Según
datos de la ONU aproximadamente un 70 por ciento de las mujeres en el
mundo ha sido víctima de violencia. En Honduras este escenario adquiere
matices dramáticos para las mujeres ya que es uno de los países con los
porcentajes más altos de impunidad, con una de las tasas de homicidios
más altas de la región y gran cantidad de violaciones de derechos
humanos registrados en la última década.
Para
el año 2015 se contabilizaron 526 asesinatos de mujeres, de los que
únicamente 92 han sido judicializados, lo que indica más de 80% de
impunidad en los crímenes presentados ante el Ministerios Público. Un
informe reciente del IUDPAS (Instituto Universitario de Paz y Seguridad)
reveló, que entre el año 2005 y 2014, la muerte violenta de mujeres
aumentó un 264%, lo que refleja una tendencia alarmante de incremento en
los asesinatos de mujeres.
A
pesar de la situación que viven las hondureñas, existe poca voluntad
política, de implementar leyes que promuevan el respeto y protección de
los derechos de la mujer. Debido a ello, se ha generado una fuerte
limitación en la capacidad jurídica de las mismas, lo que desencadena
violencia que en muchos casos termina en femicidios.
“Honduras: del poco acceso a justicia al asesinado impune de mujeres”
El
asesinato de Bertha Cáceres, coordinadora general del Consejo Cívico de
Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y gran
luchadora por la defensa de los derechos indígenas y de la mujer, es
muestra de la vulnerabilidad a la que se ven expuesta las defensoras de
los derechos humanos en Honduras, un país donde el 62% de los agresores a
defensoras de derechos humanos son agentes estatales, y donde cada 16
horas es asesinada una mujer, según cifras de CDM.
El
asesinato y persecución de luchadoras sociales trae de nuevo a la mesa,
y en el marco del día internacional de la mujer, el tema de la
ratificación del protocolo de la Convención sobre la Eliminación de
Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus
siglas en inglés), como mecanismo de protección de la integridad de las
mujeres.
La
CEDAW es un tratado de derechos humanos aprobado por Naciones Unidas en
1979 y ratificada por 187 países, que busca la implementación de
políticas públicas encaminadas a eliminar la discriminación contra la
mujer, adoptando medidas legislativas que sancionen todo tipo de
discriminación y estableciendo la protección jurídica de los derechos de
la mujer.
Es
importante mencionar que los estados miembro de la CEDAW, están
obligados a tomar medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo en
la esfera política, social, económica, y cultural, para asegurar el
pleno desarrollo de la mujer, garantizando a las mismas, el ejercicio y
goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales Además es el
único tratado que incluye el derecho de la mujer a decidir libre y
responsablemente el número de hijos que desea, obligando a los países
miembro a incluirlo en su legislación.
La
CEDAW establece un Comité para la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer, con el fin de monitorear los progresos obtenidos en la
aplicación del Convenio. Los Estados Parte, están obligados a tomar
medidas en todos los ámbitos políticos y presentar un informe al Comité,
para que examine las medidas legislativas, judiciales, administrativas y
de otra índole, que hayan adoptado para ser efectivas las disposiciones
de la convención.
A
pesar de que Honduras está suscrita a la CEDAW hace más de 30 años y es
uno de los países signatarios, en los últimos 15 años los gobiernos se
han negado a ratificar el Protocolo Facultativo que permita a las
mujeres hondureñas buscar justicia por vía internacional, mecanismo al
que se ven obligadas, debido a los altos índices de impunidad en nuestro
país. La falta de interés por aprobar el Protocolo Facultativo de la
CEDAW es reflejo de la poca voluntad política de las autoridades por
lograr avances en materia de derechos de la mujer.
El
mecanismo para reducir la violencia contra la mujer en nuestro país,
debe pasar por la implementación, de leyes que promuevan el respeto de
los derechos de las hondureñas, acompañadas del fortalecimiento
institucional de los entes encargados de impartir la justicia y,
generando de forma simultánea, reformas educativas que promuevan un
cambio en la actitud y pensamientos de las y los ciudadanos y
ciudadanas.
En
el marco de la conmemoración del día internacional de la mujer y ante
el nefasto asesinato de una valiosa luchadora social en Honduras, todos y
todas las y los hondureños y hondureñas, debemos exigir la aprobación
del Protocolo Facultativo de la CEDAW lo antes posible, para que los
casos de violencia y asesinatos contra las mujeres no sigan impunes y la
justicia prevalezca en nuestro país. ¿Cuántas mujeres más deben morir
para que cese la indiferencia de las autoridades hondureñas? ¡Basta de
femicidios y expresiones de violencia contra las mujeres en Honduras!
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/1097-celebracion-o-luto-para-las-hondurenas-en-el-dia-de-la-mujer
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