Los médicos han encontrado un elevado índice de parasitismo en el área.
Más de millón y medio de consultas gratis ha brindado el primer hospital garífuna desde que fue abierto en Iriona en 2007. Concebido como un proyecto comunitario en defensa de la salud de los pueblos garífunas, este centro asistencial también ha dado cobertura a otras comunidades étnicas.
Mejorar los servicios de salud en esta región marcada por la pobreza y el abandono gubernamental y tener vías de comunicación en buenas condiciones han sido el clamor permanente en la población.
La comunidad de Ciriboya se ha convertido en el punto de encuentro de decenas de pacientes del departamento de Gracias a Dios y de los municipios de Iriona y Limón que llegan a diario con la esperanza de recibir atención gratuita a sus males.
Esta iniciativa es impulsada por los médicos originarios de este municipio y graduados en la Escuela Latinoamericana de Medicina, Elam, de La Habana, Cuba. Desde 2007, la población ha tenido a su alcance el servicio médico, a pesar de las grandes dificultades y el escaso apoyo del Gobierno.
“En medio de todos estos beneficios que le estamos dando a la población de esta zona donde nunca hubo un sistema adecuado de salud, no hemos recibido apoyo de las autoridades centrales y regionales”, manifestó Luter Castillo, director del hospital.
Con este proyecto, no solo las comunidades garífunas de Iriona son beneficiadas, sino las etnias misquitas y tawakas de los municipios fronterizos de Gracias a Dios. “Desde que se fundó el hospital hemos brindado más de 50,000 atenciones médicas gratuitas a toda la población de esta zona”.
A pesar de estas dificultades, con ayuda de algunas organizaciones humanitarias y con esfuerzo local se planea construir la segunda etapa de este centro asistencial.
“Ya tenemos identificado un terreno para edificar un materno infantil, que tanto se necesita debido a las circunstancias en que nos encontramos en esta localidad”.
La población recibe atención en medicina general, servicios de ultrasonido, odontología, labor y parto. Hace más de cuatro años, esto era un sueño. Debido a que en la zona no hay servicio de energía eléctrica, el hospital tiene un sistema de paneles solares para mover los aparatos médicos y quirúrgicos, pero fallan cuando el voltaje es bajo, por lo que es urgente también electrificar el municipio de Iriona.
“Le pedimos al Gobierno que nos apoye y ponga sus buenos oficios en esta región, que no ha sido digna de una verdadera atención en salud”, reclamó el médico.
Las atenciones en este hospital son diarias. Mucha gente humilde sale desde sus comunidades remotas en las montañas en busca de atención y solo llegar a esta localidad implica muchas horas de camino y sacrificio debido a la falta de carreteras y caminos que permitan el tránsito de vehículos.
Por Luis Lemus
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