Dr.Samuel Santos
Mientras en su interior hace falta lo más básico para la correcta atención de los pacientes, donde no hay medicamentos ni soluciones intravenosas, donde la muerte hace un festín diario por falta de médicos y enfermeras que la enfrenten, mientras nuestros niños son arrullados en las antiguas redes de la muerte.
En los rostros de los pacientes se aprecia una leve sensación de abandono, de desesperanza mientras los bolsillos de sus familiares anuncian el fatídico silencio del dinero necesario para comprar los medicamentos necesarios
Mientras esto ocurre a alguien se le ocurrió que la mejor manera de solucionar esta inequidad social era pintándole la cara a la enfermedad y la muerte y así es como se maquilla el Hospital Mario Caterino Rivas, pero los que no podemos callar una injusticia seremos la sombra incómoda de los que hacen festín con el sufrimiento de los pobres, conscientes del peligro que esto conlleva.
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