Cárcel de máxima seguridad La Tolva
Por defensores -
La Ceiba, El Progreso, Tegucigalpa, San Pedro Sula y San José.-
Ante la inminente situación de riesgo que enfrentan las personas
privadas de libertad en las cárceles hondureñas en el marco de la
pandemia por COVID-19, las organizaciones que conformamos la Mesa de
Seguimiento al Cumplimiento de Sentencias y Resoluciones de la Corte IDH
(Mesa de Seguimiento) hacemos un llamado urgente al Estado de Honduras
para tomar medidas inmediatas que garanticen los derechos de esta
población.
Al día de hoy la información oficial es incierta e inconsistente
entre los reportes del Instituto Nacional Penitenciario (INP) y el
Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER); sin embargo, hasta el
momento se han reportado más de 200 casos positivos de COVID-19 al
interior de las cárceles, incluyendo personas privadas de libertad y
personal penitenciario, en al menos 5 cárceles distintas, y los medios
de comunicación reportan al menos mil reclusos con síntomas de
coronavirus en el centro penal de Támara. Además, habrían fallecido al
menos seis reclusos como consecuencia del virus; y se presentaron
amotinamientos en la Penitenciaría Nacional Femenil de Adaptación
Social, donde se encuentran privadas de libertad alrededor de 1.300
mujeres, algunas conviviendo con niñas y niños.
Foto de los defensores de los ríos Guapinol y San Pedro frente a la
amenaza de la extracción minera en Tocoa, Colón, Honduras. Ellos
permanecen privados de libertad en una cárcel de Olanchito y La Ceiba.
Aunque el Estado de Honduras ha anunciado medidas para prevenir la
propagación del virus en los centros penitenciarios, entre ellas la
liberación de personas para disminuir la sobrepoblación y el suministro
de insumos sanitarios, el aumento de contagios demuestra que estas
medidas han fallado en garantizar la salud de las personas en privación
de libertad y los casos continúan aumentando en condiciones precarias y
de hacinamiento. En el centro penal de Támara, por ejemplo, donde se han
documentado decenas de casos de COVID-19, datos oficiales indican que
hay un 98% de sobrepoblación, 7.000 personas privadas de libertad y
alrededor de 1.000 funcionarios y funcionarias.
Es de suma preocupación que en este contexto las acciones
implementadas por el Estado se han tomado sin brindar información
amplia, clara y oportuna. Así, de las medidas anunciadas por el Estado
hay varias sobre las que no se saben detalles importantes, como la
cantidad de pruebas realizadas; el contenido del protocolo de contención
de la pandemia al interior de las cárceles, anunciado por el Gabinete
de Defensa, y el Plan de Descongestionamiento penitenciario de la Corte
Suprema de Justicia. Aunado a ello, la labor de monitoreo de
organizaciones de sociedad civil se ha visto obstaculizada debido a la
limitada movilidad, cierres y restricciones de las visitas en las
cárceles.
También resulta muy preocupante que las medidas de liberación o
prisión domiciliar estén siendo negadas en casos de personas en prisión
preventiva por razones políticas o criminalizadas por su labor de
defensa de derechos humanos, como es el caso de las personas defensoras
de Guapinol. Así, parece ser que no hay criterios objetivos para las
medidas de reducción del hacinamiento, y que estas más bien se rigen por
intereses particulares.
Rommel, por su grave estado de salud, permanece en un hospital siquiátrico.
Esta situación motivó a diversas organizaciones a pedir a la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) que solicitara
información a Honduras sobre la situación en las cárceles frente a la
pandemia. A raíz de ello, el Estado tiene plazo hasta este viernes 19 de
junio para presentar información a la Corte.
Como representantes de víctimas ante el Tribunal Interamericano,
enfatizamos que la crisis de salud actual en las cárceles del país no
puede desprenderse de las problemáticas estructurales del Sistema
Penitenciario que el Estado no ha subsanado, en gran medida como
consecuencia del incumplimiento de lo ordenado por en las sentencias
dictadas en los casos Alfredo López Álvarez y Pacheco Teruel y otros vs.
Honduras.
En estas sentencias la Corte IDH ordenó al Estado adoptar todas las
medidas necesarias para mejorar las condiciones físicas y sanitarias en
los centros penitenciarios; evitar la sobrepoblación y el hacinamiento;
garantizar a la población privada de libertad atención médica y acceso a
la alimentación; entre otras. Sin embargo; Honduras no ha cumplido con
sus obligaciones y las deficiencias penitenciarias se han profundizado,
como evidencian la militarización de los centros con el estado de
emergencia decretado desde diciembre de 2019 y la contingencia sanitaria
actual.
Al respecto, recordamos que el día de ayer finalizó el periodo de
seis meses de la Comisión Interventora integrada por la Fuerza de
Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) para intervenir el
Sistema Penitenciario Nacional, y sostenemos, tal como han indicado
diversos organismos de derechos humanos, que las fuerzas armadas no
están capacitadas para realizar labores de gestión y custodia
penitenciarias, por el contrario, son autoridades de carácter civil,
debidamente capacitadas en derechos humanos, las que deben ocuparse de
la administración carcelaria.
Frente a todo esto, desde la Mesa de Seguimiento urgimos al Estado de
Honduras a dar cumplimiento inmediato a las medidas ordenadas por la
Corte IDH y garantizar la salud, vida e integridad de la población
privada de libertad, en línea también con las recomendaciones de
organismos internacionales en el marco de la pandemia. Es indispensable
que esto se realice en articulación con las representantes de los casos,
así como las organizaciones de sociedad civil nacionales e
internacionales que trabajan por os derechos de las personas privadas de
libertad.
Asimismo, llamamos al Estado a tomar todas las medidas para erradicar
la militarización que se ha instalado en las cárceles del país;
garantizar el acceso a información pública, veraz y científica sobre la
situación de la pandemia en los centros de detención, y a asegurar que
las personas privadas de libertad puedan mantener comunicación con sus
familiares, abogadas y organizaciones de sociedad civil, como han
recomendado instancias internacionales.
Sobre la Mesa de Seguimiento:
La Mesa de Seguimiento al Cumplimiento de Sentencias y Resoluciones de
la Corte IDH (Mesa de Seguimiento) se conformó como un esfuerzo conjunto
de actores nacionales e internacionales que busca contribuir a que
Honduras mejore su sistema normativo, a que se haga justicia y que las
violaciones de derechos humanos no se repitan.
Nuestro objetivo es monitorear la implementación de las sentencias y
resoluciones de la Corte Interamericana, con el fin de señalar sus
avances y demoras e informar a la sociedad hondureña y al Tribunal
regional sobre la capacidad y voluntad estatal para darle cumplimiento a
tales sentencias y así garantizar su efectivo cumplimiento.
Organizaciones que conforman la Mesa de Seguimiento:
Asociación de Jueces por la Democracia (AJD)
Casa Alianza
Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura y sus Familias (CPTRT)
Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL)
Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH)
Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC-SJ)
Equipo Jurídico por los Derechos Humanos
Pastoral Penitenciaria Iglesia Católica
Pastoral Social Cáritas de la Diócesis de San Pedro Sula
Red Lésbica Cattrachas
https://defensoresenlinea.com/urgen-al-estado-de-honduras-tomar-medidas-para-garantizar-vida-y-salud-de-personas-privadas-de-libertad/
jueves, 18 de junio de 2020
Honduras: Urgen al Estado de Honduras tomar medidas para garantizar vida y salud de personas privadas de libertad // Articulos Relacionados
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