martes, 23 de julio de 2013

HONDURAS: Periodistas hondureños sobreviven con menos de 8,000 lempiras al mes

Escrito por Redacción  conexihon.info/
Periodistas hondureños sobreviven con menos de 8,000 lempiras al mes
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Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Un 46% de los periodistas y comunicadores sociales en Honduras sobrevive con menos de 8,000 lempiras al mes, es decir unos 400 dólares, revela una encuesta realizada por el diario digital Conexihon, en cinco ciudades de Honduras, a 200 periodistas y comunicadores sociales.
 El estudio “Valorización del oficio del periodista en Honduras” incluyó un 61.5 por ciento de hombres, y un 38.5 por ciento de mujeres, de un total de 200 encuestas aplicadas en Tegucigalpa (82), Francisco Morazán; San Pedro Sula (28), Cortés; Tocoa (19), Colón; Choluteca (30) y Santa Rosa (13) de Copán y El Progreso (28), así como la realización de grupos focales para precisar los datos recogidos. 
La mayoría de los periodistas hondureños, trabajan entre ocho y  diez horas al día y suelen tener un promedio de 1 o 2 dependientes (personas que dependen económicamente, menores de 15 años y  mayores de 64).
Además de un promedio los consultados tienen unos cuatro años de antigüedad en el trabajo que actualmente desempeñan, sin embargo devengan apenas 1,400  lempiras más que el salario mínimo mensual establecido para el 2013, es decir 6,530 lempiras.
El concepto de periodistas, de acuerdo con la definición del Comité de Derechos Humanos, de las Naciones Unidas, en la Observación general N º 34 es "una función compartida por una amplia gama de actores, entre los que se cuentan los reporteros profesionales de tiempo completo y a los analistas de información, así como los blogueros y otros individuos que publican información impresa, en Internet u otros medios, sin olvidar que existen ciertas diferencias entre ellos…”.

¿Se reduce el número de profesionales?
De acuerdo con ese  panorama, el 63.69 por ciento de los periodistas consultados tienen un título profesional en comunicación o licenciados en periodismo, mientras que el 25.14 por ciento concluyó con sus estudios de educación media, o iniciaron la universidad y el 3.35 por ciento de los comunicadores solamente tienen su educación primaria. Igualmente se concluyó que el 3.91 por ciento tiene estudios de especialización, un 3.35 por ciento cuenta con maestrías y apenas el 0.56 por ciento tiene un doctorado.
Sin demeritar el trabajo de las distintas profesiones, para Claudia Mendoza, del Colectivo de Periodistas por la Vida, “el periodista merece ganar bien, porque es una profesión riesgosa ante el deber de informar a la población, se deberían tener mejores prebendas como una seguridad social garantizada, un salario digno o un seguro de vida”.
“Siempre he dicho que esto de los salarios son como la cara que tiene el gremio, pues te empuja a caer en la corrupción debido a la precariedad laborar, esta dualidad abrumante hasta cierto punto te puede obligar a ser un mercader de la información”.

Las condiciones laborales de la prensa en Honduras son tan adversas que Mendoza sugiere que el periodismo en nuestro país se podría “extinguir el buen periodismo”. En junio anterior, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) registró un total de 1,151 matriculados, es decir  unos 500 alumnos menos que en 2006, cuando se registraron 1,618 estudiantes.
Los recién egresados están obligados a trabajar por un salario menor al equivalente del mínimo, lo que quiere decir que recibe lo mismo que una persona sin profesión.  De acuerdo con la entrevistada el sector ha estado invisibilizado, porque no hay una dirigencia gremial interesada en reivindicar el derecho laboral del trabajador de prensa.
“No hay condiciones mínimas”
Para la viceministra de Derechos Humanos, Martha Sabillón, las "no hay condiciones mínimas por el trabajo en la cual laboran las y los periodistas en el país (pues) no están sujetas a contratos de trabajo, no establecen principios de estabilidad con respecto a las labores que ejercen, no hay un salario digno que respalde el trabajo que ellos realizan que significa una buena remuneración para ellos y tampoco se cumpla lo establecido en el Código del trabajo como jornadas de trabajo o periodos de vacaciones”.
Sabillón lamentó que  “tampoco se cumple lo esa establecido en la seguridad social y se ha mencionado en algunos espacios que los medios de comunicación, pues prefieren asegurar sus equipos, sus cámaras, sus vehículos pero no en asegurar sus periodistas. Realmente sus condiciones de trabajo con lo que se ejerce son por tanto precarias y no reúnen los requisitos en establecidos en el Código del Trabajo, ni tampoco lo que establece los convenios y tratados internacionales en Derechos Humanos al respecto”.
Igualmente recomendó que se haga una revisión de los diferentes Colegios Profesionales como el Colegio de Abogados de Honduras, Trabajadores Sociales o Psicólogos, para establecer una verdadera diferenciación en quienes ejercen el periodismo, tomando en cuenta que no solamente lo hacen personas que son egresadas de las universidades entre otros criterios para determinar un salario justo en función del periodo de tiempo en el cual trabajan.
Igualmente, señaló que el tema de la estabilidad laboral es fundamental, pues permite desarrollar en la persona su profesión con independencia y no va tener el temor de realizar su trabajo o que el medio de comunicación pueda sancionarlo dejándolo sin empleo.
Precaria remuneración
De los periodistas encuestados, 17.55 por ciento dijeron que reciben un salario mensual menor a los 5,000 lempiras. Otro 30.32 por ciento dijo que ganan entre 5 mil y 8,000 lempiras cada mes, es decir que poco más del 47 por ciento no alcanza los 8,000 lempiras. 
En ese sentido, la encuesta también indica que 15.96 por ciento devenga entre los 8 mil y los 12,900 lempiras, considerado por el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) el salario mínimo que debe ganar un periodista para este 2013.
En relación a lo anterior, el presidente del CPH, Juan Ramón Mairena, explicó a Conexihon que “existe un tope de inicio” de acuerdo con la tasa de inflación anual registrada en diciembre por el Banco Central de Honduras (BCH), lo que define el aumento anual que debieran recibir los comunicadores afiliados al Colegio.
“La mayoría de las empresas grandes podríamos decir que cumple con estos salarios como Televicentro, HRN, La Prensa, El Heraldo, La Tribuna… pero sabemos que en algunos medios que han surgido no llegan ni al salario mínimo, porque tener un medio de comunicación no es fácil”, comentó.

Al ubicar los rangos de los salarios según el trabajo desarrollado, apenas un 3 por ciento devenga más de 39 mil lempiras. Otro de los hallazgos es que se observan dos principales tendencias una de ellas es que el 26.50 se dedica a la reportería, mientras que el 18 por ciento son dueños de programas autónomos y trabajan como directores, reporteros y camarógrafos o técnicos a la vez.
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Periodistas hondureños prefieren la televisión 
Del total de los encuestados la mayoría un 46.96 por ciento se dedican a la prensa televisiva, seguido por un 21.55 por ciento a la prensa radial y un 11.60 por ciento se dedica a la prensa escrita, al igual que un 11.60 por ciento a las relaciones públicas, siendo estas cuatro las orientaciones que concentran el mayor número de periodistas y comunicadores empleados. Igualmente, se confirmó que un 3.31 se dedican a hacer periodismo frelance, un 2.76 por ciento a la docencia y apenas un 1.10 por ciento al periodismo digital y consultorías.

De acuerdo con el cargo en el que se desempeñan el 18% son directores o coordinadores de programas autónomos, un 3.50 por ciento son editores, otro 3.50 por ciento son productor (as), el 26.50 por ciento son reporteros (as), el 4 por ciento camarógrafos (as), un 0.5 por ciento como fotógrafos, un 1.5 por ciento jefes de Información, un 2 por ciento coordinadores (as) de noticias, otro 1.5 por ciento catedráticos, otro 8 por ciento corresponsales, un 6.5 por ciento colaboradores, un 17 por ciento presentadores (as) de televisión y un 7.5 por ciento locutores.
Duplican jornadas
De acuerdo con el análisis realizado, alguien que hoy quiera trabajar en un medio bien puede llegar a algunas emisoras y decir trabajo gratis y así los reciben. Otros para ganar algo de dinero tienen que vender pauta dentro de sus propios medios. 
Sin embargo, lo más preocupante está relacionado con aquellas empresas bien constituidas que sí pagan, pero salarios miserables y por eso prefieren contratar periodistas recién egresados o no graduados.
El 57 por ciento de los periodistas encuestados trabajan entre ocho y diez horas, y el 26,5 por ciento, entre 11 y 13 horas al día. “En algunos casos la situación se complica más porque los periodistas deben duplicar sus jornadas, ya que no mantienen una fuente única de ingresos sino que tienen otros empleos o actividades alternas que les permiten mejorar sus condiciones monetarias.
Al respecto Mairena considera que “se tiene que buscar un mecanismo más justo y equitativo”. “Estamos analizando que el salario mínimo del periodista muchas veces que convierte en el salario máximo, es decir que un periodista que viene entrando le pagan 12,900 lempiras, sin importar si tiene o no años de experiencia”.
“Tenemos a nivel de estudio (el mecanismo) pero creemos que debe ser más socializado con los medios y las empresas, aunque creemos que la mayoría gana más del salario mínimo, porque lo que varios colegas hacer es más por publicidad”.
Dentro de los profesionales de la comunicación, son los que trabajan en gabinetes de prensa, agencias y consultoras los que tienen sueldos más altos. Por ejemplo, el salario medio para un periodista con más de 8 años de experiencia en el gabinete de prensa es de 39 mil lempiras, mientras que en agencias de comunicación puede quedarse en 27 mil lempiras mensuales. Sin embargo, un periodista con 8 años de experiencia en medios de comunicación gana en promedio, 23 mil lempiras mensuales.

Trabajadores por “jornal” y sin beneficios
En el país con mayores muertes per cápita de comunicadores a nivel mundial, los beneficios laborales como la permanencia en un trabajo estable, el pago de prestaciones o el Seguro Social parecen tampoco tener mayor importancia, sumado a una remuneración baja para el sacrificio y  el tipo de trabajo que desarrolla este profesional.
El 31 por ciento de los encuestados  no cuenta con ningún beneficio además del salario que devengan, únicamente 27 por ciento cuenta con el Seguro Social, un 13 por ciento paga el Régimen de Aportaciones Privadas (RAP), un 6.5 por ciento paga un seguro de salud privado.
Entre otros beneficios, encontramos el pago del Fondo Social para la Vivienda (FOSOVI) un 1.92 por ciento, un 3.37 con Seguro de Vida, un 2.88 paga el Colegio de Periodistas y el Instituto de Previsión de Periodistas, mientras que un 11.54 por ciento cuenta con el pago de cooperativas autofinanciadas por los trabajadores de las empresas y el pago de transporte o alimentación en determinados casos cuando las jornadas superan las ocho horas continuas.
Al referirse a esto Mairena considera que su “deber es con los afiliados al Colegio, recuerde que los afiliados tienen muchos otros beneficios como el Instituto de Previsión del Periodista (IPP) el cual retiene el 10 por ciento del salario declarado, mientras que el patrón o la empresa entrega un 7 por ciento, esto sirve para el otorgamiento de préstamos personales, de vivienda, un seguro médico hospitalario y por supuesto la jubilación”.
La venta de publicidad
Fuera de las dificultades laborales que tienen los periodistas, a menudo ven obstaculizado el ejercicio de su profesión por presiones de terceros, considera Jorge Burgos, presidente de la Organización de Periodistas Independientes No Asalariados de Honduras (OPINAH), al explicar que muchos de sus agremiados han recibido presiones de tipo económico. Es decir, hay quienes dicen que pautan o dejan de pautar si un medio pública o se abstiene de publicar una información que le convenga o perjudique al anunciante. 
Además, como los grandes medios pertenecen a poderosos grupos económicos, suele haber un “círculo vicioso porque son de la misma línea a quien la crítica objetiva les afecta, si uno es del partido opositor al poder simplemente no lo toman en cuenta. Es decir, que hay un mandato no dicho de a quién pertenece la publicidad”.
Los periodistas que trabajan en las televisoras grandes han tomado otra forma de contratación, lamentó, “pues lo hacen únicamente de forma verbal y amparados en la nueva Ley de Empleo por Hora”. 

“Sabemos de un periodista que fue contratado por un Canal de televisión de los grandes, devengando 4,000 lempiras, por la mañana, y otro por 4,000 lempiras en la tarde, esto para el mismo canal, porque, para no pagar prestaciones o beneficios laborales”, subrayó Burgos.
Compromiso gobierno y medios de comunicación
De su lado, Carlos Paz, secretario general  de Sindicato Independiente de Profesionales del Periodismo de Honduras (SIPROPH), "debe haber un compromiso del propietario del medio junto con el gobierno de garantizar los mecanismos para garantizar el derecho a la integridad física y el respeto de una jornada laboral, tanto como los días de descanso, y otros derechos laborales que la Constitución establece y que son irrenunciables”.
Aseguró que debido a la difícil situación que se enfrenta muchos periodistas se ven forzados a “generar su propio empleo y generar empleo para una  tercera persona”. No obstante, en lo que va del año 46 colegas han tenido que cerrar sus espacios por la imposibilidad de poder pagar y esto se debe a ese incremento en el año en curso y el gobierno determinó hacer un recorte de un 40% de sus gastos publicitarios afectando directamente a estos periodistas independientes”.
A su juicio "establecer cuánto gana alguien es muy difícil pues las necesidades son muy diferentes y los compromisos también pero si hay que establecer un parámetro si lo hace en prensa escrita, radio, televisión, o digital allí se podría establecer esos parámetros y no un techo salarial”.
Finalmente Paz subrayó la necesidad de profesionalizarse para el ejercicio de la profesión "Como egresado de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) creo necesario que debe darse la profesionalización pero también debe de permitirse la libertad de expresión”.

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