En
una carta dirigida al Presidente Juan Orlando Hernández, al presidente
del Parlamento, Mauricio Oliva, y a la Justicia de ese país, los
premiados con el “Nobel Alternativo” pidieron al gobierno investigar el
asesinato de la líder indígena y no obstaculizar el regreso de Castro
Soto a México.
Los
signatarios de la carta alertaron que “Honduras está siendo observada
por el mundo”. El país centroamericano es uno de los más peligrosos del
mundo para los activistas sociales y ambientales.
Más
de 50 laureados con el Right Livelihood Award –conocido como ‘Premio
Nobel Alternativo’, galardón que anualmente se entrega en el Parlamento
Sueco- pidieron al gobierno de Honduras que investigue el asesinato de
la líder indígena Berta Cáceres y el ataque contra el ambientalista
mexicano Gustavo Castro Soto. Ambos fueron agredidos violentamente por
hombres armados el 3 de marzo en La Esperanza, localidad situada a 190
kilómetros de la capital, Tegucipalpa.
La
exitosa lucha de Cáceres contra la represa del río Gualcarque, proyecto
impulsado desde el gobierno y que pretende construir la empresa china
Sinohydro, aparece como la causa más probable de su asesinato. Como
miembro del COPINH, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras, Berta y otros miembros de esa organización fueron
amenazados muchas veces.
En
una enérgica carta dirigida al Presidente de Honduras, Juan Orlando
Hernández, al presidente del Parlamento y a la Corte Suprema de Justicia
de ese país (con copia a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos), los 50 premiados con el “Nobel Alternativo” alertaron al
gobierno de Honduras que "está siendo observado por el mundo” e hicieron
un inquietante paralelismo con el asesinato de Chico Mendes en 1988,
que afectó negativamente la imagen de Brasil. "Pueblos, organizaciones y
gobiernos de todo el mundo están observando a Honduras del mismo modo
que el gobierno de Brasil fue observado cuando asesinaron a nuestro
amigo Chico Mendes en Xapuri, en 1988", señala el documento.
El
gobierno de Honduras y empresas multinacionales "han sido involucrados
muchas veces" en la espiral de violencia que sufre el país, uno de los
más peligrosos del mundo para los activistas sociales y ambientales
según los informes de la organización internacional Global Witness. Los
premiados con el Right Livelihood Award coincidieron en pedir al
gobierno de Honduras "no permanecer en silencio".
Los
signatarios del documento también reclamaron al gobierno de Honduras no
obstaculizar el regreso a México de Gustavo Castro Soto, miembro de la
"Organización Otros Mundos Chiapas/Amigos de La Tierra México", la "Red
Mexicana de Afectados por la Minería (REMA)" y el "Movimiento
Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero, M4". Como testigo del
asesinato de Cáceres, su vida hoy corre peligro en Honduras.
Desafortunadamente una decisión judicial, basada en la necesidad de
nuevos testimonios, le impide abandonar el país por 30 días.
La
nota concluye con una frase estremecedora: "Nada va a ser igual después
del asesinato de Berta Cáceres. Hoy todos somos Berta Cáceres. Hoy
todos nosotros fuimos asesinados".
Activos
defensores del ambiente y los derechos humanos, los galardonados con el
‘Premio Nobel Alternativo’ de América Latina coincidieron en señalar
para la región "un lamentable aumento en la criminalización de la
protesta social y ambiental y el regreso de la política del garrote".
http://conexihon.hn/site/noticia/derechos-humanos/derechos-humanos/m%C3%A1s-de-50-%E2%80%9Cpremios-nobel-alternativos%E2%80%9D-piden-honduras
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