Por Juan Moreno
¿Qué es eso de “Redes Especiales de Desarrollo (RED)” o sus sinónimas “ciudades modelo”? Que
la tal iniciativa es una verdadera revolución para al fin dar el salto
hacia el desarrollo dicen los padrecitos de la criatura.
¿Pero
quiénes son los progenitores del “tierno”? Pues nada más y nada menos
que los mismos que han secuestrado el país y sus instituciones: las diez
familias oligarcas y sus maras armadas que se mueven a voluntad de sus
titiriteros en Washington D.C. y su oficina proconsular en Tegucigalpa.
¿Y
a qué responde el acto violatorio que ha concebido esa criatura? Pues
nada más y nada menos que a la nostalgia medieval que embarga a esas
doce familias y sus maras armadas. Porque eso es al fin de
cuentas el fondo del asunto: de la mentalidad medieval prevaleciente en
las familias oligarcas y sus mandaderos en el Congreso Nacional sólo
puede resultar un proyecto perfeccionado de la visión medieval de la
vida que motiva a los que han llevado a Honduras a las profundidades del
infierno desde junio de 2009.
Eso:
refinamiento de los hábitos medievales es lo que busca el tal proyecto
de las Redes Especiales de Desarrollo, el despedazamiento anárquico del
territorio nacional en pequeños feudos donde cualquier cosa será
posible, viniendo el proyecto sobre todo de quienes viene: los futuros
“marquesotes” de los feudos medievales en ciernes, objeto de mofa en el mundo entero.
Pero
no cuentan esas familias oligarcas y sus sirvientes en el Congreso
Nacional y los partidos tradicionales que el pueblo hondureño resistirá
hasta lo último contra semejante intento criminal. El pueblo hondureño
grita en todos los rincones de la patria hondureña: ¡No pasarán! ¡No
pasarán! ¡Resistencia! ¡Resistencia!.
Al final, los autores de semejante monstruosidad se irán a otra parte con su lloradera medieval.
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