Guatemala,
26.02.2015 (EP) El día de ayer, las organizaciones del pueblo Ixil, recorrieron
las principales calles de Nebaj portando cartelones y cruces con nombres de
personas detenidas-desaparecidas en los sangrientos años ochenta.
“La vida no
tiene precio”, decía un cartelón que una abuela, con los surcos marcados, y los
ojos secos de tanto llanto,levantaba insistentemente, mientras que en otros se
podía leer “La historia no se puede olvidar porque no queremos que se repita”, y
uno con la foto de Ríos Montt cuando fue enjuiciado, era más claro sobre lo que
habían sufrido las comunidades ixiles en esa época, “Masacres, genocidio,
usurpación de territorio y despojo de tierras”.
Su rechazo a una amnistía era
total y esos pueblos siguen pendientes de lo que en estos días resuelvan los
Magistrados de la Sala de Apelaciones de lo Penal, que discuten, si le conceden
o no amnistía al general y a otros implicados en crímenes del pasado
Un representante de
las organizaciones de víctimas, alzó su voz en la plaza para afirmar que: “Los
que planificaron y ejecutaron esos actos de salvajismo están vivos hoy como si
nada hubiera pasado. Es por eso que al conmemorar este día, Día Nacional de la
Dignidad de Nuestras Víctimas, los presentes hoy en este acto, somos los
testigos vivos de lo que ocurrió y nuestro clamor es por la justicia y que esos
delitos degradantes no queden impunes. No buscamos venganza, solo buscamos
justicia”. Para ellos está claro que la reconciliación no es posible sin la
justicia que siguen clamando, y aun, cuando hay funcionarios, miembros del
Ejército o personas que niegan la historia reciente, afirmando que no hubo
genocidio, ellos, los sobrevivientes insistieron en que miles son los muertos y
miles son los deudos y que su presencia demostraba que a pesar de haber
intentado exterminarlos, se hacían presentes para dar testimonio y exigir
justicia.
Los oradores
citaron una por una las aldeas masacradas, dieron datos de la cantidad de
personas que murieron y de los miles de niños desaparecidos. Al fondo, atrás de
la concentración en el parque de Nebaj, una larga manta daba cuenta de lo
sucedido en la región ixil, “Hay una historia que tenemos que dejar a nuestros
hijos. No queremos que esa historia se repita. No queremos que siga la
marginalidad, la pobreza, queremos que los poderosos quiten sus botas de encima
de nosotros”. Una vez más el pueblo Ixil sobreviviente, se hizo presente en las
calles, como lo hizo durante juicio y condena histórica anulada por la CC.
Quienes quieran oír su voz, que la escuchen, quienes quieran seguir negando la
historia que lo hagan. Pero quienes piden amnistía es porque son culpables,
afirman los ixiles.
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