Ser
privado de libertad es una situación que puede volverse insoportable
para cualquier ciudadano, pero ser privado de libertad en un país
extranjero es peor. Este es el caso de Ángel Amílcar Colón Quevedo,
un migrante hondureño que tratando de llegar a los Estados Unidos, fue
presa de las redes de trata de personas y actualmente se encuentra
privado de su libertad, en la Cárcel Federal de Máxima Seguridad,
Cefereso Número 4, del municipio de Tepic, Estado de Nayarit, México.
Colón Quevedo es un defensor de los derechos humanos, ex presidente de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH), fue detenido el 9 de marzo de 2009 en Tijuana, México.
Del peritaje médico y psicológico, se concluyó que Ángel
Amílcar Colón Quevedo, “fue sometido a tortura física y psicológica,
consistente en la aplicación de métodos como: golpes, posiciones
forzadas, exposición a condiciones antihigiénicas,desnudez forzada,
asfixia, privación de la normal estimulación sensorial, vendaje de ojos,
presenciar tortura de otras personas, humillaciones, insultos,
comentarios discriminatorios en relación a su raza, entre otras
prácticas de mayor gravedad que no se exponen aquí, por respeto a la
intimidad de la víctima”. El peritaje fue
ratificado ante las autoridades judiciales del Estado mexicano, en una
audiencia en el juzgado que conoce la causa.
Nuestro
compatriota cuenta y ha contado con el apoyo irrestricto de los
defensores de derechos humanos del Centro PRODH, quienes le han prestado
la asistencia legal integral, sin embargo el auxilio de organizaciones
humanitarias como esta, no están a la disposición de la gran cantidad de
compatriotas que viajan a los Estados Unidos, por lo que es probable
que existan muchos más hondureños que han sido víctimas de tortura y
tratos crueles inhumanos o degradantes en las cárceles de México.
El
CPTRT, hace un llamado respetuoso al Estado mexicano, para que se evite
la práctica de la tortura cuando se detiene a nuestros hermanos
migrantes y se les garanticen los derechos humanos y la inmediata liberación de nuestro compatriota.
Al Presidente Juan Orlando Hernández,
para que se hagan las gestiones diplomáticas necesarias, para la
liberación de nuestro compatriota detenido en territorio mexicano.
Que
se implemente una verdadera política de protección de los derechos
económicos, sociales y culturales de los y las hondureñas, ya que sólo
de esta manera se evitarán las trágicas experiencias que
viven nuestros niños, niñas, hombres y mujeres, que buscando fuera lo
que debería recibir dentro de su patria, pierden la vida y la libertad
como es el caso de Ángel Amílcar Colón Quevedo.
Tortura
es “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona
dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de
obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de
castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido,
o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier
razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o
sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona
en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su
consentimiento o aquiescencia”[3].
Tegucigalpa 17 de julio de 2014
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