“Inspirados en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora de movimientos como la Primavera Árabe, Ocuppy Wall Street, los indignados y la lucha de los estudiantes chilenos, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a las fuerzas y actores populares de todos los países a desarrollar acciones de movilización coordinadas a nivel mundial.”
Declaración de la Asamblea de movimientos sociales, Porto Alegre (RS), Brasil
Porto
Alegre, 30 ene. 2012, Tribuna Popular TP/Asamblea de Movimientos
Sociales.- Nosotros, pueblos de todos los continentes, reunidos en
la Asamblea de movimientos sociales durante el Foro Social temático Crisis
capitalista, Justicia social y ambiental, luchamos contra las causas de una
crisis sistémica que se expresa en una crisis económica, financiera, política,
alimentaria y ambiental, colocando en riesgo la propia sobrevivencia de la
humanidad. La descolonización de los pueblos oprimidos y el enfrentamiento al
imperialismo es el principal desafío de los movimientos sociales de todo el
mundo.
En
este espacio nos reunimos desde nuestra diversidad, para construir juntos
agendas y acciones comunes contra el capitalismo, el patriarcado, el racismo y
todo tipo de discriminación y explotación. Por eso, reafirmamos nuestros ejes
comunes de lucha, adoptados en nuestra Asamblea en Dakar, en 2011.
Lucha
contra las transnacionales
Lucha
por la justicia climática y por la soberanía alimentaria
Lucha
por la eliminación de la violencia a la mujer
Lucha
por la paz, contra la guerra, el colonialismo, las ocupaciones y la
militarización de nuestros territorios.
Los
pueblos de todo el mundo sufren hoy los efectos del agravamiento de una profunda
crisis del capitalismo, en la cual sus agentes (bancos, transnacionales,
conglomerados mediáticos, instituciones internacionales y gobiernos a su
servicio) buscan potenciar sus beneficios a costa de una política
intervencionista y neocolonialista. Guerras, ocupaciones militares, tratados
neoliberales de libre comercio y “medidas de austeridad” expresadas en paquetes
económicos que privatizan bienes, rebajan salarios, reducen derechos,
multiplican el desempleo y explotan recursos naturales. Estas políticas afectan
con intensidad a los países más ricos del Norte, aumentan las migraciones, los
desplazamientos forzados, los desalojos, el endeudamiento, y las desigualdades
sociales.
La
lógica excluyente de este modelo sirve solamente para enriquecer a una pequeña
élite, tanto en los países del Norte como en los del Sur, en detrimento de la
gran mayoría de la población. La defensa de la soberanía y la autodeterminación
de los pueblos, la justicia económica, ambiental y de género, son la llave para
el enfrentamiento y la superación de la crisis, fortaleciendo el protagonismo de
un Estado libre de las corporaciones y al servicio de los pueblos.
El
calentamiento global es el resultado del sistema capitalista de producción
distribución y consumo. Las transnacionales, las instituciones financieras, los
gobiernos y organismos internacionales a su servicio, no quieren reducir sus
emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora intentan imponernos la “economía
verde” como solución para la crisis ambiental y alimentaria, lo que además de
agravar el problema, resulta en la mercantilización, privatización y
financiarización de la vida. Rechazamos todas las falsas soluciones para esas
crisis, como los agro-combustibles transgénicos, la geo-ingeniería y los
mercados de carbono, que son nuevos disfraces del sistema.
La
realización de Río+20, en el mes de junio en Río de Janeiro, pasados 20 años de
la Eco ’92, refuerza la centralidad de la lucha por justicia ambiental en
oposición al modelo de desarrollo capitalista. El intento de “enverdecimiento”
del capitalismo, acompañado por la imposición de nuevos instrumentos de la
“economía verde”, es una alerta para que los movimientos sociales reforcemos la
resistencia y asumamos el protagonismo en la construcción de verdaderas
alternativas a la crisis.
Denunciamos
la violencia contra la mujer ejercida regularmente como herramienta de control
de sus vidas y sus cuerpos. Además, el aumento de la explotación de su trabajo
para atenuar los impactos de la crisis y mantener el margen de ganancia
constante de las empresas. Luchamos contra el tráfico de mujeres y de niños, las
relaciones forzadas y el prejuicio racial. Defendemos la diversidad sexual, el
derecho a la autodeterminación de género y luchamos contra la homofobia y la
violencia sexista.
Las
potencias imperialistas utilizan bases militares extranjeras para fomentar
conflictos, controlar y saquear los recursos naturales y promover dictaduras en
varios países. Denunciamos el falso discurso en defensa de los derechos humanos,
que muchas veces justifica las ocupaciones militares. Nos manifestamos contra la
permanente violación de los derechos humanos y democráticos en Honduras,
especialmente en el Bajo Aguán, el asesinato de sindicalistas y luchadores
sociales en Colombia y el criminal bloqueo a Cuba que completa 50 años. Luchamos
por la liberación de los 5 cubanos presos ilegalmente en los Estados Unidos, la
ocupación ilegal de las Islas Malvinas por Inglaterra, las torturas y las
ocupaciones militares promovidas por los Estados Unidos y la OTAN en Libia y
Afganistán. Denunciamos el proceso de neo-colonización y militarización que vive
el continente africano y la presencia de la Africom. Nuestra lucha es también
por la eliminación de todas las armas nucleares y contra la OTAN.
Expresamos
nuestra solidaridad con las luchas de los pueblos del mundo contra la lógica
depredadora y neocolonial de las industrias extractivas y mineras
transnacionales, en particular, con la lucha del pueblo de Famatina en
Argentina, y denunciamos la criminalización de los movimientos sociales.
El
capitalismo destruyó la vida de las personas. Por eso, cada día nacen múltiples
luchas por justicia social para eliminar los efectos dejados por el colonialismo
y para que todos y todas tengamos una calidad de vida digna. Cada una de estas
luchas implica una batalla de ideas que hace imprescindible acciones por la
democratización de los medios de comunicación, controlados hoy por grandes
conglomerados, y contra el control privado de la propiedad intelectual. Al mismo
tiempo exige el desarrollo de una comunicación independiente que acompañe
estratégicamente nuestros procesos.
Comprometidos
con nuestras luchas históricas, defendemos el trabajo decente y la reforma
agraria como único camino para impulsar la economía familiar, campesina e
indígena, y un paso central para alcanzar la soberanía alimentaria y la justicia
ambiental. Reafirmamos nuestro compromiso con la lucha por la reforma urbana
como instrumento fundamental en la construcción de ciudades justas y con
espacios participativos y democráticos. Defendemos la construcción de otra
integración, fundamentada en la lógica de la solidaridad, y el fortalecimiento
de procesos como la UNASUR y la ALBA.
La
lucha por el fortalecimiento de la educación, ciencia y tecnologías públicas al
servicio de los pueblos, así como la defensa de los saberes tradicionales, se
vuelven urgentes una vez que persiste su mercantilización y privatización.
Manifestamos nuestra solidaridad y apoyo a los estudiantes chilenos, colombianos
portorriqueños y de todo el mundo, que continúan en marcha en la defensa de
estos bienes comunes.
Afirmamos
que los pueblos no deben continuar pagando por esta crisis y que no hay salida
dentro del sistema capitalista!
Se
encuentran en la agenda grandes desafíos que exigen que articulemos nuestras
luchas y que movilicemos masivamente.
Inspirados
en la historia de nuestras luchas y en la fuerza renovadora de movimientos como
la Primavera Árabe, Ocuppy Wall Street, los indignados y la lucha de los
estudiantes chilenos, la Asamblea de los Movimientos Sociales convoca a las
fuerzas y actores populares de todos los países a desarrollar acciones de
movilización coordinadas a nivel mundial. Debemos contribuir a la emancipación y
auto-determinación de nuestros pueblos, reforzando la lucha contra el
capitalismo.
Convocamos
a todas y todos a fortalecer el Encuentro internacional de derechos humanos en
Solidaridad con Honduras y a construir el Foro social Palestina Libre,
reforzando el Movimiento global de boicot, desinversiones y sanciones contra el
Estado de Israel y su política de apartheid contra el pueblo palestino.
Tomemos
las calles a partir del día 5 de junio en una gran jornada de movilización
global contra el capitalismo. Convocamos a impulsar la Cumbre de los Pueblos por
justicia social y ambiental, contra la mercantilización de la vida y en defensa
de los bienes comunes, frente a la Rio+20.
Si
el presente es de lucha el futuro es nuestro!
Porto
Alegre, 28 de enero de 2012
Asamblea
de los Movimientos Sociales
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