A Reyna Valero, quien desde 1998 trabaja en la fiscalía de San Pedro
Sula, desempeñándose en varios cargos y actualmente como coordinadora
regional, la denunciaron por supuestamente aprovecharse de los puestos
en los que ha laborado en la fiscalía para cambiar información en
resultados de algunas investigaciones para favorecer a terceros.
En tanto, la profesional del derecho Jenny Gabriela Almendares Flores,
de 52 años, originaria de Francisco Morazán, que desde 1999 hasta el
2015 se desempeñó como fiscal titular en la capital, fue una de las
postulantes menos denunciadas, posicionándose, así como una de las
favoritas, pese a no contar con un padrino político.
Este jueves 27 de julio (día que termina la última fase del proceso
que hace la Junta Proponente) ambas comparecieron ante los integrantes
de la Junta Proponente, bajo el objetivo que, en palabras sencillas, la
sociedad hondureña entendiera cuál es el plan de trabajo y qué objetivos
esperan conseguir en la fiscalía, hipotéticamente lleguen a la
titularidad.
Además, aseguró que buscará o creará los escenarios para que el
Ministerio Público tenga iniciativa de ley, bajo la finalidad proponer
reformas que limitan sus capacidades para investigar casos de corrupción
que vinculen la clase política y económica.
“En el caso de ser la primera mujer fiscal general lucharé porque el
Ministerio Público tenga iniciativa de ley (…) eso me parece fundamental
para que todos aquellos decretos que han generado pactos de impunidad,
que dificultan la persecución penal se eliminen”, prometió.
El pacto de impunidad al que hace referencia Almendares es al decreto 116-2019,
que blinda a diputados y exdiputados que se han dedicado a malversar
fondos públicos a ser investigados por el Ministerio Público.
De igual forma, otro de los objetivos de Almendares es dar respuesta a
las denuncias para de esa manera romper con la impunidad que ha venido
campeando en la sociedad y, de acuerdo con su plan, lo hará a través del
sistema de estadística del Ministerio Público que actualmente está
obsoleto.
“Consideremos que la estadística tiene que brindarse desde la
respuesta a la denuncia. En los últimos cinco años la respuesta judicial
ha sido de 1.98% tomando en consideración que (la investigación) le
toma al Estado un costo de 7.5 millones de lempiras”, analizó.
En tanto, las promesas de Valerio Harry no fueron
muy distintas a las de Almendares, mucho menos a las los otros 11
aspirantes que continúan en el proceso, pero reconoció que, aun
trabajando en el ente investigativo, hay que fortalecerlo porque se
encuentra en precariedad.
“Como parte del trabajo que podemos hacer como líderes de la
institución, es trabajar primero en lo interno de la institución para
que podamos hacer un diagnóstico en cada área del Ministerio Público,
tomar decisiones y obtener soluciones orientadas en resolver la
problemática interna”, precisó.
Si bien es cierto, el reglamento que rige esta instancia establece
que la nómina final debe ser integrada por dos mujeres y tres hombres,
los integrantes de la Junta Proponente sostienen que serán enviados los
mejores calificados y, si Valerio y Almendares, no figuran en esa lista
serán inhabilitadas en cumplimiento a la normativa.
Nota relacionada: Con 13 aspirantes arranca última fase del proceso de selección del nuevo fiscal general
ASÍ FUERON SALIENDO LAS MUJERES DEL PROCESO
Durante la fase de subsanación de información, los proponentes
enviaron a 20 abogados, de los 26 postulantes, a corregir sus carpetas
porque presentaron información falsa, errónea e incompleta. Pero sólo 18 lograron completar lo requerido.
La primera mujer en ser inhabilitada fue abogada Karen Alicia Motiño,
afín al Partido Nacional, y Arnaldo Alvarado García fueron los
aspirantes que fueron separados en esa fase tras no poder subsanar la
información requerida a tiempo ante la Junta Proponente. Para hacerlo
tuvieron 48 horas (desde el 1 al 3 de julio).
Después, los proponentes determinaron inhabilitar a la abogada y exdiputada del Partido Liberal, Sobeyda Judith Andino Álvarez,
tras encontrar que no cumplía con la experiencia en materia penal que
se requiere para ser fiscal general o fiscal adjunto y tampoco contó con
el certificado de estar inscrita en el Colegio de Abogados de Honduras
(CAH).
Entre tanto, argumentando estar atravesando problemas personales, la
profesional del derecho y actual titular de la Secretaría de Trabajo, Lesly Sarahí Cerna
renunció a su postulación. Sin embargo, de acuerdo con el reglamento,
igual tenía que ser inhabilitada por ostentar un alto cargo en una
institución del Estado.
Luego de los resultados de las pruebas toxicológicas y proceso de tachas y denuncias quedó fuera la abogada Rita Ondina Núñez y Olga Yaneth Flores, junto a otros tres abogados que no lograron cumplir con los requisitos.
Tras terminar el proceso de entrevistas públicas, los proponentes
evaluarán a los abogados que pasaron los filtros anteriores, a quienes
calificarán de 1 a 100 puntos, seleccionarán a los cinco que obtuvieron
la mejor nota y posteriormente enviarán esa nómina al Congreso Nacional
presidido por el diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH), Luis Redondo.
El Congreso, en esa etapa crucial, tiene dos opciones. La primera es
reivindicarse con la sociedad escogiendo a los abogados por los méritos
obtenidos en los filtros que hizo la Junta Proponente y, la segunda,
colocar a las personas que respondan a los intereses corruptos de la
clase política y económica, siguiendo la misma hegemonía que mantiene la
fiscalía en la actualidad.
https://criterio.hn/jenny-almendares-y-reyna-valerio-primeras-mujeres-que-podrian-conquistar-la-titularidad-de-la-fiscalia/
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