Virginia Barrera, esposa del campesino asesinado, llora al lado del carro en el que llevaban la leña para cocinar. Foto: OPIDHA |
Tocoa, Colón. Miércoles, 16 de mayo de 2012.- Los campesinos del Aguán siguen poniendo los muertos mientras el terrateniente Miguel Facusse se apresta a recibir millones de lempiras por las tierras que hace unas dos décadas, después de la aprobación de la Ley de Modernización Agrícola del gobierno de Rafael Leonardo Callejas, empezó a arrebatar de manera dudosa a las cooperativas y empresas de palma africana de la reforma agraria.
La mañana del miércoles 16 de mayo de
2012, tres campesinos que se conducían en un vehículo cargado de leña
para atizar los fogones de sus cocinas, fueron atacados a tiros por
desconocidos que se conducían en un carro color blanco que se dio a la
fuga, dando como resultado la muerte de uno de ellos y dejando a dos
gravemente heridos.
El nombre del campesino muerto es Juan
José Peralta Escoto (60) y los dos heridos son Juan José Peralta (28),
hijo del fallecido, y Antonio Veliz.
En el Hospital San Isidro de Tocoa se
informa que ambos heridos serán remitidos, por la gravedad de sus
heridas y su crítica condición médica, al Hospital Regional Atlántida de
La Ceiba, departamento de Atlántida.
Para hacer el reconocimiento del cuerpo
del campesino asesinado al lugar de atentado se hicieron presentes el
doctor Cerrato, médico forense de Tocoa; la abogada Nolvia Judith
Montoya, fiscal del Ministerio Publico, y varios agentes de la Dirección
Nacional de Investigación (DNIC) y de la Policía Nacional Preventiva de
Tocoa. Al sitio también se hizo presente la esposa de Juan José Peralta
Escoto, Virginia Barrera Herrera, con quien deja varios hijos.
El anuncio del pago millonario a Miguel
Facusse fue hecho hace tres días por el Ministro y Director del
Instituto Nacional Agrario (INA), César Ham, y
publicado en la versión digital del diario Tiempo del lunes 07 de mayo
de 2012, que se publica desde la ciudad de San Pedro Sula, departamento
de Cortes.
“Hacemos un llamado de alerta
nacional e internacional para detener este clima de terror que impone el
actual régimen ante diversos sectores de la sociedad Hondureña, y
especialmente contra el Movimiento Campesino y de sectores en permanente
resistencia. Los asesinatos en Honduras tienen el objetivo de detener
el avance del movimiento social que defiende sus derechos”, manifestó Wilfredo Paz, del Observatorio Internacional Permanente de Derechos Humanos en el Aguán (OPIDHA).
Desde Costa Rica nos solidarizamos y repudiamos este nuevo crimen que se comete, misteriosamente y con total impunidad, en las narices del Ejército de Porfirio Lobo Sosa, que tiene militarizada toda la zona del Aguán.
Asociación Costarricense de Derechos Humanos – ACODEHU
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