| Fuente (ingles): FPIF
Escrito por Rosie Wong
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Jueves 5 de Abril 2012 |
Con sus caminos de lodo, chozas humildes, y constantes patrullas
militares, el Bajo Aguán en Honduras parece un lugar lejano de las
regulares y sofisticadas negociaciones climáticas de la ONU realizadas
en las ciudades capitales del mundo. Aun así, la lucha sangrante sigue
allí, se mete en el corazón de las políticas climáticas globales, lo
que ilustra hacia que fines llevan estos esquemas de mercado, diseñados
para compensar emisiones del carbono, cuando se encuentran con la
compleja realidad en los territorios.
Much@s más que antes,
campesin@s de escala pequeña en la región han caido bajo del pulgar de
grandes terratenientes como el magnate de aceite de palma Miguel
Facussé, acusado por grupos de derechos humanos de ser el responsable
por los numerosos asesinatos de campesinos en Bajo Aguán desde el golpe
de estado en el 2009. Aun así, la compañía de Facussé ha sido aprobada
para recibir fondos internacionales para la mitigación del carbono
bajo los Mecanismos de Limpio Desarrollo (CDM en inglés) de la ONU.
El
contraste entre la promesa de ‘limpio desarrollo’ y esta violenta
realidad, ha gradualmente convertido al Bajo Aguán en un centro de
atención internacional, - y en un pararrayos para las criticas de los
MDLs.
El Golpe-Militar y sus Secuelas
El
junio de 2009, un golpe militar derrocó el gobierno de Manuel Zelaya,
estancando las reformas y experimentos sociales progresivos del
gobierno con ideales de democracia participativa. “No era sólo para
expulsar al Presidente Zelaya”, dice Juan Almendarez, un prominente
defensor de derechos humanos y ambientales en Honduras. El golpe pasó
“porque los personajes poderosos estaban actuando en reacción a las
luchas del pueblo de Honduras”.
El resultado ha sido la
degradación social y la represión política. La tasa de homicidios en
Honduras ha subido de manera enorme bajo el régimen de Porfirio Lobo, y
se registra como la más alta en el mundo en el 2010. Grupos de derechos humanos resaltan los continuos asesinatos políticos de personas opuestas al régimen.
En este pequeño país, con 8 millones de personas, 17 periodistas han
sido asesinados desde el golpe. Organizadorxs LGBTI, activistas de
derechos Indígenas, sindicalistas, profesor@s, organizador@s juveniles,
defensoras de mujeres, y políticos de la oposición también han recibido
amenazas de muerte, o han sido asesinad@s. L@s responsables son rara vez castigad@s por el sistema de justicia
que, en su lugar, dedica sus energías a judicializar y perseguir
activistas sociales y de derechos humanos. A menudo las protestas son
agredidas con latas de gas lacrimógenas y munición real.
El golpe
evidencia también un retraso tremendo para l@s activistas campesin@s
que buscan poner un fin al acaparamiento de las tierras campesinas por
parte de los grandes terratenientes.
La Lucha por la Tierra en Bajo Aguán
Una
distribución de tierra altamente desigual ha sido un problema en
Honduras por mucho tiempo, y una verdadera reforma agraria aun no ha
sido conseguida. Sin embargo, una reforma agraria parcial en 1961
convirtió la selva tropical del Bajo Aguán en tierras disponibles para
cooperativas de campesin@s que llegaran desde diferentes partes del
país. Sacar los arboles para trabajar la tierra era trabajo
extremadamente duro, pero la perseverancia de l@s campesin@s las
convertió en una de las tierras más deseables y fértiles del país.
Sin
embargo, bajo presión de las instituciones financieras
internacionales, el gobierno de Honduras decretó la Ley de
Modernización Agrícola en 1994, permitiendo a las grandes productoras
sobretechos; extender sus territorios sobrepasando los límites legales
de sus propiedades. Como resultado, grandes terratenientes empezaron a
comprar la tierra de l@s pequeñ@s campesin@s, revirtiendo la poca
reforma agraria que se había logrado. Los costos humanos fueron
inmensos. Según Juan Chinchilla de Movimiento Unificado de Campesinos
de Aguán (MUCA), “forzó a masas de campesinos a emigrar a las ciudades y
a los Estados Unidos (EE.UU) bajo terribles condiciones”.
Un
antiguo movimiento social, el MCA (Movimiento Campesino de Aguán), ha
organizado varios actos de resistencia contra este desplazamiento. En
mayo del 2000, el colectivo montó una destacable toma masiva de lo que
solía ser una base militar estadounidense, en una larga y extensa área
de tierra arable controlada por agro-industrialistas. La MCA, en
coordinación con campesin@s sin tierra de todas partes del país,
organizó 50 camiones y, una manana temprano, entraron desalambrando el
cercado. Esa toma aún continúa a pesar de las amenazas y la
persecución.
En 2008, MUCA se tomó una de las plantas
procesadoras de aceite de palma de Miguel Facussé, y posteriormente
entró en negociaciones con el entonces Presidente Zelaya, para que las
tierras tomadas se transfirieran a l@s campesin@s de pequeños escala.
Cuando ocurrió el golpe, estas victorias de las luchas del pueblo se
vieron en riesgo, y l@s campesin@s sin tierra se movilizaron en contra
del golpe. Dirigentes de MUCA viajaron a la frontera Nicaragüense para
encontrarse con Zelaya en su segundo intento por regresar a Honduras.
Fue allí que MUCA decidió organizar una toma masiva de tierra desde el 9
de diciembre de 2009.
A pesar de esta resistencia, los
terratenientes impulsados por el golpe han continuado sus violentos
ataques contra de l@s campesin@s del Bajo Aguán. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en Honduras 42 campesinos fueron asesinados entre Septiembre de 2009 y Octubre de 2011. Informes más recientes
tienen cifras alrededor de 50 asesinatos hasta la fecha. En un
incidente sorpresivo y descarado en Noviembre de 2010, después de una
masacre de cinco campesinos en El Tumbador, Facussé dio una declaración a la prensa admitiendo que eran sus guardias de seguridad los responsables de la masacre.
Una
mujer miembro de la comunidad del asentamiento Marañones, en Bajo
Aguán, describió un desalojo de pequeñ@s campesin@s de la cooperativa
Guanchía el 8 de enero de 2010; el desalojo llevado a cabo por un
contingente de 500 policías y soldados, con gas lacrimógeno y pistolas:
“(era) un desalojo violento donde no nos presentaron nada que fuera
legal, los primeros saludos que nos dieron fueron las armas, verdad?
Empezaron a dispararnos, y a capturar y a golpear compañeras. Hubieron 9
niños capturados…compañeras violadas…las casas fuerón destruidas, de
nuestra comida una parte se la llevarón, la otra la tiraron…¨
Casi
cada campesin@ que entrevisté me contó que era inseguro salir de sus
asentamientos. La región está dotada con reténes militares y varios
campesinos han sido asesinados en camino desde o hacia sus
asentamientos. “De la forma que nosotros lo vemos, es que ser campesino
se ha convertido en un crimen” , me explicó Heriberto Rodríguez de
MUCA. En la zona han habido al menos cuatro operaciones militares desde
el 2010.
Aceite de Palma y Poder
Los
pequeños campesinos de Bajo Aguán ya viven bajo un estado de sitio.
Pero el comercio de carbon con el Norte global podría ayudar
incrementar aún más esta agresión bajo los Mecanismos de Desarrollo
Limpio (MDL). Bajo el actual tratado climatico de la ONU, los MDLs
supuestamente alientan al establecimiento de tecnología ‘limpia’ en el
Sur y permite provisionar a los actores de Norte con la manera más
eficiente (es decir, más económica) para reducir la contaminación
global. La ecuación básica es simple: un proyecto en el Sur que
aparenta reducir las emisiones de carbon genera créditos de carbono.
Estos créditos pueden comprarse y venderse por las compañías en los
países del Norte, quienes a su vez los pueden utilizar para cumplir con
los requerimientos gubernamentales de reducir contaminación, sin
reducir en realidad las emisiones en sus propias fábricas o plantas
generadoras .
Dinant, la compañia de aceite de palma de Facussé,
ha establecido uno de estos proyectos. En el pasado, la planta de
Dinant bombeo sus desperdicios en grandes pozos abiertos, un proceso
que produce cantidades grandes de metano. El proyecto de Dinant
consiste en capturar este gas invernadero y utilizarlo para provisionar
la energía a la planta. El proyecto estipula que reduciría la
contaminación de dos maneras: primero, a través de no permitir que el
métano que viene de los pozos abiertos escape directamente en la
atmósfera, y segundo, previniendo la contaminación que resulta de
quemar los combustibles fósil que anteriormente se utilizaban para
provisionar a la planta de energía.
El aprobamiento de Dinant es un problema obvio por numerosas razones.
Primero,
la expansión de la industria de aceite de palma contribuye a la
deforestación masiva en las regiones tropicales sensibles; resulta
irónico que Dinant sea recompensado por prácticas ambientalistas.
Además, la aprobación de MDL esencialmente promociona un modelo de
negocios de producción de aceite de palma para exportación – en lugar de
la producción de alimento para el consumo local – en un país donde un@
en cada cuatro niñ@s sufre malnutrición crónica. “No necesitamos
aceite de palma, acá necesitamos es alimentos” argumentó Heriberto
Rodríguez.
Finalmente, si los cables Wikileaks
que exponen algunas de las turbias negociaciones – incluso, pero no
limitado a sus vínculos potenciales con narcotraficantes (sin mencionar
su violencia documentada contra l@s campesinos del lugar) - sirven de
indicio, las fechorías de Facussé no son secretos para el Norte. Sin
embargo, un miembro del comite ejecutivo de MDL expresó a un periodista
que “no somos investigadores de crímenes” y además que “no hay mucha esfera de acción” para rechazar el proyecto bajo las reglas actuales de MDL.
Mientras
grupos de derechos humanos y ambientales han hecho salir a la luz
estos problemas, las compañias del Norte asociadas con el proyecto se
han retirado una por una, incluyendo a un consultora que contribuyó a
la solicitud del proyecto, el banco gubernamental Alemán quien acordó
darle un prestamo a Dinant, y la compañia de energía Francésa, que
había acordado comprar los créditos. Esto ha dejado vulnerable a Miguel
Facussé y a Dinant. Sin embargo, la lucha para detener dinero del
mercado de emisiones Europeo fluyendo hacia el Bajo Aguán no termina: el
comité MDL ha re-aprobado el proyecto, y el gobierno de Inglaterra no
ha retirado su aval, esto significa que la posibilidad de que aparezcan
nuevos compradores sigue abierta.
No para Vender
Cuando el Encuentro Internacional de Derechos Humanos fue realizado en Febrero, MUCA firmó un acuerdo con el régimen Lobo Sosa,
el cual incluyó un plan de financiamento para facilitar a l@s
campesino el pago a los grandes terratenientes de la tierra ocupada.
Sin embargo, críticos dicen
que aunque se pudiera confiar en el gobierno (un propósitio algo
cuestionable), los problemas cruciales de asesinatos e injusticias
continuan en la impunidad. La compañia de Facussé ahora está acusando a
l@s campesin@s de nuevas “invasiones”.
Para decir lo obvio, la
situación en Bajo Aguán sigue siendo increiblemente peligrosa. Grupos
locales de derechos humanos han solicitado un Observatorio Permanente de
Derechos Humanos para ser testig@s, documentar, y disuadir la continua
violencia en contra l@s campesin@s en la región.
Aunque la
creciente denuncia internacional ha hecho más difícil el acceso de
Dinant a fondos del mercado de carbono, el proyecto sigue oficialmente
avalado, y los préstamos de los bancos de desarrollo internacionales no
han sido cancelados. Heriberto Rodríguez, quien habló desde su choza al
lado de la carretera en un asentamiento de Aguán, no tenía ninguna
duda sobre el impacto de este apoyo internacional: “pues también los
que financian se vuelven cómplices de las mas de 46 muertes que han
ocurrido aquí en esta lucha. Si ellos les cortaran los fondos, los
terratenientes se van a sentir un poco presionados a cambiar sus
metodologías...”
El vocero del MUCA, Vitalino Álvarez, rechaza la
idea de los proyectos de negocios de emisiones de carbono
completamente. “Meternos en estos negocios es como hipotecar nuestra
tierra, así que a esto le decimos que no, este oxígeno no se lo vendemos
a nadie”.
Rosie Wong ha acompañado el movimiento en contra
del golpe en Honduras desde el 2009, ha visitado Honduras tres veces y
hace trabajo organizativo en Sydney, Australia. Recopila
actualizaciones mensuales actualizaciones (en inglés) en: http://www.sydney-says-no2honduras-coup.net y su email es: latinamerica.emergency@gmail.com. Kylie Benton-Connell, actualmente en Brasil, proporcinó apoyo en la investigación. |
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MUY INTERESANTE HERMANOS; ANTE TANTA IGNORACIA, NECESITAMOS EDUCACIÓN Y ORGANIZACIÓN PARA VENCER A ENEMIGO...SALUDES
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