Honduras: Un triste espectáculo

Jueves, 26 Enero 2017
El pueblo fue testigo de la conversión del Congreso Nacional en el circo más caro y malo de Honduras. La presentación de los responsables de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial fue el más reciente espectáculo dado al país.
La razón del espectáculo fue la apertura de la cuarta y última legislatura del actual Congreso Nacional.
Comenzó el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, quien felicitó, agradeció a muchos, pero no dijo nada sobre crisis de corrupción e impunidad que vive Honduras. Guardó silencio sobre la ilegalidad de la reelección, no dijo una palabra sobre el crimen de Berta Cáceres y los asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos, ambientalistas y periodistas. Guardó silencio sobre la investigación y castigo a los saqueadores del Seguro Social, ni una palabra sobre la ilegalidad y el recurso de inconstitucionalidad presentado en contra del peaje.

Al presidente de la Corte, le siguió el enamorado de Casa Presidencial. Juan Orlando Hernández habló mucho, pero no dijo nada, y todo lo dijo no como Presidente, sino como candidato presidencial. Entre sus barbaridades dijo: “en los próximos años vamos a sorprender al mundo de lo que somos capaces de hacer para transformar esta nación que tanto ha sufrido. Oigan bien el día que se los digo: Honduras sorprenderá al mundo y continente por la inversión que hará, sorprenderá al mundo con seguridad social para todos los compatriotas. En los próximos años Honduras sorprenderá al mundo, tanto que vendrán a estudiar lo que hemos hecho para recuperar la paz. Sorprenderá al mundo por la inversión que estamos haciendo en infraestructura. En los próximos años vamos a entregar a nuestros hijos un país incluyente, en los próximos cincos años se verán los resultados”.

Al Cierre de su discurso advirtió: “No olviden de dónde venimos. Aquí no hay espacio para esos que quieren dañar el país a cambio de unos cuántos Dólares y Euros. Aquí solo hay espacio para gente honesta, luchadora, que quiere el progreso”.

Si el informe de Juan Orlando  fue el discurso de un político en campaña, el discurso de Mauricio Oliva, se acercó más a los gritos de un activista excitado, que a la visión del presidente de un poder del Estado. Oliva, arengó sobre los avances del país en materia de violencia e institucionalidad, pero no dijo nada.

Al señor Hernández se le olvida que venimos de 7 años de administración del Partido Nacional, y él ha gobernado cuatro años como presidente del poder Legislativo y lleva tres en el poder Ejecutivo, y tiene el descaro y cinismo de seguir prometiendo  lo que no ha logrado en 7 años.

El triste espectáculo de los tres activistas del Partido Nacional al frente  de los tres poderes del Estado, expresa la profunda crisis de institucionalidad que vive Honduras, la crisis de la democracia hondureña y de los partidos políticos.  En el informe a la nación en vez de hablar de cómo hacerle frente a la desigualdad social, la deuda externa, la crisis de violencia, corrupción e impunidad se convirtió en la plataforma del Partido Nacional para el lanzamiento de la reelección de Juan Orlando Hernández. Y como todo mitin político estuvo repleto de cinismo e hipocresía, y no faltaron los empujones, insultos y gritos, muy propio de nuestros padres de la patria.

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Un triste espectáculo - 26 Enero 2 
            

 

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