Ante la actual crisis del agro hondureño y particularmente de la
agricultura a pequeña escala que atraviesa una de las situaciones más
críticas de su historia a la comunidad nacional e internacional
manifestamos lo siguiente:
1- Que ocho de cada diez familias no tienen tierras para producir o
poseen predios menores de 5 hectáreas, en contraste al uno por ciento
de los productores que concentran la tercera parte de las mejores
tierras cultivables. La pobreza supera el 65% de los hogares rurales. Estos hogares a pesar de la pobreza que sufren, generan el 76% de la producción agrícola del país.
2- La
profundización del modelo neoliberal con la llamada “Ley de
Modernización y Desarrollo del Sector Agrícola” ha tenido, entre otras
consecuencias, el estancamiento y desarticulación del proceso de Reforma
Agraria, el desmantelamiento de la capacidad del Estado para prestar
servicios de asistencia técnica y crediticia. A eso también agregamos la
suscripción de los tratados de libre comercio que han provocado la
caída de la producción y de los precios de los pequeños productores y
productoras agrícolas, sometidas a la competencia de
productores de gran escala subsidiados por los países ricos.
3- Actualmente
el agro hondureño está muriendo por falta de políticas públicas que
promuevan una modernización incluyente y participativa, que beneficie
tanto a hombres como a mujeres y especialmente
a la población joven, reconociendo la importancia de la economía
campesina que asegure la soberanía alimentaria, la justicia social, la
gestión integral de los territorios y el manejo sostenible de los
recursos naturales.
Por tanto el movimiento campesino hondureño exige:
a) La
aprobación inmediata de la Ley de Transformación Agraria Integral que
actualmente se encuentra engavetada en el congreso Nacional desde el año 2011.
b) A la sociedad hondureña le hacemos un llamado a brindar el apoyo solidario a los campesinos y campesinas que están en la lucha por la tierra en distintas zonas del país.
c) Demandamos
a las autoridades correspondientes la urgente necesidad de una solución
pacífica a la crisis agraria y alimentaria que atraviesa el
campesinado.
d) Exigimos no más represión y desmilitarización, ya que esto solo genere más asesinatos de campesinos y campesinas hondureños.
e) Libertad para los campesinos presos y procesados en todo el país.
f) Que cese la represión en el campo, no más desalojos violentos y saqueos a nuestros cultivos.
POR LA DIGNIDAD DE LOS CAMPESINOS Y CAMPESINAS, EXIGIMOS UNA REFORMA AGRARIA INTEGRAL
Tegucigalpa 6 de agosto del 2012
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