Escrito por Miriam Elvir / http://conexihon.info
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).-
En otras palabras ser joven en Honduras se ha convertido en un crimen,
la juventud hondureña particularmente la que pertenece a la clase social
baja y media es acondicionada instintivamente a estereotipos
negativos. La gran pregunta que surge es ¿Por qué hemos llegado a este
punto?, o ¿A quién le interesa mantenernos sumergidos en una cultura de
miedo e indiferencia hacia la juventud?
El Estado de Honduras no combate la violencia: la administra
“La violencia es un buen negocio para
los medios de comunicación, los vendedores de armas y municiones,
empresas de seguridad, vendedores de drogas y para los políticos en sus
campañas porque el tema es algo vendible y sirve para conseguir votos”,
así respondió las interrogantes planteadas el Director Nacional de Casa
Alianza Honduras, José Guadalupe Rúelas García.
El Estado con el contubernio de la
impunidad y de la sociedad misma, manifestó Rúelas, se conforma con
informar que los asesinatos de jóvenes responden a asuntos del crimen
organizado o a ajuste de cuentas sin reparar en el dolor de sus
familiares. Ruelas argumento que el
papel de la Policía Nacional en la criminalización a la juventud es muy
compleja producto de una depuración con mucha tibieza.
“Hay desconfianza en las personas
encargados de brindar protección y seguridad la población se siente
indefensa amenazada y defraudada por quien debería protegerla existe la
idea que la Policía está persiguiendo a la población”, denunció.
Voluntad inquebrantable
Según Ruelas los jóvenes hondureños
son merecedores de su completa admiración, porque con una voluntad
inquebrantable se enfrentan diariamente a un país sin oportunidades y
sin una política pública clara que les permita superarse.
“Ser joven es estar cuesta arriba se
enfrenta a situaciones tan difíciles y a una indiferencia social y
estatal increíble, nosotros les hemos heredado un país sin esperanzas ni
oportunidades y ellos aun así luchan por nuestro país”, amplió Ruelas.
A su criterio, particularmente con los
niños y jóvenes en las calles la sociedad ha sido demasiado violenta
llegando al extremo de casos en donde por el día se les denigra y
humilla pero por las noches se les busca para abusar sexualmente de
ellos.
Estigma social
Datos de Casa Alianza
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Castillo relató con mucha nostalgia
como la sociedad hondureña criminaliza automáticamente a la juventud,
particularmente a los de sexo masculino; “yo le puedo dar un ejemplo
real, quise salir a recorrer los centros comerciales un día lunes como
mis familiares no pudieron acompañarme decide salir solo y estuve una
hora esperando taxi pero no me quisieron subir porque estaba solo y era
joven”, detalló.
Según Castillo el único taxista que lo
subió le dijo “a la mano de Dios” y después le comento que como
motorista de taxi mantiene cierta prudencia con clientes jóvenes,
hombres y que viajan solos, producto de la violencia y delincuencia
instaurada en el país”, ello explicaba el porqué le costó tanto tiempo
abordar un medio de transporte público.
“También he sentido el miedo y rechazo
de la gente en las calles, instintivamente cambian de acera y se
desvían de su camino, creo que mi apariencia informal podría ser la
causa o tal vez mi edad”, comento Castillo.
Finalmente el joven Castillo lamento
que la juventud de Honduras este atravesando por este tipo de
circunstancias que a su criterio son discriminatorias por parte de la
sociedad y las mismas autoridades que según él persigue a los jóvenes
por el simple motivo de ser jóvenes.
Varones los mayores víctimas de la violencia
Únicamente en el mes de enero de 2013
se contabilizó el encarcelamiento por 24 horas de 1,437 personas de las
cuales 162 eran menores de edad y 661 pertenecían a un rango de 18 a 35
años de edad, es decir que el 56 por ciento de los detenidos eran
menores de 25 años de edad, según el libro de reporte diario de
personas detenidas en las celdas de la Estación Policial del Core 7. Otra
peculiaridad de los datos obtenidos de la Estación Policial es que el
94 por ciento de los detenidos son del sexo masculino.
De
acuerdo con el informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en
Honduras “Desafíos y Avances”, elaborado por la Secretaria de Justicia y
Derechos Humanos (SJDDHH), la violencia, discriminación contra los
niños, mujeres y adolecentes es uno de los grandes desafíos que deben
enfrentar las instituciones estatales involucradas en la temática.
Según la edición del boletín No.28,
del Instituto Universitario en Democracia Paz y Seguridad (IUDPAS),
publicado en enero de 2013, en el análisis de la caracterización de
homicidios de acuerdo a la edad y sexo de las víctimas se muestra que
6,566 víctimas son del sexo masculino lo que representan el 91.6 % del
total.
En el análisis del IUDPAS el grupo
social más vulnerable es el comprendido en las edades entre los 15 y 44
años; con 5,354 hombres y 447 mujeres que representa un 80.9% (5,801) de
los casos. Un total 940 niñas, niños y jóvenes (108 niñas y 832 niños y
jóvenes) perdieron la vida en el año 2012. El rango etario más
afectado en hombres se ubica en primer lugar de los 20 y 24 años de edad
con 1,278 muertes (17.8%), mientras que en el sexo femenino corresponde
a edades entre los 25 a 29 años con
98 casos (1.4%).
Cerramos la entrega de este trabajo
periodístico investigativo con la reflexión del Director Nacional de
Casa Alianza Honduras José Guadalupe Rúelas García de Para Rúeles; “el
joven hondureño es producto de una sociedad indiferente nosotros les
enseñamos a querer, amar y también a odiar el muchacho sabe que los
adultos desconfían de ellos pero nosotros los hemos formado con
violencia por eso ellos muchas veces nos responden con violencia”.
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