobioso modelo económico, teniendo como punta de lanza a los políticos
tradicionales de turno, o sea a los dinosaurios y a sus bebesuarios de
los partidos neocoloniales ( cachurecos nacionalistas y liberales),
utilizándolos como agentes de legitimación en el Congresos Nacional,
donde legislan y maniobrando contra el pueblo, derogando y creando leyes
para privatizar, o sea; vender los bienes del Estado (que son del
pueblo) en perjuicio de miles de personas que habitamos esta “nación”.
Para
imponer este modelo económico en el continente USA ha contado en
diferentes países con los ejércitos creados por ellos después de la
segunda guerra mundial, donde se repartieron el mundo las potencias
militares que sobrevivieron al genocidio. USA ha financiado, adiestrado,
y adoctrinado a estos nuevos ejércitos lacayos. Luego los utilizo
cuando fue necesario para reprimir a los pueblos cuando estos se
levantan en contra de las arbitrarias oscuras y siniestras maniobras de
su poder hegemónico.
Con
la complicidad de quienes por ingenuidad los pueblos han legitimado a
través de procesos electorales, unas veces, y otras; con el silencio
permisivo al permitir el pueblo, golpes de Estados y la instauración de
regímenes nefastos de carácter militar, que solo obedecen a los
alineamientos de control, dominación y poder hegemónico de quien se
atribuye el derecho providencial del Destino Manifiesto de gobernar el
mundo a su conveniencia.
Además
del saqueo indiscriminado que el capitalismo ha hecho históricamente de
los recursos de los países de la periferia o llamados del tercer mundo,
donde los pueblos no han podido luchar por defender su fuerza de
trabajo y sus recurso naturales, pues, los monopolios y oligopolios
extranjeros, asociados a las oligarquías nacionales, han conspirado
contra esos pueblos; organizando a las sociedades, en supuestas
democracias representativas, hechas a la medida para la implementación y
explotación del modelo económico capitalista (ahora neoliberalismo).
Capitalismo
que a través del tiempo, se maquilla cambiando de nombre y apellido,
ayer fue desarrollo burgués, después liberalismo empresarial, luego
neoliberalismo o libre comercio.
Y hoy brega impunemente por el planeta
tierra, con el prefijo de globalización. Para ello el nefasto
capitalismo ha creado organismo que manejan, manipulan y coordinan la
economía mundial, como ser: FMI (Fondo Monetario internacional), Banco
Mundial, y la OMC (Organización Mundial del Comercio). Estas con sus
dependencias, que van desde: instituciones políticas, sociales,
educativas, culturales y religiosas. Se encargan a nivel mundial de
dictar las pautas de cómo se moverá el mundo.
En nuestro país hemos sido testigo por décadas de este siniestro proceso de estratificación social, saqueo de los recursos y privatización de los servicios más básicos y elementales que posemos los hondureños. La estrategia ha sido sencilla y va siempre disfrazada de supuestos beneficios a las grandes mayorías, trampa en que el pueblo ha ido cayendo recurrentemente.
Basta
que los lacayos disfrazados de representantes de los intereses del
pueblo (autoridades gubernamentales) taimadamente dejen caer las
instituciones estatales de servicios básicos (educación, salud,
telecomunicaciones, agua, infraestructura vial, hidroeléctricas, etc.)
Para después descalificarlas aduciendo que las mismas son: vetustas,
obsoletas, onerosas, ineficientes y una carga para el Estado. De esa
manera se construye la justificación infalible para deshacerse de los
bienes que les pertenecen al pueblo, los cuales pasan a manos privadas
donde muchas veces los lacayos pasan hacer socios de quienes las compran
a precio de gallo muerto, en otras ocasiones; estos solo se conforman
con las migajas que les ofrecen por su mandado.
En
nuestro país lo que arriba decimos, tristemente lo hemos confirmado y
para ilustrarnos mostraremos un “botón de la camisa de fuerza”: cuando
de esa misma manera destruyeron la empresa nacional de
telecomunicaciones HONDUTEL. Por muchas décadas esta fue la empresa más
rentable del Estado hondureño: con los dineros que esta generaban se
pagaban maestros y médicos; pese al robo indiscriminado a que fue
sometida por mucho tiempo por militares y políticos que la
administraban.
Luego; a través de una comisión del Congreso Nacional presidida por el
dinosaurio cachureco OSWALDO RAMOS SOTO, se le dio el tiro de gracia;
después una insidiosa campaña mediática de desprestigios y
descalificaciones en los diferentes medios de comunicación tarifados o
de la oligarquía nacional, solo para taimadamente venderla en pedazos.
La
tal comisión del congreso casi en secreto, le dio a la empresa
transnacional TIGO, una concesión por más de 30 años para explotar la
telefonía celular y la frecuencia de banda ancha en el país, y además;
del permiso para utilizar parte de la infraestructura técnica de nuestra
empresa HONDUTEL.
De
esta manera se ahogó a esta generosa empresa, sin que nadie hiciera
nada por modernizarla y rescatarla de las fauces del neoliberalismo,
para que la misma entrara con éxito en la nueva red de comunicación
digital celular, si así; hoy tendríamos una empresa nacional de
telecomunicaciones; moderna, eficiente y nuestra, con un servicio a más
bajo costo de lo que actualmente pagamos a una transnacional, que no
tiene interés (ni tiene porque tenerlo) en el bienestar nacional.
Antes de ello ya HONDUTEL estaba haciendo agraviada por la oligarquía
nacional a través de la empresa (CELTEL) del capo de las
telecomunicaciones en este país RAFAEL FERRARI, quien también para
operar, hacia uso de la infraestructura de HONDUTEL, al final después de
una gran campaña publicitario en la que creyeron muchos ilusos que
salieron corriendo a comprar unos aparatos desechables de muy mala
calidad, los cuales precisamente se vendían en las oficinas de
Televicentro del tal FERRARI quien estaba en sociedad con el hasta ese
momento desconocido ANTONIO TAVEL OTERO.
Al
final CELTEL termino siendo una gran estafa para el pueblo hondureño,
su servicio era mediocre e ineficiente. Es en ese tiempo que parece
públicamente en escena el tal Otero, mafioso de ascendencia cubana,
quien como un mago sale se saca de la manga de la camisa la empresa de
telefonía celular y de otros menesteres “TIGO”, por cierto el tal Otero;
fue uno de los principales patrocinadores del golpe de Estado del 2009.
Así que no es casual que el golpista, general Romeo Vásquez Velásquez,
después del golpe de Estado al gobierno de Manuel Zelaya Rosales,
terminara como gerente de esta noble empresa, y el cual salio con la
cantaleta a grito partido, de ser él un hombre exitoso de experiencia y
grandes tributos empresariales, y el único capaz de rescatar dicha
empresa de la catástrofe, lo cual nunca sucedió, pero si se dio el caso
que como por arte de magia en la administración del susodicho general,
desaparecieran los últimos 60 millones de lempiras que esta empresa
tenía en un banco de USA para gestión de mantenimiento técnico.
Y
así; como se conspiro con HONDUTEL se ha conspirado y se conspira
contra otras instituciones del Estado hondureño, lo podemos ver en
nuestras narices hoy, al ser testigos presenciales de lo que se pretende
hacer en educación y la salud pública. Procesos de privatización en
curso desde hace varias décadas, el cual se va haciendo por etapas,
disimuladamente y espaldas del pueblo, y que: si este se descuida, se
deja y lo permite, tendremos en poco tiempo una educación totalmente
privada, alienada y sumamente costosa, y una infraestructura de salud en
manos de mercenarios, altamente onerosa y deficiente, pues; no es
cierto por lo menos, en lo que nosotros hemos visto en este tiempo, que
la privatización de los servicios públicos es para mejorar su
disponibilidad y eficiencia.
A
todas luces este proceso de privatización que tiene como matriz el
modelo económico neoliberal impulsado desde el imperio norteamericano,
el cual afirma que estas instituciones de servicios básicos estatales
son una carga pesada para los paupérrimos gobiernos del continente y que
es necesario reducirlas al máximo, o en todo caso; deshacerse de ellas.
Paradójicamente; estas mismas políticas económicas neoliberales no
dicen, ni mencionan en ninguno de sus articulados; el excesivo gastos en
las instituciones policíacas y militares, en países que no están en
guerra con otros países, pero si es obvio; que la guerra es contra el
mismo pueblo.
Está claro que esta es una vil trampa y una conspiración contra los pueblos. Y los nacionales que se prestan a ella, incurren en el delito de traición a la patria, el cual no prescribe. Al final del día solo nos alberga la esperanza que llegara un momento en que los pueblos despierten y puedan crear los mecanismos urgentes y necesarios para deducir responsabilidades, recuperar lo que por hecho les pertenece y juzgar a los traidores, para ejemplos de futuras generaciones.
http://www.conexihon.hn/index.php/opiniones/1086-la-privatizacion-en-las-honduras-es-una-conspiracion
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