Por Harald Neuber
Berlín, 20
abr (PL) El presidente del Ecuador, Rafael Correa, defendió el concepto
del Buen Vivir como alternativa al modelo consumista capitalista.
"No es un concepto de mi gobierno, es un concepto de nuestros pueblos
ancestrales. El concepto del Sumak Kawsay dice que hay que vivir con
dignidad, no buscar cada día tener más, sino vivir en harmonía con la
naturaleza y con los demás seres humanos", dijo en un entrevista
exclusiva con Prensa Latina.
Por ello, Correa consideró esta idea como una crítica al modelo consumista del occidente.
Eso es lo que buscamos, que nuestra gente viva dignamente, no teniendo
más cada día, pero obviamente sin las carencias gravísimas que hoy sufre
gran parte de la población ecuatoriana y latinoamericana, subrayó el
estadista: "El fin es que viva en harmonía con otras culturas, con la
naturaleza y con sí mismo."
Con respecto a la crisis europea,
Correa dijo que "si lo que buscamos es salir lo más rápido de la crisis
sin un mayor costo para los seres humanos, entonces Europa puede
aprender mucho de América Latina".
El presidente ecuatoriano
sugirió a los países miembros de la UE, que no hagan lo que se hizo en
América Latina en tiempos de la crisis económica.
"Porque las
medidas que se tomaron en América Latina prolongaron y profundizaron la
crisis y lamentablemente eso es lo mismo que se hace aquí en Europa",
agregó.
Durante su estancia de cuatro días en Berlín, Correa
ofreció una conferencia magistral en la Universidad Técnica de Berlín,
titulada "Caminos para salir de la crisis".
"Lo que hicimos fue
hacer una analogía entre algunas de las crisis que ha sufrido América
Latina, y lo que está pasando en Europa", comentó, y añadió que "las
similitudes son impresionantes".
Según el mandatario
ecuatoriano, en los inicios de la década de 1980, América Latina tuvo
también una crisis de deuda donde por conveniencia del capital
internacional financiero, por exceso de liquidez, hasta imponían
créditos a los países de la región.
"Pero, por supuesto, cuando
vino la crisis, se enfrentó el problema del over-borrowing
(sobreendeudamiento), pues prestamos demasiado, además prestaron
demasiado a dictaduras militares sin ningún control social, sin ninguna
legitimación democrática", recordó el presidente.
Explicó que después vinieron los "paquetazos" del Fondo Monetario Internacional.
¿Para superar la crisis? -preguntó- ÂíNo! Para pagar la deuda, para garantizar el pago de la deuda.
Por esta política, la crisis se demoró en ser superada diez años, es lo
que se llama hoy la década perdida para el desarrollo de América
Latina, dijo.
Conforme a Rafael Correa, Ecuador llegó a los años 90 con los mismos niveles de ingreso per cápita que en el 1976.
"Por eso, insisto, estas medidas prolongan la crisis, porque no buscan
proteger al ser humano. Buscan garantizar el retorno del capital
financiero, el pago del capital financiero. Y vemos que los mismos
errores se están cometiendo en Europa", concluyó.
Correa destacó que se trata de un problema de la economía política, de un tema político, no técnico.
"Es una cuestión de quiénes mandan en la sociedad. Y no nos engañemos:
En Ecuador también mandaba el capital y sobre todo el capital
financiero, como manda hoy en casi todo el mundo", añadió.
Según
el estadista, "eso es el gran desafío de la humanidad en el siglo XXI:
lograr la supremacía del ser humano sobre el capital".
Sin
embargo, el ser humano se ha convertido en un instrumento más de la
acumulación del capital y particularmente del capital financiero.
A la par, Correa subrayó la importancia de las nuevas instituciones regionales en América Latina.
Lo que ha logrado Unasur en estos años de creación desde 2008 es mucho
más de lo que avanzó en el mismo tiempo la Unión Europea. "Vamos más
rápido, pero tenemos que ir más rápido aún", agregó.
Como uno de
los futuros proyectos de los países latinoamericanos mencionó la nueva
arquitectura financiera regional que se está discutiendo "y ojalá pronto
estemos construyendo".
"Ya se empezó, por ejemplo con el tema de la compensación", dijo.
Calificó de absurdo utilizar una moneda extranjera para el intercambio
comercial entre los países latinoamericanos. Solo por eso se transfiere
riqueza al emisor de la moneda, por lo que se llama impuesto por
señoreaje, añadió.
"Si yo vendo una silla ecuatoriana a
Venezuela y utilizamos dólares para estas transacciones, los Estados
Unidos ganan un porcentaje de eso", explicó.
Por eso se está creando un sistema de compensación.
"Si yo le vendo 500 millones de dólares y ellos nos venden 400 millones
de dólares, ¿tenemos 900 millones de dólares? No. Se cruzan cuentas y
solo utilizamos cien millones", dijo.
Por otra parte, en estos momentos en el sur hay otro fenómeno absurdo, agregó.
"Uno de los instrumentos eran los famosos bancos centrales autónomos que mandaban los fondos de la región fuera", comentó.
"Estamos hablando de 400 mil millones de dólares para financiar países
más ricos que nosotros. Allá nos pagan 0,5 por ciento de intereses, tal
vez hasta un por ciento. Y nosotros prestamos este mismo dinero después
por seis, siete por ciento, es un absurdo", agregó.
Si se deja
esta plata en la región, los países latinoamericanos mismos pueden
utilizar estos fondos, se requerían menos reservas y estas se quedarían
en la región para financiar proyectos regionales, destacó.
"Estamos en eso y son problemas más bien de coordinación", agregó el presidente ecuatoriano.
"También estamos trabajando en el Banco del Sur, para prestar dinero en
condiciones adecuadas para proyectos sobre todo de infraestructura para
el desarrollo de Sudamérica", destacó.
En vista de los
múltiples conflictos sobre la nueva política económica y social de los
gobiernos progresistas, Correa rechazó la tesis de que la izquierda no
puede lograr un consenso en la sociedad. ¿Cómo puede haber un consenso
si estamos rompiendo la estructura de siglos?, contestó.
Recordó
a los cinco intentos de desestabilización, dos de ellos exitosos, de
gobiernos en América Latina en lo que va de este siglo.
"Los
cinco contra gobiernos progresistas, jamás contra un gobierno de
derecha. Eso muestra claramente lo que está pasando", dijo.
Conforme a Correa, con las nuevas democracias latinoamericanas, con
gobiernos progresistas con un inmenso apoyo popular, las cosas por fin
están cambiando, pero obviamente eso crea grandes enemigos.
"Cuando les conviene a ellos, son grandes defensores de la democracia,
pero cuando democráticamente estamos cambiando las cosas, no dudan en
asesinar presidentes, de tratar de tumbarlos", criticó.
Eso son los poderes -según Correa- que hay que enfrentar y derrotar en Nuestra América.
Mucha gente en Europa y Estados Unidos no lo entiende, evalúan la
situación en América Latina desde el punto de vista de sus países,
destacó.
"Si estoy en conferencias en Estados Unidos siempre les
digo, para que tengan un mejor contexto, un mejor enfoque para entender
lo que está pasando en América Latina, que se imaginen la lucha por los
derechos civiles en los años 60, como se mataba, como se asesinaba a
estos líderes", agregó.
También la lucha por la liberación de
los esclavos generó hasta una guerra civil que casi destruía a los
Estados Unidos", comentó.
Según el primer mandatario ecuatoriano, es un mejor contexto para entender lo que está pasando en América Latina. |
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