El vehículo donde se trasladaban los garífunas quedó lleno de perforaciones de las balas militares
Por: Redacción CRITERIO/ Tomado de OFRANEH / 28 Dic. 2015
redaccion@criterio.hn/ La Ceiba, Atlántida.-En
la madrugada del pasado domingo 27 de diciembre, elementos de la Fuerza
Naval atacaron a un grupo de Garífunas que se encontraban en la barra
de Iriona (Departamento de Colón), tratando de remover un carro atascado
en la arena. Los elementos de la naval sin mediar palabra dispararon
contra los tres vehículos que se encontraban en el lugar.
Como
resultado del ataque falleció Joel Palacios Lino (24 años) y resultó
herido Elvis Armando García (19 años) el cual ante la gravedad de sus
heridas fue trasladado por los militares al Hospital de Tocoa, los que
sin proporcionar explicación alguna entregaron el herido al personal
hospitalario. Posteriormente García fue remitido al Hospital Atlántida
de La Ceiba, donde falleció el día de hoy.
La
precipitación con que actuó el grupo de aproximadamente de 20 militares
pudo haber tenido un resultado aún más desastroso ya que en los
vehículos se encontraban familias que se trasladaban entre las
comunidades de Tocamacho y San José de la Punta. La inexistencia de vías
de comunicación en la zona, obliga a los habitantes de la región a
utilizar balsas para cruzar las barras de los ríos, siendo muy frecuente
el desplazamiento nocturno en vehículos de doble tracción.
Los
Garífunas en el municipio de Iriona han manifestado en los últimos
meses un repudio a la militarización que padece la zona, como respuesta a
la tardía reacción al crimen organizado que se apoderó de la costa
norte de Honduras en las últimas décadas. Existen denuncias de jóvenes
Garífunas que han sido interrogados y torturados por los militares en la
comunidad de Plaplaya además de la intervención de la comunidad de
Limón, la que en varias ocasiones han efectuado manifestaciones públicas
de repudio a la presencia militar.
El
corredor de la costa norte de Honduras ha sido controlado desde hace
décadas por individuos asociados al narcotráfico, los que contaron con
un apoyo irrestricto de las autoridades militares y civiles, hasta el
punto que su influencia abarca alcaldías y juzgados.
A
partir del golpe de estado del año 2009, en los departamentos de
Gracias a Dios y Colón se recrudeció el arribo de avionetas y lanchas,
sin que en ningún momento las fuerzas de seguridad hicieran presencia,
demostrando de esta forma el patético contubernio existente entre las
“autoridades” y el crimen organizado.
”
Es a partir del año 2012, cuando los Estados Unidos interviene con su fuerza FAST (Foreign-Deployed Advisory Support Team) compuesta de elementos de la DEA y Policía Nacional, los que comenzaron a efectuar sobrevuelos nocturnos a ras, culminando la campaña de guerra psicológica con el ataque del 11 de mayo de ese año en Ahuás, donde fueron masacrados desde los helicópteros del Departamento de Estado. El operativo militar tuvo como resultado cuatro indígenas Miskitos muertos además de siete heridos.
”
Es a partir del año 2012, cuando los Estados Unidos interviene con su fuerza FAST (Foreign-Deployed Advisory Support Team) compuesta de elementos de la DEA y Policía Nacional, los que comenzaron a efectuar sobrevuelos nocturnos a ras, culminando la campaña de guerra psicológica con el ataque del 11 de mayo de ese año en Ahuás, donde fueron masacrados desde los helicópteros del Departamento de Estado. El operativo militar tuvo como resultado cuatro indígenas Miskitos muertos además de siete heridos.
Después
de cuarenta años de la supuesta guerra contra las drogas librada por
los Estados Unidos, parece ser que los resultados son contradictorios.
El negocio de las drogas continúa siendo próspero, mientras las cárceles
se encuentran repletas de las denominadas minorías raciales, siendo
particularmente castigada la población negra de ese país. Mientras en
América latina se vive un desangre como producto de la feroz guerra.
El
colapso institucional que padece Honduras, forma parte de la ambigua
supuesta guerra contra las drogas que predica el gobierno
estadounidense, la que ha sido utilizada para afianzar la intervención
militar en el continente; mientras tanto los paraísos fiscales prosperan
y el movimiento de precursores químicos para la elaboración de las
drogas continúa su flujo habitual.
Las
comunidades garífunas de Iriona se han mantenido al margen del
narcotráfico, y ciertamente la presencia de los narcotraficantes radica
en el régimen de terror que han impuesto, además de haberse apropiado de
franjas de territorio que han adquirido de forma dolosa y a precios
irrisorios. A pesar de las denuncias presentadas por nuestra
organización ante las autoridades en relación a las presiones
territoriales causadas por el crimen organizado, nunca los operadores de
justicia han dado respuesta alguna a las denuncias.
La
muerte de los jóvenes Joel Palacios y de Elvis García es un indicador
del estado de indefensión que se encuentra la población Garífuna de
Iriona. Si bien el día de ayer los garífunas fueron atacados por
elementos de la Naval, en un pasado no muy lejano, los militares fueron
cómplices en el trasiego. La actitud asumida por las Fuerzas Armadas en
un comunicado que supuestamente emitieron, donde señalan que hubo fuego
cruzado, no es más que un infundio por parte de las Fuerzas Armadas, la
que utiliza esta estrategia para eludir asumir la responsabilidad de los
crímenes cometidos.
Los garífunas han bloqueado carreteras y puentes en protesta por lo ocurrido y exigiendo la salida de los militares de la zona
La
farsa denominada guerra contra las drogas seguirá cobrando su cuota de
sangre inocente, mientras las drogas seguirán su flujo habitual a través
de otras rutas. Lo amos y señores del narcotráfico son los menos
afectados, mientras las poblaciones indígenas pagamos tributo tanto a
los narcos como a los militares.
La
población Garífuna de las comunidades de Iriona, se encuentran
enardecidas y se tomaron el día de ayer la carretera entre Limón y
Bonito Oriental, protestando por los asesinatos en la barra de Iriona y
la militarización que padecen los habitantes de esa zona.
La
OFRANEH exige una investigación exhaustiva sobre los hechos
acontecidos, donde los militares no continúen gozando de la impunidad
que han mantenido hasta la fecha. De paso, es hora que los Estados
Unidos revisen la fracasada farsa denominada guerra contra las drogas, y
se busque soluciones adecuadas para un problema social, al que le han
dado una respuesta bélica.
http://criterio.hn/asesinato-garifunas-iriona-la-farsa-la-guerra-las-drogas/
No hay comentarios :
Publicar un comentario