redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-La
Secretaría de Educación a cargo de Marlon Escoto, ha querido imponer
una alfabetización de adultos como trabajo social a los y las
estudiantes de último año previo a la obtención de su título como
profesionales de nivel medio.
La
idea no es descabellada y tampoco es una mala idea. Lo malo es que la
puesta en marcha de este plan parece que lo han sacado a la ligera, sin
darle el análisis profundo que requiere, situándolo en el contexto
actual de inseguridad y pobreza en que vivimos los hondureños,
Tanto
los maestros de los institutos y escuelas involucradas se quejan del
“brillante” plan de la secretaría de Educación que está imponiendo que
cada alumno debe alfabetizar por lo menos dos personas para poder
graduarse a finales del presente año.
Andrés
Martínez, de una inventada confederación de padres de familia
manifiesta, y este no es invento, que al proyecto le faltó socialización
con los maestros, con los alumnos y con los padres de familia para
poder conocer las condiciones de estos tres actores involucrados y que
el cuarto actor involucrado, que son los beneficiarios del proyecto,
tuvieran claro que es lo que se pretende y que al final serán ellos y
ellas los gananciosos que dejarán de ser analfabetas.
Martínez,
señaló además, que el artículo 154 de la Constitución de la República
manifiesta que “la erradicación del analfabetismo es tarea primordial
del Estado. Es deber de todos los hondureños cooperar para el logro de
este fin”.
El
Estado está representado por el gobierno que quiere erradicar el
analfabetismo pasándole a los jóvenes educandos una tarea que es de su
potestad, se quejó Martínez.
Los
maestros expresan además, y con justificada razón, que los y las
jóvenes no tienen la formación ni los argumentos pedagógicos para
preparar una clase y mucho menos para impartirla por lo que ven desde ya
un rotundo fracaso en este proyecto de alfabetización.
Elías
Muñoz, presidente del COLPROSUMAH señala que, hay más de 27 mil
maestros sin trabajo y que lo que debería hacer el gobierno es contratar
unos 15 mil de ellos para este proyecto de alfabetización y así cumplir
con la meta de erradicar ese flagelo para el año 2020.
Y
lo plantea de esa manera, porque los maestros si tienen los
conocimientos y la formación pedagógica para enseñar y para alfabetizar
adultos, que según los educandos es más difícil que educar niños, porque
los adultos ya tienen sus resabios y a muchos de ellos no les interesa
aprender a leer y a escribir pues ya tienen su vida hecha y han
sobrevivido así.
Otro
tema que si se hubiera analizado el proyecto y se hubiese socializado,
se habrían sopesado los costos que implica tanto para los alumnos como
para los maestros involucrados. Estos últimos se quejan y con
justificada razón, que el gobierno no les aumenta desde hace más de 7
años y la canasta básica sube cada día y de remate se tardan hasta seis
meses en pagarles a los educadores, situación que mantiene a los
profesores y profesoras en una situación caótica.
Los
alumnos son dependientes de sus padres y la situación económica de
Honduras no es precisamente de bonanza, razón por la cual los padres se
quejan que este proyecto que debe ser financiado por el gobierno, se lo
quieren pasar a los padres de familia y muchos hogares son manejados
por madres solteras que con mucha dificultad lograr matricular a sus
hijos e hijas en los colegios.
Con
esta brillante idea del doctor Escoto Valerio, se pretende que los
alumnos le paguen el transporte, alimentación y los materiales a los
alfabetizantes, situación ésta que en muchos casos excede los 4 mil
lempiras por alumno y muchos de ellos a puras “cachas” tienen el dinero
diario para el bus, otros se trasladan a pie porque no cuentan ni con
eso.
En
varios colegios de la ciudad de San Pedro Sula que se han ido a las
manifestaciones en el parque central de esa ciudad, han denunciado que
las personas a alfabetizar, aprovechándose de la necesidad de los
jóvenes de graduarse, les están cobrando hasta 400 lempiras semanales
para ser sujetos del programa.
Otra
situación que al parecer no se tomó en cuenta por las autoridades de la
Secretaría de Educación es la inseguridad que vive Honduras y que se
agudiza en algunas colonias denominadas “calientes” que son gobernadas
por las maras y pandillas. Sobre
todo las jovencitas que oscilan entre los 15 y 18 años, manifiestan su
temor a ir a esos barrios y colonias a buscar personas que quieran ser
alfabetizadas porque corren el riesgo de ser asaltadas, violadas o
asesinadas por los malvivientes.
Este
día en la ciudad de San Pedro Sula, las jóvenes estudiantes de varios
centros de enseñanza de aquella zona del país han denunciado también que
están siendo víctimas de acoso sexual por los miembros de las maras e
incluso por los mismos hombres a quienes pretenden alfabetizar
Ante
esta situación los y las jóvenes estudiantes están yéndose a las
huelgas y manifestaciones para denunciar estos peligros y los altos
costos financieros que para ellos y sus familias representan, y exigen a
las autoridades de Educación que analicen bien el proyecto y que sea
rediseñado porque así como está planificado no va a funcionar y traerá
más problemas que soluciones.
http://criterio.hn/alfabetizar-mas-problemas-soluciones/
No hay comentarios :
Publicar un comentario