He
aquí algunas ideas libres sobre una teoría en construcción. “Honduras,
escribió Ramón Oquelí allá por los ochenta, es un país aletargado donde
hasta los volcanes se han apagado”, pero, no hay mal que por bien no
venga, porque después del golpe de Estado del 2009 el pueblo despertó
(india virgen que hermosa dormías) y las mascaras cayeron. En Honduras,
la esperanza está venciendo al miedo. La Honduras de los tiempos
fecundos ha sido hija de la audacia, no del miedo.
¿Qué
es la refundación? Es “la reorganización del conjunto de estructuras e
instituciones del Estado para que vuelvan a funcionar con normalidad”.
Las fuerzas sociales son las que moldean la historia y en el caso de
Honduras, el proyecto refundacional busca responder tres interrogantes:
¿Qué papel debe jugar el Estado? ¿Qué rol debe de jugar el Soberano (el
pueblo)? y ¿Cómo construir un sistema que garantice la plena vigencia
de los Derechos Humanos?
La
razón de ser de la refundación es construir un modelo que supere el
Estado degradado que actualmente somos. Un Estado degradado es un Estado
fracasado. Es una entidad inválida con incapacidad crónica de cumplir
la función básica de cualquier Estado moderno: preservar la ley y el
orden, por medio de una autoridad central reconocida como eficaz por la
población.
Un
Estado degradado no controla la totalidad de su territorio sino partes
de él. En la práctica, otros actores -maras y crimen organizado- han
logrado arrebatarle el dominio de zonas donde éstos imponen su “ley”;
el aparato institucional del Estado es frágil y precario, hay
instituciones pero no hay institucionalidad; es incapaz de proveer
servicios básicos a la mayoría de la población; y, se encuentra ausente
en amplios espacios e infiltrado por poderes facticos legales e
ilegales.
Es
necesario precisar: la refundación del Estado debe ser simultánea con
la transformación democrática de la sociedad. Debe existir sincronía
entre el Estado y la sociedad y viceversa. Es una tarea compleja y
contradictoria donde conviene advertir: El gran protagonista de la
refundación es el Pueblo, se trata de avanzar de una democracia
representativa a una democracia participativa. Es más fácil, acceder al
gobierno que refundar un país. La refundación es obra de varias
generaciones, donde cada generación asume los compromisos vitales en el
momento histórico que le toca vivir.
La
refundación se inspira en la necesidad de superar las fallas y
frustraciones de un Estado fracasado, fruto convulso de la aplicación
brutal de modelos importados como el neoliberalismo globalizador y el
capitalismo salvaje. También está en mente, el fracaso del proyecto de
refundación más ambicioso del siglo pasado: el Estado de los Soviets (la
Rusia actual) y, opta, por una transformación progresista, menos
radical, cual es la socialdemocracia europea y su versión
latinoamericana, el socialismo democrático.
La
lucha por la refundación del Estado no es una lucha política en
sentido estricto, sino más bien una lucha social, cultural, por
símbolos, mentalidades y subjetividades. La refundación del Estado no
implica cambiar solamente la estructura política e institucional,
requiere asimismo cambiar las relaciones sociales, la cultura y la
economía.
La
refundación imaginada. El proceso de refundación obedece a una lógica y
a una secuencia. Primero, se propone y construye un pacto social con la
participación y consenso de todos los sujetos y actores sociales, dicho
pacto es el corazón de un proyecto refundacional. En segundo lugar, se
convoca a una Asamblea Nacional Constituyente, originaria, incluyente y
participativa. La ANC no constituye un fin en sí mismo, sino que tiene
un carácter instrumental. En tercer lugar, se discute y redacta una
nueva Constitución, inspirada en un constitucionalismo de nuevo tipo,
que perfecciona el constitucionalismo liberal clásico y profundiza el
constitucionalismo social. En ese sentido, la nueva Constitución debe
ser, antes que nada, la expresión jurídico-política del nuevo pacto
social.
El
proceso de refundación del Estado y de transformación de una sociedad
es un proceso histórico de largo plazo, en la transición emergerán
instituciones y mentalidades híbridas que irán anunciando lo nuevo y al
mismo tiempo parecerán confirmar lo viejo. Las alianzas irán cambiando,
al igual que los métodos e instrumentos de lucha. Se darán muchos pasos
hacia atrás, pero lo importante es que éstos sean menos que los pasos
hacia adelante.
Finalmente,
quiero rendir tributo al más grande constitucionalista de Honduras,
Efraín Moncada Silva (1933-2013), que no traiciono sus ideales de
juventud y quien compartía plenamente las ideas aquí expuestas.
Tegucigalpa, M.D.C. 14/10/2013
*E-mail: pazernesto@gmail.com
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