El pánico y la zozobra se han apoderado de la población universitaria
que hace uso del servicio de trasporte rapidito y después de tantos
atracos de los ladrones, ahora lo piensan mucho para abordar esas
unidades de la ruta UNAH-El Carrizal. latribuna.hn/ Jueves, 22 de Mayo del 2014
Para los jóvenes que salen de clases de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras (UNAH), son pocas las posibilidades que tienen para
obviar la ruta del asalto, pues a esos autobuses les han denominado
“los rapi-asaltos”.
Cada uno de los estudiantes tiene su propia historia de terror que ha vivido en ese trasporte, sin que haya podido denunciarlo, más que comentarle a su familia y a su compañeros que ya no anda el celular que le conocían porque en uno de las tantas ocasiones que viajó en esos automotores fue asaltado.
“He vivido tantos momentos terribles y cuando miro en esos buses a los ladrones con pistolas uno no halla qué hacer porque uno siente la muerte y no halla a quién pedirle auxilio porque ni policías se ven cuando están asaltando esos buces”, relató una estudiante de la carrera de Medicina.
La joven, frente a un grupo de compañeros, comentó que “esos ya no
son ni buses ejecutivos ni rapiditos, lo que sí son rapi-asaltos porque
la tardanza es que uno se suba cuando ya se suben los delincuentes y le
quitan todo lo que uno anda”. Los jóvenes entre compañeros se preguntan
“¿y hoy te vas a ir en esos rapi-asaltos?”, la mayoría responde con
rechazo “ya no me quiero subir en esos buses”.
En tanto una estudiante de Derecho, dijo que hace unos días fue atacada por los malvivientes en uno de esos buses de la ruta UNAH que van por el anillo periférico. “Yo miré la muerte cuando aquel hombre, más bien un cipote, me puso la pistola y me dijo apurate dame lo que andás”.
“Solo le pedí a Dios que me protegiera y le dije al ladrón, por favor no me hagas nada. Y de los nervios le dije amorcito vos estás bien guapo dejame ir tranquila y si quieres mañana te invito a comer, pero por favor no me hagas daño”, describió al tiempo de decir que miraba para todos lados por si había un policía para hacerle señas.
Añadió que “pero ese desgraciado me llevó el teléfono que me había
regalado de cumpleaños mi mami, pero también me sacó el dinero. Los 500
lempiras que ocupaba para comprar un material de la clase”.
“En mi caso yo no andaba nada”, contó otra víctima, “cuando los ladrones le iban pidiendo el dinero y los celulares a los demás pasajeros, y luego llegaron donde mí, les dije que no andaba nada y me dieron un golpe en la mano y me la fracturaron”.
Sin embargo, no solo los estudiantes sufren esos atracos, también los conductores y el resto de pasajeros de todas las edades que se trasladan en esas unidades, pues una anciana al ver el reportaje de LA TRIBUNA dijo, “a mí también en menos de una semana me han asaltado en esos buses dos veces”.
Detalló que, “yo venía de la Nueva Suyapa y me vine en un bus hasta aquí a la Universidad y aquí agarré el otro de El Carrizal porque iba para la Miraflores y en el cruce de esa calle que va para el anillo, dos cipotes se subieron en la esquina y comenzaron con aquellas pistolas a pedirle el pisto y los celulares a la gente”.
La señora llena de indignación prosiguió contando que, “después que
me arrebataron el celularcito y el dinero y también a la demás gente que
iba en el bus, cuando ya se iban a bajar les dije, por favor mijos
devuélvanme el celular porque en ese me llama mi hijo que me manda los
medicamentos para la diabetes”.
“Uno de ellos le dijo al otro, devolvéselo el celular a la viejita, y me lo tiró, entonces yo le dije gracias mijo, que Dios me lo guarde”.
Similar situación ocurrió con una joven madre, quien dijo que ella iba amamantando a su bebé de seis meses de nacido cuando frente al Instituto Central Vicente Cáceres, tres cipotes armados se subieron y les dijeron “que nadie grite, saquen los celulares y el dinero y al que haga un aleteo lo vamos a plomear”.
“Además de que me llevaron el celular, me sacaron el dinero con el
que iba para el supermercado a comprar una lata de leche a la tierna. Yo
no hallaba qué hacer con mi pobre criatura porque después que me bajé
no andaba dinero para regresarme a la casa”.
Uno de los conductores de un rapidito de esa ruta, comentó “mire hermano uno mira esos cuadros dolorosos cuando dejan a la gente sin celulares y sin dinero, pero qué vamos a hacer si uno habla ya sabe lo que le va a pasar”.
No obstante, la Policía dio captura a un grupo de jóvenes que supuestamente se dedicaban a asaltar rapiditos de la ruta Suyapa- UNAH.
Nueve de cada diez alumnos han sido atracados en buses
El docente de la carrera de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), René Centeno, informó que la mayoría de estudiantes que tienen en una de las clases confesaron haber sido víctimas de asaltos en los buses rapiditos de la ruta de la Universidad.
“Cuando pregunto a mis alumnos cuántos han sido asaltados en el
último año, la mayoría levanta la mano y vemos que es una población muy
victimizada a nivel de asaltos”, expresó.
Centeno indicó que, “de diez alumnos, nueve levantan la mano que han sido asaltados”, aunque aclaró que eso ocurre al menos en su clase.
Hay muchos alumnos que han entregado en un nivel de resignación, es decir que están conscientes que eso les va a ocurrir en cualquier momento y ellos lo aceptan con mucha tristeza e impotencia porque no tienen otra opción más que utilizar ese trasporte público con tanta vulnerabilidad a los asaltos.
Lamentó que las víctimas de esa violencia criminal en el trasporte y en las calles, las consecuencias es que “van a tener un efecto sobre su estado de ánimo, una reacción fisiológica de estrés”.
“Probablemente van a padecer estreñimiento o diarrea, tendrán un impacto negativo en su concentración o rendimiento académico y estrés postraumático aunque no haya sido afectado directamente, pero con solo ver un acto delictivo, o que lo haya sufrido un familiar”.
El catedrático dijo que el miedo que sufren los estudiantes al ser asaltados a mano armada es muy impactante, porque hay tres maneras de reaccionar del organismo cuando recibe ese tipo de amenazas.
“La persona puede congelarse, es decir quedar paralizado, lucha o huye”, al tiempo de poner como ejemplo de la señora que hace unos días se lanzó de un rapidito en el bulevar Fuerzas Armadas, pues ella no huyó por algo pensado, sino por una reacción de su organismo.
Piden garantías para la vida de los usuarios de rapiditos
Las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), piden a la Secretaría de Seguridad que garantice la vida y la seguridad de los estudiantes en toda la ruta hasta El Carrizal y las demás que ellos frecuentan.
El vicerrector de Asuntos Estudiantiles, Ayax Irías, manifestó que esa exigencia ha sido reiterada a los funcionarios policiales para que refuercen los controles fuera de la Universidad, porque los estudiantes cada vez están siendo víctimas de la delincuencia.
“No solo hemos invocado el apoyo de las autoridades de la Secretaría de Seguridad, también lo hemos hecho con los dueños del trasporte para que garanticen que en los buses no haya colusión frente a los hechos de asaltos y todo tipo de violencia que se ejerce contra los estudiantes”, precisó.
El funcionario indicó que también la petición es para las autoridades de la Alcandía capitalina y el Trasporte, a fin de que los empresarios del transporte garanticen la seguridad de sus pasajeros, porque la mayoría son estudiantes universitarios.
“Sabemos que estos asaltos a estudiantes es parte de la situación que vive el país, porque nosotros en el interior de la Universidad tenemos un control, pero allá afuera le corresponde a las autoridades competentes en garantizarle la vida y la seguridad a los estudiantes tanto en las estaciones donde paran los buses como en el trayecto de la ruta”.
En ese sentido, deploró que “son alarmantes las cifras de muchachos que están siendo víctimas de asaltos en los trasportes, cuando vienen a la Universidad o cuando van para sus casas, porque eso los está afectando en su proyecto de estudio y algunos que tienen desenlaces fatales porque los matan”.
http://www.latribuna.hn/2014/05/22/nadie-hace-nada-para-frenar-asaltos-contra-universitarios/
En esta imagen tres asaltantes despojan de sus pertenencias a los pasajeros de un bus rapidito de la ruta UNAH -El Carrizal.
Cada uno de los estudiantes tiene su propia historia de terror que ha vivido en ese trasporte, sin que haya podido denunciarlo, más que comentarle a su familia y a su compañeros que ya no anda el celular que le conocían porque en uno de las tantas ocasiones que viajó en esos automotores fue asaltado.
“He vivido tantos momentos terribles y cuando miro en esos buses a los ladrones con pistolas uno no halla qué hacer porque uno siente la muerte y no halla a quién pedirle auxilio porque ni policías se ven cuando están asaltando esos buces”, relató una estudiante de la carrera de Medicina.
Pese al temor de los estudiantes, la necesidad los hace arriesgarse a ser asaltados al utilizar ese transporte.
En tanto una estudiante de Derecho, dijo que hace unos días fue atacada por los malvivientes en uno de esos buses de la ruta UNAH que van por el anillo periférico. “Yo miré la muerte cuando aquel hombre, más bien un cipote, me puso la pistola y me dijo apurate dame lo que andás”.
“Solo le pedí a Dios que me protegiera y le dije al ladrón, por favor no me hagas nada. Y de los nervios le dije amorcito vos estás bien guapo dejame ir tranquila y si quieres mañana te invito a comer, pero por favor no me hagas daño”, describió al tiempo de decir que miraba para todos lados por si había un policía para hacerle señas.
Con mucho temor, la población estudiantil aborda las unidades porque no tienen otra opción para trasladarse hacia sus casas.
“En mi caso yo no andaba nada”, contó otra víctima, “cuando los ladrones le iban pidiendo el dinero y los celulares a los demás pasajeros, y luego llegaron donde mí, les dije que no andaba nada y me dieron un golpe en la mano y me la fracturaron”.
Sin embargo, no solo los estudiantes sufren esos atracos, también los conductores y el resto de pasajeros de todas las edades que se trasladan en esas unidades, pues una anciana al ver el reportaje de LA TRIBUNA dijo, “a mí también en menos de una semana me han asaltado en esos buses dos veces”.
Detalló que, “yo venía de la Nueva Suyapa y me vine en un bus hasta aquí a la Universidad y aquí agarré el otro de El Carrizal porque iba para la Miraflores y en el cruce de esa calle que va para el anillo, dos cipotes se subieron en la esquina y comenzaron con aquellas pistolas a pedirle el pisto y los celulares a la gente”.
Los jóvenes que van a clase dan gracias a Dios, al bajarse de los “rapiasaltos”.
“Uno de ellos le dijo al otro, devolvéselo el celular a la viejita, y me lo tiró, entonces yo le dije gracias mijo, que Dios me lo guarde”.
Similar situación ocurrió con una joven madre, quien dijo que ella iba amamantando a su bebé de seis meses de nacido cuando frente al Instituto Central Vicente Cáceres, tres cipotes armados se subieron y les dijeron “que nadie grite, saquen los celulares y el dinero y al que haga un aleteo lo vamos a plomear”.
En una clase de psicología se hizo una encuesta y de cada diez estudiantes, nueve han sido víctimas de asaltos.
Uno de los conductores de un rapidito de esa ruta, comentó “mire hermano uno mira esos cuadros dolorosos cuando dejan a la gente sin celulares y sin dinero, pero qué vamos a hacer si uno habla ya sabe lo que le va a pasar”.
No obstante, la Policía dio captura a un grupo de jóvenes que supuestamente se dedicaban a asaltar rapiditos de la ruta Suyapa- UNAH.
Nueve de cada diez alumnos han sido atracados en buses
El docente de la carrera de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), René Centeno, informó que la mayoría de estudiantes que tienen en una de las clases confesaron haber sido víctimas de asaltos en los buses rapiditos de la ruta de la Universidad.
René Centeno
Centeno indicó que, “de diez alumnos, nueve levantan la mano que han sido asaltados”, aunque aclaró que eso ocurre al menos en su clase.
Hay muchos alumnos que han entregado en un nivel de resignación, es decir que están conscientes que eso les va a ocurrir en cualquier momento y ellos lo aceptan con mucha tristeza e impotencia porque no tienen otra opción más que utilizar ese trasporte público con tanta vulnerabilidad a los asaltos.
Lamentó que las víctimas de esa violencia criminal en el trasporte y en las calles, las consecuencias es que “van a tener un efecto sobre su estado de ánimo, una reacción fisiológica de estrés”.
“Probablemente van a padecer estreñimiento o diarrea, tendrán un impacto negativo en su concentración o rendimiento académico y estrés postraumático aunque no haya sido afectado directamente, pero con solo ver un acto delictivo, o que lo haya sufrido un familiar”.
El catedrático dijo que el miedo que sufren los estudiantes al ser asaltados a mano armada es muy impactante, porque hay tres maneras de reaccionar del organismo cuando recibe ese tipo de amenazas.
“La persona puede congelarse, es decir quedar paralizado, lucha o huye”, al tiempo de poner como ejemplo de la señora que hace unos días se lanzó de un rapidito en el bulevar Fuerzas Armadas, pues ella no huyó por algo pensado, sino por una reacción de su organismo.
Piden garantías para la vida de los usuarios de rapiditos
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| Ayax Irías |
Las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), piden a la Secretaría de Seguridad que garantice la vida y la seguridad de los estudiantes en toda la ruta hasta El Carrizal y las demás que ellos frecuentan.
El vicerrector de Asuntos Estudiantiles, Ayax Irías, manifestó que esa exigencia ha sido reiterada a los funcionarios policiales para que refuercen los controles fuera de la Universidad, porque los estudiantes cada vez están siendo víctimas de la delincuencia.
“No solo hemos invocado el apoyo de las autoridades de la Secretaría de Seguridad, también lo hemos hecho con los dueños del trasporte para que garanticen que en los buses no haya colusión frente a los hechos de asaltos y todo tipo de violencia que se ejerce contra los estudiantes”, precisó.
El funcionario indicó que también la petición es para las autoridades de la Alcandía capitalina y el Trasporte, a fin de que los empresarios del transporte garanticen la seguridad de sus pasajeros, porque la mayoría son estudiantes universitarios.
“Sabemos que estos asaltos a estudiantes es parte de la situación que vive el país, porque nosotros en el interior de la Universidad tenemos un control, pero allá afuera le corresponde a las autoridades competentes en garantizarle la vida y la seguridad a los estudiantes tanto en las estaciones donde paran los buses como en el trayecto de la ruta”.
En ese sentido, deploró que “son alarmantes las cifras de muchachos que están siendo víctimas de asaltos en los trasportes, cuando vienen a la Universidad o cuando van para sus casas, porque eso los está afectando en su proyecto de estudio y algunos que tienen desenlaces fatales porque los matan”.
http://www.latribuna.hn/2014/05/22/nadie-hace-nada-para-frenar-asaltos-contra-universitarios/
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