Elman Díaz, propietario de una casa en
Residencial París, denunció que su inmueble tiene las paredes agrietadas
y el piso hundido.
La Tribuna.hn/
2 nov, 2015 - 8:21 am
Preocupados y en medio de un panorama sombrío se encuentran los pobladores de Residencial París, al ver cómo las paredes de sus viviendas se agrietan y los pisos se hunden.
El complejo habitacional está ubicado al oriente de la ciudad de Tegucigalpa, al final de la calle que conduce a la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH), en la margen izquierda del río San José.
Uno de los afectados es Elman Díaz, propietario de la casa número seis del Bloque E de esa colonia, quien manifestó que su inmueble presenta grietas en todas las paredes del primer nivel, así como en el segundo.
Explicó que se alarmó al ver cómo la cerámica del piso se levantaba. Por esa razón, la cambió recientemente. Sin embargo, ya presenta el mismo problema. Dijo que eso se debe al asentamiento del relleno, que a su juicio, es de mala calidad. Por si fuera poco, agregó que los muros se inclinan hacia atrás y “jalan” las estructuras.
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- Un estudio de Copeco indica que los lotes se rellenaron con desechos de construcción sin compactar.
Explicó que la demanda que presentaron fue acompañada de un estudio del proyecto, que realizó la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), además de un avalúo de las casas, realizado por un arquitecto, y un análisis estructural de la zona.
“Hay temor, pero estamos como los habitantes de la Ciudad del Ángel, que no tenemos a dónde ir… Por lo pronto, solo me resta reparar las grietas cada vez que aparecen”, dijo Díaz, decepcionado.
Recordó que “el costo de estos terrenos, en preventa, fue de 500 mil lempiras, para la construcción de la casa, 2.3 millones en total; en mi caso, lo del seguro sólo cubre 1.4 millones, porque el terreno yo ya lo tenía y la aseguradora solo cubre un 75 porciento del costo de la vivienda”.
INFORME DE COPECO
El informe de Copeco, mencionado por Díaz, se realizó en el 2014 e ilustra el tipo de problemas detectados en el suelo de la residencial.
“Geológicamente, las fotos aéreas nos revelan la existencia de laderas escarpadas, depresiones y dos fallas que cruzan el río San José, con rumbo casi EW y otra falla que pasa paralela al río…”, indica el documento.
El informe agrega que la Residencial París está situada actualmente sobre la cuesta de una de las laderas de una superficie plana, de la cual descendían varias quebradas que desembocaban en el río San José.
“Sin lugar a dudas, las quebradas que existían en la pendiente del talud fueron rellenadas con el material extraído, para luego construir las viviendas y calles de concreto hidráulico que ahora están en voladizo”.
“…cerca de los nacimientos de estas quebradas, el suelo se satura de agua y vuelve inestables las laderas inclinadas, originando procesos de hundimiento y de movimientos de laderas…”.
Además, el estudio advierte que “estos procesos no son viables para la urbanización y técnicamente son difíciles de controlar, ya que hacen colapsar todo tipo de construcción”.
ANÁLISIS TÉCNICO
La Residencial París inició actividades de urbanización desde el año 2009, no obstante, finalizó la legalización de los permisos que no habían sido resueltos hasta el 15 de febrero del 2012.
A través de la resolución JAT-001-2012, de la Junta de Análisis Técnico de la Alcaldía capitalina, el proyecto es aprobado en este mismo período, el 17 de febrero de 2012.
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- Las grietas poco a poco están desmoronando los muros perimetrales de algunas casas.
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- El muro en el sector de ingreso cedió con las lluvias, pues el suelo en la zona es arcilla roja propensa a los deslizamientos.
Luego de varias denuncias de pobladores de Residencial París, la Alcaldía realizó una inspección del lugar, para identificar características propias del proyecto y posibles fallas.
Fue así que se conformó una comisión integrada por varias instituciones, entre estas, la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep) y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
También se integraron la organización Mi Ambiente, el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) y la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
Además, participaron en las evaluaciones los oficiales de prevención certificados por el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
Copeco confirmó que siete viviendas resultaron dañadas a causa de la falla geológica que atraviesa la zona residencial.
En dichas estructuras se practicaron pruebas de resistividad eléctrica y estudios de suelo; de igual manera, se efectuaron análisis de penetración cónicas (ConePenetrating Test), con lo que se logró determinar que dicho complejo habitacional fue construido sobre arcilla roja que tiende a causar frecuentes movimientos.
RECOMENDACIONES
Los desarrolladores del proyecto habitacional hicieron caso omiso a una serie de recomendaciones que en su momento hiciera la Comisión, en cuanto a la construcción de un muro de contención muy cercano al cauce del río San José.
El muro se construyó 50 metros antes del cauce, aunque la ley establece que la distancia correcta es de 200 metros antes.
Una parte de esta infraestructura ya está colapsada por el efecto de la corriente del río y se espera que el resto corra la misma suerte.
Además, para los rellenos de los lotes se utilizó desechos de construcción, material que no es apto para rellenos; a esto se suma el hecho de que dicho material no lo compactaron, solo lo vaciaron, y por esa razón las estructuras están cediendo.
El relleno de los lotes es tan permeable, que al caminar sobre ellos, los pies se hunden; las paredes de las viviendas, en su mayoría, presentan grietas; y poco a poco se van separando unas de otras. Además, la cerámica de los pisos se levanta y las paredes se desplazan.
Los derrumbes de los cerros son comunes en épocas de lluvias y esto hace que los habitantes pasen pendientes especialmente en horas de la noche.
Debido a esta situación, los vecinos se organizaron para buscar respuestas y alternativas a esta problemática con los ejecutivos de la inmobiliaria “Sucasa”, que fue la que les vendió los terrenos.
LAS CONCLUSIONES
Copeco consideró que los hundimientos y deslizamientos ocurridos en Residencial París son causados por descuido del hombre, ya que no se ejecutó un estudio geológico ni geomorfológico, ni se tomaron en cuenta las normas de construcción para terrenos inestables.
Por esto Copeco declaró la zona como inhabitable, debido a este sinnúmero de problemas estructurales, aunque recomendó que si se construían obras de mitigación, se evitaría que este lugar se vulnerara aún más.
A partir de todas las evaluaciones técnicas, se generaron 65 informes que declaran a Residencial París como zona de riesgo para permisos de construcción.
Los sectores considerados no aptos para las construcciones son los bloques G-1, G-4, G-7, G-9, G-10, H-9 y F-3.
LA TRIBUNA, intentó obtener las declaraciones del gerente general de la Inmobiliaria Sucasa, Luis Felipe Lozano, para incluir en el reportaje el punto de vista y datos específicos de la empresa. Sin embargo, aunque se insistió varias veces en obtener una entrevista con Lozano; vía telefónica, su secretaria, Milly Sánchez, manifestó que la agenda del señor Lozano estaba llena. (JAL)
ADVIERTEN VECINOS:
Se presentará una demanda colectiva
José Ronald Ávila (dueño de casa): “Lastimosamente es toda una problemática donde estamos involucrados todos los residentes y hasta ahora nadie sabe qué hacer, aunque el plan inmediato es organizar a los vecinos y reunirnos para buscar asesoría legal. Luego se presentará una demanda colectiva en contra de la inmobiliaria, para que den una respuesta a esta problemática”.
RECOMIENDA COPECO
Hay que demoler las casas dañadas
Eliseo Silva (geólogo de la Unidad de Gestión de Riesgos de Copeco): “Hemos realizado una evaluación conjunta, en el marco de la Ley de Sinager, que convocó a varias instituciones para hacer una evaluación en conjunto que incluyera la parte económica y social”.
“Desde, el punto de vista de la parte técnica, se realizó un dictamen sobre la inestabilidad del sitio, que ya era conocida; y lo que se está haciendo ahora es tratar de minimizar los riesgos, tomando acciones que puedan permitir rediseñar el talud de la ladera y estabilizar el lugar”.
“El sitio en sí ya había sido ubicado como un lugar propenso a deslizamientos; de acuerdo a los mapas geológicos, el sitio está condicionado para esta amenaza de la estructura monolítica”.
El problema ahí es detectar fallas estructurales, pero en sí, el problema es de coluviones que hacen más vulnerables las construcciones de estructuras.
La recomendación de Copeco es trabajar en la remoción de las casas que registran daños, para quitarle peso a los muros, porque no tiene caso que sigan allí; detrás de todo esto hay un proceso legal.
En las aceras de algunas residencias se observan peligrosas grietas que van avanzando.
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