Rebanadas de Realidad -
Tegucigalpa, 27/01/2013.- No cabe duda que la Honduras de
hoy es un desastre por donde se le vea. El gobierno post golpe ha seguido
una ruta catastrófica, que más parece tener a la clase dominante saqueando
el país para la reserva de los días terribles que se avecinan.
Muchas
veces recurrimos a interpretaciones complejas de las cosas; otras nos
contentamos con seguir el rastro que nos van dejando para seguir, hoy
podemos advertir que el trasfondo de la venta de la patria, la ley de
minería, el trabajo por horas, la criminalización de la protesta, y muchas
acciones más, intenciones que llevan a la ocupación militar de los Estados
Unidos, en una acción tipo Haití, que podría producirse este año o el
siguiente, dependiendo de cómo se configure la correlación de fuerzas en
el país.
El juicio político
luce diseñado para “estrenarlo” con Porfirio Lobo Sosa, quien no sería
difícil de remover, y probablemente consentiría su retiro después de una
negociación que le produjera dividendos a un grupo de personas. En
Honduras avanza peligrosamente un plan que incluye lo que se conoce como
“Class Cleansing” o limpieza de clase, mediante la cual se desarticula
toda posibilidad de cohesión de las fuerzas opositoras al desmembramiento
de los Estados “parásitos”. A todo esto contribuye la ofensiva diplomática
del gobierno Hernández – Lobo que se pasean por el mundo diciendo que en
Honduras se han terminado todos los vestigios del golpe de Estado de 2009,
que la economía está bien, aunque enferma, y que el narcotráfico ha ganado
la guerra por el control territorial.
Mientras tanto, los
medios siguen, voluntaria o involuntariamente, la agenda que se impone
desde los centros de poder oligárquicos, haciendo que la opinión pública,
poco orientada y menos formada, se mueva como péndulo en la dirección de
la clase dominante. Por otro lado, nuestro análisis es limitado, no existe
mucha capacidad aun de ver el contexto, o entender la naturaleza de las
fuerzas que intervienen en el escenario político nacional, menos aun de
transmitir con claridad la conexión entre las acciones que en la realidad
plasma el poder real y las ciencias que son capaces de desagregar sus
factores. Los expertos en el “mercadeo político” se lucen con destreza en
el arte de desinformar mediante noticias manipuladas, chismes y mentiras.
Interesante ha
resultado el proceso electoral de 2012, en el que el bipartidismo se dio
el lujo de llevar al paroxismo la difusión de bochornosas acusaciones de
fraude, mientras ocultaban sin dificultad la victoria de una candidata que
no está en sus filas. Con el pasar de los días, la discusión pasó a los
eventos en el congreso, hasta que se desvaneció la pretendida disputa, que
ya había logrado dos objetivos claros: a) encubrir por un tiempo la
verdadera agenda de la derecha hondureña; y b) Invisibilizar la verdadera
ganadora de los comicios. Hay que ver que la manipulación viene
estructurada en números, que ignoran factores políticos, pero que se
asimilan incluso entre muchos dirigentes de la oposición que no saben
interpretar políticamente los eventos.
El análisis numérico
es una trampa característica de la derecha que utiliza todo tipo de
sortilegios, que niega algunas realidades que pueden definir procesos
históricos. La misión básica es contar, hacer cálculos, especular, dejar
que la población haga elucubraciones sobre las posibles sumas, restas,
multiplicaciones y divisiones que pueden definir el próximo proceso
electoral; increíble toda un telaraña que pone a la sociedad a tratar de
predecir lo que sucederá en noviembre de 2013 basado en lo que sucedió en
2012. Mientras este juego se da, la clase política al servicio de los
grupos facticos desarrollan su agenda.
Veamos los anuncios
optimistas, el presupuesto inflado, que finalmente aparece desinflado. El
anuncio con bombos y platillos de la adhesión a Petrocaribe, programa
solidario al que se opuso la clase dominante mientras la política
norteamericana se lo indicaba. Esto sumado a la embustera política
exterior Hernández-Lobo que presenta a los gobiernos hermanos del sur una
realidad manipulada, o una Honduras que no existe. Mientras tanto se
invoca la soberanía para buscar quien compre bonos en la China Continental
para pagar la deuda interna que a esta altura ya se ha vencido. Luego se
promociona la venta del país en trocitos como la panacea para salir del
maldito atraso que cargamos a cuestas desde siempre.
Irónicamente, Libre es
el único partido político en cuyo seno se desarrollan agrias discusiones
sobre los cargos, las intrigas, llegando incluso a tener personas
dedicadas específicamente a ese propósito. Los demás partidos,
consecuentes con la realidad se preparan para abatir a su único
contrincante, Libertad y Refundación, el que, a pesar de las
contradicciones, sigue adelante, consolidando con la energía del pueblo
una lucha cuyo final es aun imprevisible. El peso específico de LIBRE
dentro de la correlación de fuerzas de poder es mucho más grande que el
que entienden muchos de sus dirigentes y líderes.
Una de las cosas que
debería entrar en el debate político es la realidad del país; ¿Qué debería
saber, proponer un candidato a diputado u otro cargo para cambiar la
realidad en Honduras? ¿Qué debería exigir el pueblo de los candidatos en
todos los partidos? Sin mucha dificultad podríamos concluir que cada
candidato debe entender bien nuestro país, saber cuáles son las causas
fundamentales que nos han traído hasta acá, tener la disposición a
comprometerse con un programa político que inicie la reversión de los
problemas, y estar dispuesto a, incluso, ceder algunos de los privilegios
que ahora tiene. Este asunto no se revela en los medios de comunicación,
eso no le sirve a la clase dominante; discutir la situación nacional es
terriblemente inconveniente para el poder hegemónico.
Hace poco tiempo,
dialogaba con un compañero sobre asuntos francamente simples pero críticos
de las condiciones de vida de nuestro pueblo. Él me decía que se deben
implementar urgentemente medidas para incrementar el poder adquisitivo de
la gente; entonces llegamos a hablar de los trabajadores del sector
doméstico, históricamente humillados en condiciones cuasi feudales. Las
trabajadoras domésticas son contratadas normalmente por pagos de hambre,
sin derecho a nada, menos a salarios mínimos. En general estos servicios
son un lujo muy barato. Entonces viene la pregunta ¿Cuántos de nuestros
candidatos estarán dispuestos a pagar lo que deben a estos trabajadores?
¿Estarán dispuestos a establecer relaciones justas, que reconozcan el
valor del trabajo y otorguen condiciones estables que permitan al
trabajador alcanzar mejores estadios de vida? Me pareció curioso que la
cuestión no me la formulaba respecto a los candidatos del bipartidismo, me
hablaba de nuestros candidatos!!!
Seguro muchos se
preguntaran que tiene que ver esto con los primeros párrafos. Es justo
entonces explicar un poco. LIBRE es una poderosa fuerza política, con
grandes posibilidades de derrotar a un enemigo en el proceso electoral.
Sin embargo, esa no es la única misión de un partido político, organizarse
es esencial para defender en todos los campos con un adversario que tiene
dinero y armas. En la medida avanzan las semanas se vislumbra una
profundización de la crisis a limites desconocidos que la derecha está
dispuesta a aceptar; LIBRE hizo una denuncia al respecto, a través de su
candidata, el día 24 de enero, pero la misma no fue tomada en cuenta por
los medios de comunicación, ni por las personas que escriben en las redes
sociales. ¿Por qué?
Debemos ver
concretamente el hecho de que la agenda mediática la controla el enemigo,
y nosotros nos movemos al ritmo que ellos dictan. Ganar en el terreno de
la información depende mucho de los “vasos conductores”, que usualmente
son los líderes en todos los niveles. Si esos líderes y dirigentes
transmiten pesimismo, entonces el pueblo seguirá la ruta de la
desconfianza; por otro lado, si esos mismos personajes son capaces de
transmitir la realidad, su posición y compromiso con la transformación, su
disposición de estar en la primera línea del combate, y su predisposición
a ser los primeros en dar el ejemplo, aun a costa de sus propio
privilegios, se tendrá un pueblo invencible. Aunque esta afirmación pueda
ser acusada de panfletaria, la derrota del enemigo se hará en las calles,
todos los días, en movilización, en organización, en formación, diciendo
siempre la verdad, despojándonos de egos infértiles, e individualismos
perniciosos |
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