sábado, 29 de agosto de 2015

Honduras: Las siniestras cúpulas religiosas

 La manipulación de las masas, a través de la iglesia como un dogma ideológico, se aleja de la esencia espiritual, para transformarse en un instrumento político del nuevo orden mundial, cuyo contexto se infiltra más, tanto en la iglesia evangélica como católica de Honduras y de otras naciones en la mira del ojo universal.
Escrito por: Ronnie Huete 
Periodista y activista de derechos humanos
Cooperante internacional
Washington D.C. 28 de agosto, La estructura física del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), atestiguó la confirmación del desaparecimiento del Estado Laico en Honduras, y de cómo es manipulado por siniestras cúpulas religiosas que se autoproclaman defensores de la fe.
La confraternidad Evangélica de Honduras vestida de blanco, actuó hoy, como una legión de demonios que siguen ordenes de su amo, al aceptar las directrices de un régimen corrupto, cómplice de violaciones de derechos humanos y desinteresados en la aplicación de la justicia.
Estas organizaciones religiosas, demostraron que su fe, es una mercancía puesta a la venta, ante la elite financiera de las Honduras, quienes serán los delegados ante la junta nominadora de magistrados de la Corte Suprema de Justicia hondureño.
Sin embargo, el acontecimiento de hoy, demostró que la impunidad en la nación centroamericana, es parida por su máximo poder judicial.
El parto de estas decisiones, se observa en la inoperancia del sistema judicial de Honduras en investigar los casos de corrupción, asesinatos y otros delitos de índole inhumana que sufre Honduras, con más fuerza después del golpe de Estado.
Corte imperial
El no tomar en cuenta, a otras instituciones de la sociedad civil, y organismos de mujeres, es parte de la estructura dictatorial de Honduras, representada por su gobierno, pero manipulada por la política exterior internacional de corte imperial, quien construye más el camino del acaparamiento total del Triangulo norte (Guatemala, El Salvador y Honduras).
Guatemala en este momento, vive una desestabilización total de su gobierno, El Salvador es ampliamente controlado por las pandillas, cuya organización nace en los Estados Unidos, cuya nación no está contenta con la llegada del poder, por segundo periodo consecutivo de un gobierno de corte de izquierda, y en Honduras está la puesta en marcha de la “revolución naranja”, cuya síntesis es dirigida desde amplios sectores conocidos en el imperio.
La desarticulación de los gobiernos de derecha o de izquierda en el Triangulo Norte, es un pequeño paso de apropiación imperial de estos territorios, bajo una sola directriz, que fortalezca los intereses económicos de las trasnacionales en estos territorios.
La unificación de Norteamérica (Canadá, Estados Unidos y México), en un solo país, sin importar sus soberanías, es el primer punto de llegada imperial, para luego engranar su última pieza en la región, el Triangulo Norte.
Organizaciones desestabilizadoras
Por tal motivo, los acontecimientos de hoy en Honduras, son encaminados a estas políticas desestabilizadoras, sin importar el color ideológico o la democracia, sin embargo en apariencia los organismos de inteligencia que intentan desestabilizar, se perfilan como defensores de la democracia y la paz social, pero su accionar contraria estos principios.
La Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ), es un claro ejemplo del papel coercitivo que efectuó hoy, ante las demás organizaciones de la sociedad civil, y también es muy claro el origen de su financiamiento, para operar en esa nación.
La manipulación de las masas, a través de la iglesia como un dogma ideológico, se aleja de la esencia espiritual, para transformarse en un instrumento político del nuevo orden mundial,  cuyo contexto se infiltra más, tanto en la iglesia evangélica como católica de Honduras y de otras naciones en la mira del ojo universal.

Este panorama, debe de motivar a los ciudadanos centroamericanos a no caer en la trampa desestabilizadora del imperio, al contrario se debe hacer un estudio más profundo de la raíz, hacía donde desean encaminar a estas naciones hermanas, y la forma en revertir este ataque sigiloso.
Apresando
Las marchas de los indignados en Guatemala y Honduras, deben tener una plena independencia basada en la realidad represiva que viven ambas naciones, esto con el objetivo de tomar las riendas de una verdadera lucha emancipadora, incluyente hacia las comunidades campesinas, pueblos originarios, afro descendientes y garífunas, quienes han sido históricamente excluidos.
El Salvador, al igual que sus naciones hermanas está siendo atacada a través de la manipulación de las pandillas contra sus ciudadanos, pero la mano imperial ante ello, es evidente.
Estas tres piezas en el tablero, se acercan más hacia Nicaragua, cuyo gobierno progresista ha fortalecido su relación bilateral con China en la construcción de un canal interoceánico.
Las tres naciones del Triangulo Norte, coinciden en la utilización  de siniestras cúpulas religiosas, y por ende desnuda los pequeños enemigos que poseen como demonios que visten de blanco, apresando a su víctima.
Cualquier atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras o sus invasores.
El autor de este artículo es corresponsalía voluntaria de http://conexihon.hn la revista Caros Amigos editada en são Paulo, Brasil para Centroamérica, la organización Casa Mafalda São Paulo, Brasil , La Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red y El portal http://desacato.info editado en Florianópolis, Brasil.

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