El soldado coleccionista de armas ha regresado de Estados Unidos directamente al teatro de las acciones, nada menos que a coordinar la campaña electoral del líder de la involución de los derechos humanos.
El retorno del heredero del alvarismo coincide con la matanza de personas en Colón, San Pedro Sula y Tegucigalpa, los escenarios que dan a Honduras el estatus de país más violento del planeta. ¡En un día, más de 13 personas asesinadas!
El mensaje evidente del proceso electoral 2013 que lanzan a menos de un mes para la convocatoria “oficial” es que el miedo es un recurso válido contra los candidatos adversarios y los electores.
Con esta determinación el fracasado secretario de policías de Maduro y Lobo llega en un momento “ideal” de guerra psicológica con terrorismo paramilitar en el Aguán; de anarquía en Casamata por la disputa entre policías narcos y policías gatilleros, y de protagonismo interventor estadounidense.
Hoy estamos en esta Plaza sin olvidar las acciones del tío, viendo al sobrino asociado a un estratega político extranjero dispuesto a incendiar los caminos de Honduras con la fuerza armada de la dictadura morada, que resulta de juntar la derecha azul, roja y verde.
Vienen días peores, pues en medio de la violencia inducida Estados Unidos toma control estratégico, político y económico de la inteligencia, investigación criminal, operaciones de interdicción y proceso penal.
El intervencionismo es obvio a través de la DEA, el FBI, la CIA, el Comando Sur y la IV Flota, que operan sin limitaciones en el territorio nacional, subordinando toda jerarquía policial y militar hasta preparar el terreno para una nueva sujeción total del país a su estrategia hegemónica.
El comportamiento de las tropas del coronel Alfaro destacadas en el Aguán además de abusivo, violento y demencial, es ilustrativo de lo que se está gestando dentro de las Fuerzas Armadas de ocupación; igualmente, la respuesta desproporcionada contra el magisterio en la Capital.
El montaje de la violencia paramilitar contra los movimientos campesinos que los invasores no han podido vencer en los tribunales y la verborrea guerrerista contra El Salvador y Nicaragua por el diferendo en el Golfo de Fonseca, hace protagonistas a los militares al punto de recordarnos la tragedia de los años 80´s.
Esta mezcla de masacres para el miedo con guerra de baja intensidad y falsos nacionalismos hacen de la campaña 2013 el peor presagio de graves violaciones a los derechos humanos que el mundo debe prever.
En este plantón, además de denunciar los peligros inmediatos, aprovechamos para expresar nuestra opinión favorable a la democratización del acceso a los medios de comunicación, la supresión de los oligopolios que imponen agendas informativas y editoriales, y la regulación de la libre empresa que vende violencia, terrorismo, prejuicios, discriminación y odio.
Por el contrario, rechazamos cualquier intento siquiera de regular los contenidos de la información y las formas de libre expresión de la ciudadanía por parte del Estado y los privados.
De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón
COFADEH
Tegucigalpa, M. D. C., 5 de abril de 2013
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