El trabajo
organizado de la oligarquía nacional para boicotear al FNRP.
La ingenuidad
de muchos (as) y compañeros (as) del FNRP provoca serias preocupaciones cuando
creen que las maniobras que ejecutan ciertas personas con credenciales de ser
parte de la resistencia son de genuina creación de su habilidad e interés por
contribuir a favorecer el trabajo político de la resistencia o por, por el
contrario, el interés personal de ascender a posiciones relevantes en el
siguiente proceso electoral.
La verdad es
que no obedece ni a uno ni a otro propósito; todo apunta a la división y
debilitamiento (sino desaparecimiento del FNRP). Y para eso se orquestan
comentarios en diferentes medios, incluida esta lista, para acompañar esa
estrategia que se estira y se encoge de acuerdo a la reacción de la militancia
del FNRP.
El enemigo creyó que con haber evitado que se
inscribiera el FNRP había dado un gran golpe y resultó todo lo contrario,
estimuló a la militancia a incorporarse con más entusiasmo y, en algunos casos,
con rabia, a la asamblea del domingo 26 de septiembre para consensuar un nuevo
nombre con el que la totalidad de los representantes llegados de todos los
departamentos del país están de acuerdo y utiliza ya en su trabajo político.
Ahora cuando
se percatan de que no dio resultado la argucia del nombre retroceden atacando a
la dirigencia del FNRP y hablando de la conciliación. Aunque hay quienes creen
ingenuamente en las alianzas con tales quinta columnas, algunos de dudosa
militancia en el seno de la izquierda.
Quien crea que
el enemigo ataca solamente con garrotes y balazos está totalmente perdido. El
mejor trabajo del enemigo es el de penetrar para dividir; causar desconfianza, socavar
el prestigio de sus dirigentes (cerca está el caso de Juan Barahona agredido
por César Ham y compinches), poner en precario la credibilidad de sus cuadros
(caso de Félix Molina) y quemar las fuentes de financiamiento.
Atrás de toda
esta ofensiva esta seguramente Carlos Flores Facussé, artífice de tanto daño al
pueblo, utilizando los mismos títeres que utilizó años atrás en distintas
ocasiones y a quienes no vale la pena mencionar porque nos perderíamos en la
apariencia de los intereses en conflicto.
-- L Raudales
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