Publicado 28 de Mayo 2018

“Las fuerzas nacionales con un genuino interés en nuestros país parecen tener menos significancia que las externas con las cuales, en forma clientelar, los actores políticos tradicionales tejen alianzas en pos de mezquinos interés”, dice el mensaje dirigido a los profesionales del país.
Ing. Víctor Sierra
Enlace del grupo
EL LIBERTADOR
Nuestro
país en este momento atraviesa una gran encrucijada histórica ante los
hechos recientes que comprenden, no solo la fiabilidad en la
institucionalidad estatal, si no, ante todo, la estabilidad y la paz
social a corto plazo en el pueblo hondureño.
Las circunstancias vividas en días recientes refleja una forma de gestión gubernamental, y a su vez un modelo de
desarrollo construido sobre la falta de consensos nacionales sobre el
camino que los hondureños queremos seguir en procura de un futuro más
promisorio y estable para todos.
27
años de ajuste estructural, no han siquiera hecho mella significativa
en los índices de pobreza y necesidades de la población más relegada del
país, a la vez que las diferencias existentes en las condiciones de
vida de los profesionales tienen algunas carreras, las menos demandadas
por un desarrollo muy dispar y trunco, donde las fuerzas nacionales con
un genuino interés en nuestros país parecen tener menos significancia que
las externas con las cuales, en forma clientelar, los actores políticos
tradicionales tejen alianzas en pos de mezquinos interés.
El
plan nacional de desarrollo que este país había aprobado, fue
abandonado y en su lugar se promueve las Zonas Especiales de Desarrollo
también conocidas como ciudades Modelos o ZEDES, mismas que se asocian
con la renta vil de la soberanía nacional a actores externos con la
supuesta legitima intención de generar empleo en las zonas más pobres
del país, pero que en realidad producen una rentabilidad rápida para los
pocos actores políticos y económicos que la impulsan y que pretenden
sus propios beneficios por la vía de intermediación de influencias y
capacidades de decisión de quienes son los llamados a la cena de la
Zedes.
Honduras
obviamente padece muchos otros problemas que demandan la necesidad de
una participación justa y franca de los pocos hijos de la patria que han
tenido el privilegio social de formarse a nivel universitario en la
toma de decisiones y acciones orientadas al progreso de la nación.
La
necesidad de preservar los recursos naturales, como la seguridad
ambiental para la población en nuestras cuencas, de estimar y gestar el
aprovechamiento racional y desarrollo de nuestros recursos forestales y
la de atacar el alto déficit habitacional con soluciones inteligentes al
requerimiento de un habitad agradable y
seguro, la falta de servicios legales sabios, francos y útiles, con una
administración de la justicia, que resuelva por lo justo y de forma
expedita, además de los deficientes servicios de salud, seguridad y
otros que deben ser temas que como profesionales universitarios debemos
abordar. Los hondureños tenemos el derecho histórico a desarrollar
nuestras carreras y nuestra experiencia profesional a partir de nuestra
práctica, no obstante, en nuestra propia tierra tenemos a ser relegados.
En
vista de la gran crisis política desarrollada a consecuencia de las
irregularidades en el reciente proceso electoral, el sistema político
oficial, aunado con las élites del poder, están llamado a un gran
dialogo nacional. Esta no es una intención inédita en nuestra historia, y
la mayor parte de tales previas experiencias han sido más bien
ejemplos de coaptación, donde se utilizan todas las tácticas necesarias
para tratar solo lo que interesa a los grupos de poder.
Mientras
un dialogo especifico en la dimensión política es totalmente necesario
entre las partes que se disputan las elecciones para acordar las formas
más cívicas en las cuales la crisis coyuntural actual pueda resolverse,
un diálogo Ciudadano amplio con los actores políticos, desde el
ejercicio de la soberanía, que yace en el pueblo es necesario, para
indicarles las rutas generales que la ciudadanía espera se sigan en
procura del sueño, de un desarrollo humano justo, sostenible e
incluyente.
Como
seres socialmente privilegiados por la educación, reconocemos una deuda
con la Patria, que hoy más que nunca nos llama a romper nuestra
indolencia aparente, a que nos unamos hacia la consecución de ACCIONES
POSITIVAS en el camino de apoyar, con criterios técnicos y racionales,
la gestación de tal dialogo ciudadano. Esto a su vez supone un previo
diálogo interno, entre todos aquellos que nos sentimos motivados a
responder, para definir nuestros roles y posturas ante lo indicado.
En
vista de lo anterior es urgente que, a través de la FECOPRUH, los
agremiados a los colegios profesionales universitarios hondureños, nos
reunamos para intercambiar ideas de cómo poder contribuir con el pueblo
hondureño en la mejor defensa de sus intereses. Debido a que el tiempo
apremia, proponemos que dicha reunión ocurra a la brevedad.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/2849-27-anos-de-ajuste-estructural-han-agravado-problemas-de-honduras-critican-profesionales
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