Por: Redacción CRITERIO.HN
Junio 28,2020 / redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.- “Estos once años han
significado grandes retrocesos democráticos para Honduras”, comenzó
diciendo el sociólogo y analista nacional, Eugenio Sosa, en su análisis
post golpe para Criterio.hn
El 28 de junio de 2009 la élites
políticas y económicas, acompañadas de las iglesias católica y
evangélica en contubernio con el Departamento de Estados de Estados
Unidos y las Fuerzas Armadas de Honduras, derrocaron a Manuel Zelaya
Rosales, electo democráticamente en noviembre de 2005.
Zelaya fue sacado de su casa en ropa
de dormir y llevado a la Base de Palmerola y luego lo trasladaron a la
ciudad de San José, Costa Rica que fue el país que se ofreció a recibir
al derrocado mandatario.
Sosa señaló que antes de 2009,
Honduras a nivel interno y a nivel internacional, aunque fuera con la
participación de fuerzas políticas conservadoras, se daban los procesos
electorales aceptados y creíbles en gran medida por el pueblo.
Luego del golpe de Estado a Manuel
Zelaya Rosales, el país retornó a la idea de los fraudes electorales y
significo a nivel de las élites la ruptura del pacto de alternabilidad
con la entrada del proceso reelección ilegítima.
Al pueblo, por su parte le preocupa es
el permanente y sistemático proceso de deterioro grande de las
condiciones de vida, producto de una economía que tiene un modelo
volcado hacia afuera y volcado hacia lo neoliberal, con gobiernos muy
proempresariales.
Y estos problemas no son nuevos, los
retrocesos democráticos fraudulentos si son más nuevos, pero la otra
parte social y económica es más una profundización y una agudización,
que una novedad, recalcó Sosa.
El país siempre ha tenido corrupción e
impunidad y como dijo el exembajador estadounidense, “la justicia
siempre ha mordido solo a los descalzos”, pero este tema de la
impunidad, corrupción e injusticia se volvió abierto, cínico y
descarado.
En los últimos diez años de gobierno
del Partido Nacional se volvió como si tuviera licencia para robar. Ya
para ellos robar, ni siquiera es un tema de vergüenza pública. Y han
caído en una degradación moral que ya nada les preocupa que los señalen
de corruptos y que el pueblo no les crea nada.
Señaló como ejemplo la supuesta
enfermedad del presidente Juan Hernández que nadie le cree porque han
perdido toda credibilidad y legitimidad.
Militares
En las transiciones políticas vividas
en América Latina en los años 80, los militares han quedado como un
enclave autoritario muy anclado en la sociedad lo que les ha permitido
resurgir con facilidad.
En chile, para el caso, el enclave
autoritario de los militares se enmarca en que la democracia se comenzó a
reconstruir con una constitución creada por la dictadura y en Honduras
los poderes a los militares, si bien es cierto se intentaron limitar,
pero en el corazón de las competencias y funciones constitucionales, se
volvieron intocables.
A tal grado que, ante la incapacidad
de los políticos, estos mismos prefirieron dejar en las manos de la
institución castrense, la idea de que fueran sus árbitros en el sentido
que fuesen los garantes de la democracia y los responsables de la
alternabilidad como lo expresa la Constitución de la República.
Los militares aprovecharon el golpe de
Estado y han aprovechado la crisis política, la violencia y la
inseguridad para colocarse en primera línea de las acciones importantes
de país y eso se observa en un presupuesto cada vez mas creciente, la
participación en actividades que no son de seguridad ni de soberanía y
ahora están en lo agrícola y con la pandemia han aparecido repartiendo
víveres y sometiendo a la población en el marco de la cuarentena, en un
renovado protagonismo.
Esto es producto de un gobierno
ilegitimo que tiene poca credibilidad e imagen que necesita un brazo
militar amigo que lo ayude a sostenerse en el poder y estos no dan ese
apoyo de manera gratuita sino a cambio de canonjías y mayor presupuesto.
Ahora hay oposición
El golpe tuvo una salida conservadora
porque los grupos oligárquicos con la OEA y el Departamento de Estado
lograron imponer un proceso electoral en plena crisis del golpe, con lo
cual Honduras comenzó un camino de retorno a una relativa calma avalada
por el entorno internacional.
Lo que se debe valorar, para no ser
solo críticos, es que el sistema político hondureño, antes del golpe no
tenia oposición. Los partidos Liberal y Nacional raras veces tenían
diferencias sustantivas en el Congreso Nacional en todo lo que hicieron
en más de 30 años desde el retorno a la democracia.
Con todo y las falencias, criticas,
dificultades y problemas; un hecho relevante es que a partir de 2009
Honduras comenzó a tener una oposición política. No perfecta, no como lo
quiere la mayoría, pero ahí está.
La oposición política era del Partido
Demócrata Cristiano con Efraín Díaz Arrivillaga en los años 80. En los
90 con Doris Gutiérrez y Matías Fúnez de la UD en los años 90 y hoy
podemos afirmar que hay un grupo de diputados que a partir de las
elecciones de 2013 hacen oposición como diputados del PAC, PINU, Libre y
ahora hay liberales haciendo oposición.
https://youtu.be/Zh6PwDpbpgY
Se espera que los que se reunieron
esta semana para derogar el Código Penal, se vuelvan a reunir y
comiencen a derogar un sinnúmero de leyes que han aprobado los
nacionalistas y que van en contra de los intereses del pueblo hondureño.
E apoyo de la población que lo eligió, la tienen apuntó finalmente
Eugenio Sosa.
https://criterio.hn/once-anos-de-retrocesos-democraticos-ha-vivido-honduras-tras-el-golpe-de-estado-de-2009/
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domingo, 28 de junio de 2020
Honduras: Once años de retrocesos democráticos ha vivido Honduras tras el golpe de Estado de 2009 // Otras informaciones en Criterio.hn
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