Roberto Campa, del Gobierno mexicano, en una reunión con familiares de los 43.
Por: Redacción CRITERIO
redaccion@criterio.hn
El nuevo grupo supervisará la criticada investigación oficial tras las desavenencias que mantuvo con el Gobierno de Peña Nieto.
Después
de una semana de reuniones en Washington, la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, CIDH, ha aprobado la creación de un equipo que
siga el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en México en septiembre
de 2014.
La intención de la comisión es que el equipo supervise la
criticada investigación oficial, de acuerdo a las recomendaciones de sus
predecesores, el Grupo Internacional de Expertos Independientes, GIEI.
El
nacimiento de este equipo consolida el nuevo papel de la comisión en la
investigación del caso Ayotzinapa tras la salida del GIEI. En abril
pasado, el grupo de expertos presentaba su segundo y último informe
después de año y medio de trabajo en México. El texto del informe
reflejaba fallas en la investigación oficial, pues apenas se había
investigado, por ejemplo, la red de teléfonos celulares empleada por
delincuentes y policías la noche del 26 de septiembre, cuando se
llevaron a los muchachos. El GIEI denunciaba además la actitud
evasiva del Gobierno mexicano a diferentes peticiones de los expertos,
por ejemplo, cuando quisieron entrevistar a los soldados del 27°
Batallón de Infantería del Ejército, con sede en Iguala. El Gobierno
nunca lo permitió.
Las
diferencias y continuos choques del Gobierno de Enrique Peña Nieto con
el GIEI acabaron simbolizados en las tres sillas vacías el día que
presentaron su último informe. El Gobierno no se presentó y se negó a
renovar el mandato del GIEI.
La
tarea del nuevo equipo –que la CIDH le ha llamado mecanismo de
seguimiento- carecerá por tanto de la envergadura que tuvo la de sus
antecesores. En un comunicado divulgado la mañana de este viernes, la
CIDH explicaba que dos funcionarios de la institución se encargarán de
dar seguimiento a las recomendaciones del GIEI –investigar las redes
celulares, entrevistar a los soldados, entre otras-; de recopilar
documentación e información nueva sobre el caso, trabajo que
desempeñarán en sucesivos viajes al país.
El Gobierno ha iniciado una búsqueda con tecnología LIDAR, un instrumento de lectura infrarroja del suelo y el subsuelo
La
desaparición de los 43 ha sido el parteaguas del Gobierno de Peña
Nieto. Dejando al margen las diferencias entre los distintos grupos de
peritos, oficiales y externos, que han investigado el caso –¿quemaron a
los estudiantes en un basurero o no? ¿El Ejército sabía lo que pasaba
aquella noche o no? ¿Policías federales participaron o no? Y así un
larguísimo etcétera–, lo sucedido con los estudiantes de la escuela
normalista de Ayotzinapa ponía al país frente al espejo. De repente
millones de personas constataban la cercanía de las policías municipales
de algunos pueblos de Guerrero con grupos de narcotraficantes y
sicarios, la retroalimentación de dos bandos que en teoría estaban
enfrentados.
A
siete semanas de que se cumplan dos años de una de las tragedias más
impactantes del México moderno, las familias de los 43 aún esperan que
los suyos aparezcan con vida. Es, al menos, la actitud que demanda a los
investigadores.
El
Gobierno de momento ha iniciado una búsqueda con tecnología LIDAR, un
instrumento de lectura infrarroja del suelo y el subsuelo. Hasta esta
semana se han cubierto casi seis hectáreas en cinco puntos de Iguala,
Cocula y el ejido Tijeritas.(Tomado de Elpaís.es)
http://criterio.hn/la-cidh-crea-equipo-seguir-caso-los-43-estudiantes-mexico-desaparecidos/
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