Escrito por Redacción | Marzo 4 del 2016
Secciones: Derechos Humanos
Secciones: Derechos Humanos
Washington, D.C. -
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifiesta su
profundo repudio ante el asesinato de Berta Cáceres, reconocida
defensora de derechos humanos, lideresa indígena y coordinadora general
del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
(COPINH). Berta Cáceres era beneficiaria de medidas cautelares otorgadas
por la CIDH en 2009 y en repetidas ocasiones había denunciado de forma
pública la situación de grave riesgo y hostigamiento en la que se
encontraba.
Cofundadora
de COPIHN en 1993, líder de la comunidad indígena lenca y una
prominente defensora de los derechos humanos, Berta Cáceres dedicó gran
parte de su vida a la defensa del territorio y de los derechos del
pueblo Lenca. En dicha capacidad, tomó parte activa en la campaña por la
defensa del Río Gualcarque, en el departamento de Santa Bárbara, en el
noroeste de Honduras, lugar donde se planifica instalar la represa
hidroeléctrica Agua Zarca. El movimiento contra la instalación de la
represa del cual Berta Cáceres formaba parte denunciaba que no se había
realizado la consulta previa, libre e informada con las comunidades
locales afectadas. Berta Cáceres ganó premios internacionales por su
actividad de defensa de derechos humanos y para defensores del medio
ambiente.
De
acuerdo a información de público conocimiento, en la madrugada del 3 de
marzo de 2016, personas armadas entraron a su domicilio en La
Esperanza, departamento de Intibucá, donde le dispararon causándole la
muerte de forma inmediata. Una semana antes del asesinato, Berta Cáceres
denunció en una rueda de prensa los asesinatos de cuatro líderes de su
comunidad, así como amenazas en contra de ella y otros defensores y
defensoras de derechos humanos. En los últimos años de su vida, junto
con otros integrantes del COPINH, fue víctima de numerosos actos de
agresión, criminalización, amenazas e intimidación, sobre los cuales la
CIDH se comunicó por escrito con el Estado, a la luz del artículo 41 de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La
Comisión Interamericana expresa su consternación y preocupación por el
hecho de que este asesinato haya tenido lugar, a pesar de las medidas
cautelares otorgadas a su favor y después de la última reunión de
trabajo, que tuvo lugar en la sede de la CIDH el 21 de octubre. En
efecto, en dicha reunión la CIDH llamó la atención a la delegación del
Estado sobre la situación de riesgo de Berta Cáceres y sobre las
falencias en la implementación de las medidas de protección a su favor.
Asimismo, la CIDH consultó sobre las razones por las cuales no se
adelantaba una investigación efectiva destinada a remover los factores
de riesgo que perpetuaron los continuos hechos de violencia y
hostigamientos en su contra. En seguimiento a la situación de riesgo de
la beneficiaria de la medida cautelar, la CIDH envió una carta al Estado
de Honduras el 8 de diciembre de 2015 solicitando información sobre las
medidas de protección e investigación que se debían adoptar. Según
información reportada por el COPINH, los hechos de violencia continuaron
y el 20 de febrero de 2016 durante una caminata pacífica contra la
implementación del proyecto hidroeléctrico “Agua Zarca”, más de 100
personas, entre las que se encontraba Berta Cáceres, fueron
presuntamente detenidas y hostigadas por fuerzas de seguridad.
La
Comisión saluda las declaraciones del Presidente Juan Orlando Hernández
Alvaro del 3 de marzo, condenando de forma contundente el asesinato de
la defensora y anunciando los esfuerzos para investigar esos hechos.
Asimismo, la CIDH reconoce la carta recibida por la CIDH de parte de la
Misión Permanente de Honduras ante la Organización de Estados Americanos
(OEA), expresándose en términos similares.
En
efecto, tal como lo reconocen las autoridades, el Estado hondureño
tiene la obligación de investigar este lamentable asesinato de manera
seria, pronta y eficiente, e incluir líneas de investigación donde se
analice como hipótesis que este crimen haya tenido como móvil su
actividad como defensora de derechos humanos. Además de establecer la
verdad de lo ocurrido, esta investigación debe establecer
responsabilidades y sancionar a los autores materiales e intelectuales.
Este crimen no debe quedar en la impunidad. Como lo ha sostenido en el
reciente informe sobre la situación de derechos humanos en Honduras, la
CIDH reitera su recomendación de implementar, en forma prioritaria, una
política global de protección de los defensores de derechos humanos y
adoptar una estrategia efectiva y exhaustiva de prevención con el fin de
evitar ataques en contra de las defensoras y defensores de los derechos
humanos.
La
Comisión reitera que los actos de violencia y otros ataques contra las
defensoras y los defensores de derechos humanos no sólo afectan las
garantías propias de todo ser humano, sino que atentan contra el papel
fundamental que juegan en la sociedad. Dichos actos perjudican además a
todas aquellas personas para quienes trabajan, dejándoles en un estado
de mayor vulnerabilidad, llegando incluso hasta la indefensión. La
Comisión recuerda asimismo que la labor de defensores y defensoras es
esencial para la construcción de una sociedad democrática sólida y en la
consolidación del Estado de Derecho.
La
CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los
Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión
Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los
derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA
en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes
que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y
no representan sus países de origen o residencia.
http://conexihon.hn/site/noticia/derechos-humanos/derechos-humanos/cidh-repudia-asesinato-de-berta-c%C3%A1ceres-en-honduras
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