jueves, 28 de mayo de 2020

HONDURAS / PORTADA Y EDITORIAL EL LIBERTADOR ¡PENA CAPITAL A LA CORRUPCIÓN! // Editorial Aniversario / Los motivos de EL LIBERTADOR

 Publicado: 27 Abril 2020 
En este periódico pensamos que llegará el día cuando la ciencia clasifique la corrupción como trastorno mental, peor que el asesinato serial; el corrupto en su demencial sed de dinero, sin remordimiento, anula y destruye pueblos, por eso, debe aislarse de la sociedad, del tesoro nacional y de toda función pública.

                         En el campo penal eso han hecho los países donde han sometido a los corruptos por seguridad pública, tienen prohibido de por vida acercarse al Gobierno, pero saben que esos psicópatas están ahí, torvos, acechando. Con una diferencia a la actual Honduras, si salen, los espera la cárcel, el desprecio, la pobreza o la pena de muerte.
  
EDITORIAL

¡Pena capital a la corrupción!

La corrupción jamás da tregua, nunca.- Es enferma y criminal, va propagándose al infinito del descaro hasta contagiar todos los órganos del Estado; como un virus asfixia a quienes recetan un antídoto letal, va matando toda diferencia de dignidad y virtud profesional pública y privada; al final obstruye las vías de recuperación de la nación infectada. Sin cura, habrá muerte, postración y abuso oficial en ascenso, así es un Estado perdido, ahí anda hoy Honduras.

El corrupto es enemigo de la felicidad ajena, un antisocial cuyo cerebro torcido lo hace creer que su miserable codicia está por encima de la bonanza social; una peste, a la que basta condiciones mínimas para desarrollarse y destruir todo aliento de ciudadanía. ¿Cómo derrotar los corruptos? Desde el nacimiento de la civilización esa pregunta ha dado vueltas en la cabeza de gente con altos valores de vida y, que usted, en esta hora de encierro, también la piensa como un acertijo sin solución, con impotencia y justa indignación.

En lo que hoy invita al debate sobre la pena de muerte, que se aplica en 55 países del planeta, pocas personas creen que las leyes de una nación moderna como Estados Unidos, siguen sostenidas en la antigua ley israelita. En los mandamientos que Dios entregó a Moisés, donde plasmó el principio de “ojo por ojo” en el pueblo hebreo, el funcionario corrupto que con sus acciones daña y mata a otros, debe extirparse de la sociedad con pena capital.

Los detractores de la pena de muerte tienen razón en que aplicarla en países como Honduras sería letra muerta y arma peligrosa contra los débiles. Hoy no es viable sin Estado fuerte, pero esta justicia y este gobierno pasarán. Aquí la corrupción evolucionó a sistema dominante que fija relaciones desde las capas más bajas de la población hasta las esferas de poder, tanto así, que los nombres de los actuales magistrados de la Corte Suprema de Justicia estaban en una lista que el régimen Hernández impuso durante 16 noches en el Congreso Nacional.

En algún instante después, frente a un mal radical, habrá una medicina radical. Esa oración falsa, cómplice y cobarde que dice “sólo en Honduras pasa”, será tratada de frente, así ocurrió en Singapur, un país más pequeño que San Pedro Sula. Pero, así de pequeño, es el segundo puerto más importante del mundo y el centro financiero donde tienen su sede los bancos e instituciones financieras más grandes del planeta.

El secreto fue incrementar con dureza las penas de cárcel para los culpables de corrupción que carcomían el presupuesto público y restregaban la sucia opulencia al trabajador honesto. Las condenas más altas –pena de muerte en caso grave comprobado— se reservaron para empresarios y funcionarios que se apropian de dinero destinado a temas sociales delicados, entre otros, salud y educación, o para atender niños pobres y ancianos desprotegidos.

Los países menos corruptos del mundo nos dejan otras lecciones para considerar una estrategia completa anti corrupción, no tienen pena de muerte, pero crearon sistemas judiciales nombrados por mérito, larga tradición de integridad y compromiso social; la educación es de altísima calidad para todos los habitantes; en Nueva Zelanda, el país más decente de la tierra, la escolaridad promedio de la población suma 20 años; en Honduras, seis años los hombres y siete años las mujeres. ¿Ve la diferencia?

En este periódico pensamos que llegará el día cuando la ciencia clasifique la corrupción como trastorno mental, peor que el asesinato serial; el corrupto en su demencial sed de dinero, sin remordimiento, anula y destruye pueblos, por eso, debe aislarse de la sociedad, del tesoro nacional y de toda función pública. En el campo penal eso han hecho los países donde han sometido a los corruptos, pero saben que están ahí, torvos, acechando. Con una diferencia a Honduras, si salen, los espera la cárcel, el desprecio, la pobreza o la pena de muerte.

http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/1964-honduras-portada-y-editorial-el-libertador-pena-capital-a-la-corrupcion 

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Editorial Aniversario / Los motivos de EL LIBERTADOR

EL LIBERTADOR ha tenido de parte de los últimos gobiernos, ofertas formales e informales de decenas de millones de lempiras por la compra de un porcentaje de acciones, no lo hemos aceptado aun cuando una operación de valores es válida en toda parte, sin embargo, el periódico perdería la libertad. El único gobierno que trabajó con este periódico sin condiciones fue el de “Pepe” Lobo, él compartió que vendemos un espacio publicitario, no la línea editorial.  

EDITORIAL

Los motivos de EL LIBERTADOR

“Aquella mañana cuando EL LIBERTADOR entró al mundo, había tanto silencio en Honduras que nuestro susurro se hizo un grito que suena en toda la tierra...”, esta cita, que cumple 17 años el 20 de mayo de 2020, está en el primer editorial de este periódico, al único que la ciudadanía eligió el nombre y, asimismo, se declaró “Primer Auditor Social de Honduras”.

Cuando nació EL LIBERTADOR, en 2003, la internet personal era producto exclusivo de las capas altas de la sociedad. El público, casi todo estudiantes y jóvenes curiosos por tocar una computadora, accedía a la red en pequeñas tiendas “cyber”. No había redes sociales, pues, tal como las vemos este día, toman fuerza a partir del golpe de Estado en 2009; y la web, apenas iniciaba en ciertos medios escritos y no despertaba mucha importancia en empresas.

En el campo de medios masivos de comunicación, hace 17 años en el país, el dominio total de la noticia era de grupos corporativos que pronto llamamos “prensa tradicional”, por vieja y acomodada al poder a cambio de acumular vastas fortunas en sus distintas empresas. Sin otros canales de comunicación que demostraran lo contrario, esos medios se hicieron hábiles para mentir y ocultar la información de interés para el pueblo hondureño, de ahí creamos los lemas: “Publicamos lo que otros callan” y “Rompimos el papel de la prensa tradicional”.

Varias sentencias surgieron a medida fuimos entendiendo con la dureza de la realidad. Como jóvenes, íbamos descubriendo asombrados el funcionamiento perverso de un sistema local sometido a EE UU, que conspira contra la paz y fortuna del hondureño.- Un horizonte cada vez más amplio nos consolidaba la vivencia en la brega diaria, durante semanas, meses, años y décadas, de ahí surgió la frase: “Llamamos los hechos por su nombre, al ladrón, ladrón”, y las citas: “Sea parte de la historia...”, “Porque defender la libertad de expresión es dominar nuestro destino”, “Sólo los medios libres pueden contener la libertad”, “Sólo hacen Periodismo los medios que están del lado del pueblo; lo demás, es cualquier cosa, comunicación masiva o relaciones públicas, pero jamás Periodismo”.

EL LIBERTADOR, hoy presume con cifras que es el medio escrito más leído de Honduras: somos multimillonarios en lectores en las dos versiones, diario digital e impreso mensual. La última edición impresa, que por primera vez el mes anterior circuló digital por el Covid-19, en 15 días fue descargada por casi 400.000 personas. Cada año ambos periódicos registran millones y millones de lecturas de propios y extraños. ¡Eternamente gracias! Destinamos toda nuestra fuerza creyendo que como hondureños ese es nuestro aporte en la construcción, no de un país, sino de una nación con sintonía de sentimientos de grandeza y dignidad.

Tanto ha trascendido en el mundo la función social de EL LIBERTADOR, que pocos medios de comunicación del planeta y hondureños, no sabemos de otro en el país, que haya recibido la visita de ejecutivos de The New York Times o Dow Jones Factiva (The Wall Street Journal). En Ambos plantearon alianzas de trabajo noticioso con EL LIBERTADOR, tras estudios de audiencia de las empresas informativas hondureñas.- Con ambos no se logró, más adelante será con ellos o con otros; en ese momento el periódico no tenía el dinero para adquirir las plataformas y software que requería el moderno intercambio y subida global de contenidos.

El Director Fundador de EL LIBERTADOR, Jhonny José Lagos Henríquez, inició este proyecto con una parte del dinero que recibió como compensación, al renunciar después de una década de escribir en El Heraldo. EL LIBERTADOR inició sin capital, y tras casi dos décadas tampoco ha logrado el ahorro que le permita potenciar la inversión clave en todos los departamentos, adquirir nuevas tecnologías, contratación de talento humano o contar con un local propio. 

Cuando el fundador y amigos que atrajo a la idea, pensaban en la fuente financiera de EL LIBERTADOR, era sólo apasionada e inocente juventud, creían que sería el movimiento popular, porque los contenidos por primera vez pondrían en manos de la sociedad, con nombre y apellido, a las mujeres y hombres responsables del atraso nacional. Los contenidos han cumplido la promesa, pero el respaldo gremial nunca llegó, tampoco de la sociedad civil;  en el camino hacia los 17 años vimos a la dirigencia sin bases y sin conflictos sociales.

EL LIBERTADOR ha tenido de parte de los últimos gobiernos, ofertas formales e informales de decenas de millones de lempiras por la compra de un porcentaje de acciones, no lo hemos aceptado aun cuando una operación de valores es válida en toda parte, sin embargo, el periódico perdería la libertad. El único gobierno que trabajó con este periódico sin condiciones fue el de “Pepe” Lobo, él compartió que vendemos un espacio publicitario, no la línea editorial.   

Las páginas del periódico son testigos que las empresas que contratan espacios tampoco nos condicionan, hemos perdido muchos ingresos del gobierno y sector privado cuando no hay armonía en nuestra relación. Hemos rechazado dinero por campañas cuando atentan contra el interés de los hondureños; hemos asumido pérdidas cuantiosas en el actual gobierno durante casi 8 años, porque jamás daremos la espalda al pueblo por un gobierno abusivo, que se esconde en las armas de un Ejército traidor.

Hoy, llegamos a 17 años. Comentar este viaje en un café, entre colegas o amigos, o decirlo en un foro, puede resultar en burla incrédula.- Hacerlo ha sido extremo; es una decisión obsesa en contra de un clima de crudo oscurantismo social, clase política montuna y amoral y una economía feudal, donde la raíz del capital aún está en el despojo de la riqueza de la población controlando el gobierno. Si algún día dejamos de existir, sepan: caímos sin miedo, desde la altura.  

http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/2018-editorial-aniversario-los-motivos-de-el-libertador


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