Fuente Diario Tiempo.hn
TEGUCIGALPA, Honduras.-
Postrado en el humilde lecho donde se desvanecen segundo a segundo sus
sueños luego de ser víctima de la delincuencia, José Alexander Reyes
Sierra, un joven de 30 años de edad, recuerda con dolor y frustración el
día que cuatro impactos de bala le cambiaron la vida.
Con vos entrecortada por el esfuerzo que
hacía al tratar de detener el llanto, Reyes relataba el sufrimiento que
ha vivido durante seis años desvanecido en una cama de agua, que le
minimiza el dolor que le producen las heridas. Sin olvidar ningún
detalle de esa noche, el joven, con la mirada triste, testigo de lo
sucedido, relató a Diario TIEMPO la historia que no le desea ni a los
que le causaron el daño.
Bolsas plástica en vez de bolsas de drenaje utiliza José Alexander porque no cuentan con los recursos económicos para comprar los medicamentos. |
“Yo venía de trabajar, recuerdo que
pase por el cementerio (ubicado en el barrio Sipile) como a las 6 de la
tarde; dos hombres me detuvieron, pero no pensé que me harían daño
porque creí que me conocían, pensé que eran de aquí mismo (barrio la
Obrera)”, detalló Reyes. Con un movimiento brusco de las manos y con un
tono de voz alzado, como de arrepentimiento, confesó que “me resistí
porque no quería entregar el dinero que había hecho con tanto esfuerzo”.
Unos minutos de silencio detuvieron el
relato, la mirada triste de Reyes se llenó de lágrimas al recabar en su
mente como si fuera un día anterior lo ocurrido. “Miré que sacaron una
pistola, no pensé nada, en realidad solo sentí un poco de temor aún
confiado en que no dispararían, pero sin decirme nada empezaron a
disparar; después de eso solo recuerdo despertarme en el hospital”,
explicó el joven, padre de dos hijos.
PERDIMOS LA CASA
“Ya no puedo más, estoy desesperada”,
dijo angustiada su madre, Silvia Sierra, mientras se ahogaba por el
llanto que la invadió al recordar como malvivientes le frustraron la
vida a su progenitor. Sierra, explicó que la situación de su hijo no es
lo único doloroso que ha vivido, ya que hace un año las lluvias y las
fallas geográficas en la colonia La Obrera le destruyeron su casa.
“Perdimos nuestra casa y me da no se qué
verlo (a Reyes) tan deprimido, que me diga que no sirve para nada
porque él desea ayudar”, dijo la abnegada madre mientras mostraba las
heridas que tiene su vástago en varias partes del cuerpo. “Según el
doctor, los disparos más certeros son los que le pegaron en el cuello y
el brazo porque son los que lo dejaron parapléjico; él tiene que estar
amarrado porque tiene movimientos involuntarios que le hacen llagas; por
eso le amputaron una pierna”, detalló Sierra.
NO TENEMOS DINERO
La desgracia ha seguido a esta familia ya que su casa se derrumbó el año pasado. |
“Para nosotros es muy difícil, no
tenemos dinero, tuve que vender mi puesto que tenía en el mercado para
comprar los medicamentos de mi hijo, ya no tengo para pagar el alquiler y
mi esposo quedo sin trabajo hace dos meses”, dijo esta humilde
hondureña, precisada de ayuda. Mientras su progenitora hablaba, Reyes
enseñaba la bolsa plástica, color negro, que utiliza en su colostomía
(canal abierto a nivel de abdomen para que defeque) porque no cuentan
con el dinero suficiente para comprar los medicamentos que necesita.
“He pasado bastante tiempo en el
hospital en operaciones y en cirugías; me salieron unas úlceras en la
espalda, entonces casi siempre paso en depresiones”, dijo el joven.
Confiado en que su testimonio será escuchado y que las autoridades
actuarán para ayudar a su madre, Reyes solicitó ser reubicados en otro
sector de la capital para evitarse el pagó de alquiler.
“Mi madre ha luchado, pero creo que ya
no puede más, tenemos que ser reubicados porque ya no podemos pagar el
alquiler de esta casa y mis medicamentos son costosos y ella hace lo
imposible por conseguirlos, pero ya no tiene donde ir”, apuntó el joven
mientras se cubría con una sabana sus heridas.
Por: Faria España
- NÚMEROS
Semanalmente esta familia gasta 600
lempiras en los implementos que obligatoriamente debe utilizar
Alexander Reyes, entre estos: bolsas de drenajes, gasas estériles,
sondas y otros. Además el pago de alquiler.
- CUENTA
Para ayudar a esta familia hacer sus depósitos en la Cooperativa “Fraternidad Perspírense”, cuenta 30000752.
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