Según el informe de una investigación presentado recientemente por el Movimiento Transformemos Honduras, el laboratorio Finlay posee como fuente principal de sus adjudicaciones, medicamentos de bajo precio, pero con mayores cantidades a suministrar. Es decir, la casa farmacéutica mantiene una especialización en medicinas baratas que se compran en grandes cantidades.
Acetaminofén, multivitaminas, multivitaminas prenatales y ácido fólico son parte de los productos que distribuye Finlay. Con sólo 15 tipos de medicamentos, este laboratorio recibió 76 millones 915 mil 488 lempiras, equivalentes a un 43% del monto global de sus adjudicaciones.
La investigación menciona que esta que esta empresa, mantiene nexos con el Grupo Lovable y con los diarios La Prensa y El Heraldo.
Cabe señalar que Lovable en un importante grupo de empresas maquiladoras dedicadas a la confección ropa íntima, ubicada en la zona norte de Honduras. El consorcio es propiedad de los herederos de Juan Canahuati y el Canciller de la República, Mario Canahuati, es uno de ellos
El vínculo que el laboratorio Finlay pueda tener con una empresa donde el Canciller del País, es socio, ubica al funcionario en un escenario de conflicto de intereses. El artículo 5 del Código de Conducta Ética del Servidor Público, señala que toda situación en la cual el interés económico, financiero, comercial, laboral, político o religioso, de un servidor público o de sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, se antepone al interés colectivo.
Otra situación que no puede pasar desapercibida, es que Jorge Canahuati, socio del laboratorio Finlay, también es el propietario y presidente del Consejo de Administración de los diarios El Heraldo y La Prensa, importantes medios de comunicación en Honduras, que ejercen mucha influencia en los gobiernos de turno.
También se menciona que Canahuati, socio de Finlay, durante mucho tiempo ha realizado negocios a través de las armas y municiones que el Estado compra para la policía y el ejército. En octubre de 2007, el ejecutivo acusó al empresario de mantener en sus dos diarios, una campaña de desprestigio contra el gobierno, situación que de acuerdo a la denuncia, habría sido motivada por el desmantelamiento de la venta irregular de de medicinas a la Secretaría de Salud y de armas a la Policía y a las Fuerzas Armadas.
La familia Canhuati también es propietaria de la Corporación Industrial del Norte (Corinsa), dueña de la embotelladora Sula y la franquicia de Pepsi Cola, de la purificadora de agua, Aguazul y de las franquicias de las cadenas de comida rápida Pizza Hut y Kentucky.
Cuadro demostrativo de los principales proveedores de medicamentos al Estado | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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