Por: Redacción CRITERIO
Abril 16, 2020 / redacción@criterio.hn
Tegucigalpa. –Los periodistas de Honduras viven con el miedo permanente de ser contagiados con el Covid-19 por estar inmersos en los focos de infección. Los comunicadores se han convertido, además, en reproductores del discurso oficial y en víctimas de los abusos laborales en medio de la pandemia.
Lea también: Violaciones laborales en el marco de la pandemia llegan a diario La Tribuna En el marco de la alerta roja en salud por la pandemia causada por el coronavirus (Covid-19), el gobierno de Honduras emitió desde el 15 de marzo de 2020, el decreto Ejecutivo PCM 021-2020 (PCM), que restringió a nivel nacional las garantías constitucionales establecidas en los artículos 69, 71, 72, 78, 81, 84, 93, 99, y 103 de la Constitución de la República.
De manera inicial se estableció por siete días un toque de queda absoluto para el Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela), pero en la actualidad esta medida continua vigente a medio vapor.
El artículo 4 del PCM 201-2020, hace excepciones específicas para el sector de las telecomunicaciones, que involucra a las empresas proveedoras de internet y los medios de comunicación (radio, televisión, diarios y cableras).
De acuerdo con la información oficial de la Policía Nacional (PN), para garantizar la seguridad de los y las trabajadores de la información durante la crisis sanitaria, estos deberán portar una identificación que los acredite como empleados del medio de comunicación y están en la obligación de cumplir con las normas de bioseguridad como, utilizar mascarilla, gel antibacterial y otras medidas de protección.
La alerta sanitaria por el Covid-19, ha impuesto una agenda informativa única desde el 15 de marzo, día en que las instituciones y empresas públicas y privadas fueron cerradas, y así el periodismo se encasilló en brindar cobertura a cualquier acción estatal en el marco de la pandemia.
En medio de un estado de excepción, los periodistas informan sobre los desafíos ciudadanos ante una crisis sanitaria, humanitaria y económica y de ello se desprende la cobertura de entrega de alimentos por parte del gobierno, el acceso a la salud y el desempleo en consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Sin mayor protección, en el mejor de los casos de mascarillas, guantes y gel antibacterial, diariamente el periodista debe informar a la población, aunque para ello ponga el riesgo su seguridad, la de sus compañeros de trabajo y la de sus seres queridos.
Unesco preocupado por la seguridad de los periodistas
De acuerdo con el subdirector general de Comunicación e Información de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Moez Chakchouk, la seguridad física y psicológica de los periodistas debe ser lo primero. “Cuando envían periodistas a informar sobre el virus, su seguridad debe ser una prioridad, las organizaciones de medios de comunicación deben asegurarse de que los periodistas estén formados en las precauciones sanitarias y estén equipados con equipos de protección”.
Chakchouk agregó que el papel de los periodistas en informar al público durante la crisis actual es absolutamente crucial. “La labor periodística puede salvar vidas en la actual situación de emergencia”, señaló.
El representante de la Unesco también recordó que los Estados y los actores titulares de deberes deben garantizar la seguridad de sus periodistas en la cobertura de la crisis sanitaria y de sus repercusiones sociales, de conformidad con las normas internacionales sobre la libertad de expresión.
Según la Unesco, además de la preocupación por la seguridad física, los periodistas trabajan en condiciones de considerable tensión psicológica. Mientras que algunos periodistas trabajan bajo la presión de cubrir una situación siempre cambiante, otros se preocupan por su seguridad laboral.
Al respecto, en Honduras el pasado 17 de marzo el titular del Sistema Nacional de Riesgos (Sinager), Gabriel Rubí, informó que los periodistas que dieron cobertura a los casos de Covid-19 en la colonia Abraham Lincoln de Comayagüela, serian puestos en cuarentena.
El funcionario manifestó su malestar ante la “irresponsabilidad” de muchos medios televisivos que dieron cobertura a las zonas con “cerco epidemiológico” en la capital por sospechas de Covid-19.
En ese sentido, Rubí expresó de manera airada que los comunicadores hondureños pusieron en riesgo la vida de las personas. “Debido a esta acción se tomarán medidas drásticas”, advirtió.
De igual forma solicitó a los dueños de medios de comunicación que “sean responsables con sus empleados y corresponsales. “No los expongan de esa manera”, sugirió.
Paradoja: la realidad del periodista hondureño
El Comité por la Libre Expresión (C-Libre), una organización que aboga por la protección a periodistas y comunicadores sociales en Honduras ha emitido un total de 10 alertas sobre violaciones al derecho de informar, libertad de expresión y prensa y acceso a la información pública en el marco de la cobertura informativa durante la actual crisis sanitaria por la pandemia
Las agresiones registradas por C-Libre, van desde impedimentos, bloqueos y obstrucciones durante cobertura noticiosa, amenazas y ataques, discurso de odio contra periodistas por parte de funcionarios públicos y hasta detenciones.
Ayer el periódico digital Criterio.hn, reveló violaciones laborales a empleados de diario La Tribuna (trabajadores de la información), a quienes se les obligó a firmar una constancia para que les deduzca el 20 por ciento de su salario, como un supuesto acto de solidaridad para con la empresa en virtud de la crisis sanitaria.
De acuerdo con lo denunciado, “la firma voluntaria” de los empleados está amparada en la emergencia sanitaria nacional por la propagación del coronavirus (Covid-19) y en el decreto PCM 021-2020, el cual ha sido utilizado por varias empresas para suspender contratos laborales a sus trabajadores.
Curiosamente ese mismo PCM fue el que garantizó la libre circulación de los empleados de La Tribuna y permitió que el medio de comunicación continuara circulando con normalidad desde el 15 de marzo a la fecha, en sus tres versiones: impreso, digital y formato PDF.
Tras la publicación de la noticia de la deducción de salario a empleados de La Tribuna, se filtró información de la suspensión sin goce de sueldo a 40 empleados de Canal 11, incluidos periodistas, camarógrafos y personal administrativo.
Ecosistema periodístico contagiado por Covid-19.
De acuerdo con la normativa nacional e internacional en cuanto a la protección de datos personales, la publicación de nombres, en este caso de periodistas, comunicadores sociales, fotógrafos, camarógrafos y todo el ecosistema noticioso, no puede ser divulgado. Sin embargo, a través de las redes sociales, e incluso, medios de comunicación, se ha publicado información sobre periodistas contagiados por el Covid-19. Las mismas autoridades han oficializado la decisión de poner en aislamiento a trabajadores de la información que se expusieron a espacios contaminados en el ejercicio de su trabajo.
Además, los mismos periodistas han utilizado sus cuentas sociales personales para informar sobre su situación de salud, y en ciertos casos la decisión de autoaislamiento para evitar contagiar a otras personas.
Este miércoles trascendió el caso positivo de un periodista de Diario “El País”, con sede en la ciudad de San Pedro Sula, del grupo empresarial del expresidente de Honduras y también propietario de Diario “La Tribuna”, Carlos Flores Facussé.
De acuerdo con información proporcionada por empleados de La Tribuna, de la sede central en Tegucigalpa, la preocupación se expande por las probabilidades de contagio del Covid-19, por parte de sus compañeros de trabajo de Diario El País, aún y cuando se encuentran en ciudades diferentes, pues siempre existe una comunicación física frecuente entre ambos medios.
“Dos o tres veces por semana la gente de El País envía a las oficinas de La Tribuna una bolsa administrativa, con documentos de intercambio para firmas de los directores y administradores, lo que significa que, si hay una persona oficialmente identificada con coronavirus en la zona norte, nosotros que nunca dejamos de trabajar, también tenemos posibles infectados tangibles”, denunció un empleado de La Tribuna a Criterio.hn, cuyo nombre se omite para evitar posibles represarías laborales.
Bajo esta perspectiva el ingreso de la “bolsa administrativa” al periódico, no solo pone en riesgo los altos mandos del periódico, si no que a todos los empleados y siendo alarmista hasta los lectores que diariamente han recibido la versión impresa del medio de comunicación, comentó el trabajador del medio de comunicación.
Según las investigaciones científicas la principal causa de propagación del virus es el contacto cercano de persona a persona a través de gotitas respiratorias de una persona infectada, pero también se puede dar a través del contacto con superficies u objetos contaminados, como metal, papel, tela y plástico.
En virtud de que el contagio se puede dar a través del papel y el plástico, la contaminación de un trabajador de un medio de comunicación, en este caso ya confirmado en Diario El País, el contagio podría registrarse a través de la bolsa administrativa que se intercambia entre los dos medios de comunicación, y finalmente, los mismos periódicos en sus versiones impresas.
Los empleados de La Tribuna han asegurado que la empresa no les ha dotado de equipo de protección, pese a la donación de mascarillas a dicho medio de comunicación por parte de las Fuerzas Armadas de Honduras.
https://criterio.hn/covid-19-acecha-a-los-periodistas-en-honduras/
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Abril 16, 2020 / redacción@criterio.hn
Tegucigalpa. –Los periodistas de Honduras viven con el miedo permanente de ser contagiados con el Covid-19 por estar inmersos en los focos de infección. Los comunicadores se han convertido, además, en reproductores del discurso oficial y en víctimas de los abusos laborales en medio de la pandemia.
Lea también: Violaciones laborales en el marco de la pandemia llegan a diario La Tribuna En el marco de la alerta roja en salud por la pandemia causada por el coronavirus (Covid-19), el gobierno de Honduras emitió desde el 15 de marzo de 2020, el decreto Ejecutivo PCM 021-2020 (PCM), que restringió a nivel nacional las garantías constitucionales establecidas en los artículos 69, 71, 72, 78, 81, 84, 93, 99, y 103 de la Constitución de la República.
De manera inicial se estableció por siete días un toque de queda absoluto para el Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela), pero en la actualidad esta medida continua vigente a medio vapor.
El artículo 4 del PCM 201-2020, hace excepciones específicas para el sector de las telecomunicaciones, que involucra a las empresas proveedoras de internet y los medios de comunicación (radio, televisión, diarios y cableras).
De acuerdo con la información oficial de la Policía Nacional (PN), para garantizar la seguridad de los y las trabajadores de la información durante la crisis sanitaria, estos deberán portar una identificación que los acredite como empleados del medio de comunicación y están en la obligación de cumplir con las normas de bioseguridad como, utilizar mascarilla, gel antibacterial y otras medidas de protección.
La alerta sanitaria por el Covid-19, ha impuesto una agenda informativa única desde el 15 de marzo, día en que las instituciones y empresas públicas y privadas fueron cerradas, y así el periodismo se encasilló en brindar cobertura a cualquier acción estatal en el marco de la pandemia.
En medio de un estado de excepción, los periodistas informan sobre los desafíos ciudadanos ante una crisis sanitaria, humanitaria y económica y de ello se desprende la cobertura de entrega de alimentos por parte del gobierno, el acceso a la salud y el desempleo en consecuencia de la pandemia del Covid-19.
Sin mayor protección, en el mejor de los casos de mascarillas, guantes y gel antibacterial, diariamente el periodista debe informar a la población, aunque para ello ponga el riesgo su seguridad, la de sus compañeros de trabajo y la de sus seres queridos.
Unesco preocupado por la seguridad de los periodistas
De acuerdo con el subdirector general de Comunicación e Información de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Moez Chakchouk, la seguridad física y psicológica de los periodistas debe ser lo primero. “Cuando envían periodistas a informar sobre el virus, su seguridad debe ser una prioridad, las organizaciones de medios de comunicación deben asegurarse de que los periodistas estén formados en las precauciones sanitarias y estén equipados con equipos de protección”.
Chakchouk agregó que el papel de los periodistas en informar al público durante la crisis actual es absolutamente crucial. “La labor periodística puede salvar vidas en la actual situación de emergencia”, señaló.
El representante de la Unesco también recordó que los Estados y los actores titulares de deberes deben garantizar la seguridad de sus periodistas en la cobertura de la crisis sanitaria y de sus repercusiones sociales, de conformidad con las normas internacionales sobre la libertad de expresión.
Según la Unesco, además de la preocupación por la seguridad física, los periodistas trabajan en condiciones de considerable tensión psicológica. Mientras que algunos periodistas trabajan bajo la presión de cubrir una situación siempre cambiante, otros se preocupan por su seguridad laboral.
Al respecto, en Honduras el pasado 17 de marzo el titular del Sistema Nacional de Riesgos (Sinager), Gabriel Rubí, informó que los periodistas que dieron cobertura a los casos de Covid-19 en la colonia Abraham Lincoln de Comayagüela, serian puestos en cuarentena.
El funcionario manifestó su malestar ante la “irresponsabilidad” de muchos medios televisivos que dieron cobertura a las zonas con “cerco epidemiológico” en la capital por sospechas de Covid-19.
En ese sentido, Rubí expresó de manera airada que los comunicadores hondureños pusieron en riesgo la vida de las personas. “Debido a esta acción se tomarán medidas drásticas”, advirtió.
De igual forma solicitó a los dueños de medios de comunicación que “sean responsables con sus empleados y corresponsales. “No los expongan de esa manera”, sugirió.
Paradoja: la realidad del periodista hondureño
El Comité por la Libre Expresión (C-Libre), una organización que aboga por la protección a periodistas y comunicadores sociales en Honduras ha emitido un total de 10 alertas sobre violaciones al derecho de informar, libertad de expresión y prensa y acceso a la información pública en el marco de la cobertura informativa durante la actual crisis sanitaria por la pandemia
Las agresiones registradas por C-Libre, van desde impedimentos, bloqueos y obstrucciones durante cobertura noticiosa, amenazas y ataques, discurso de odio contra periodistas por parte de funcionarios públicos y hasta detenciones.
Ayer el periódico digital Criterio.hn, reveló violaciones laborales a empleados de diario La Tribuna (trabajadores de la información), a quienes se les obligó a firmar una constancia para que les deduzca el 20 por ciento de su salario, como un supuesto acto de solidaridad para con la empresa en virtud de la crisis sanitaria.
De acuerdo con lo denunciado, “la firma voluntaria” de los empleados está amparada en la emergencia sanitaria nacional por la propagación del coronavirus (Covid-19) y en el decreto PCM 021-2020, el cual ha sido utilizado por varias empresas para suspender contratos laborales a sus trabajadores.
Curiosamente ese mismo PCM fue el que garantizó la libre circulación de los empleados de La Tribuna y permitió que el medio de comunicación continuara circulando con normalidad desde el 15 de marzo a la fecha, en sus tres versiones: impreso, digital y formato PDF.
Tras la publicación de la noticia de la deducción de salario a empleados de La Tribuna, se filtró información de la suspensión sin goce de sueldo a 40 empleados de Canal 11, incluidos periodistas, camarógrafos y personal administrativo.
Ecosistema periodístico contagiado por Covid-19.
De acuerdo con la normativa nacional e internacional en cuanto a la protección de datos personales, la publicación de nombres, en este caso de periodistas, comunicadores sociales, fotógrafos, camarógrafos y todo el ecosistema noticioso, no puede ser divulgado. Sin embargo, a través de las redes sociales, e incluso, medios de comunicación, se ha publicado información sobre periodistas contagiados por el Covid-19. Las mismas autoridades han oficializado la decisión de poner en aislamiento a trabajadores de la información que se expusieron a espacios contaminados en el ejercicio de su trabajo.
Además, los mismos periodistas han utilizado sus cuentas sociales personales para informar sobre su situación de salud, y en ciertos casos la decisión de autoaislamiento para evitar contagiar a otras personas.
Este miércoles trascendió el caso positivo de un periodista de Diario “El País”, con sede en la ciudad de San Pedro Sula, del grupo empresarial del expresidente de Honduras y también propietario de Diario “La Tribuna”, Carlos Flores Facussé.
De acuerdo con información proporcionada por empleados de La Tribuna, de la sede central en Tegucigalpa, la preocupación se expande por las probabilidades de contagio del Covid-19, por parte de sus compañeros de trabajo de Diario El País, aún y cuando se encuentran en ciudades diferentes, pues siempre existe una comunicación física frecuente entre ambos medios.
“Dos o tres veces por semana la gente de El País envía a las oficinas de La Tribuna una bolsa administrativa, con documentos de intercambio para firmas de los directores y administradores, lo que significa que, si hay una persona oficialmente identificada con coronavirus en la zona norte, nosotros que nunca dejamos de trabajar, también tenemos posibles infectados tangibles”, denunció un empleado de La Tribuna a Criterio.hn, cuyo nombre se omite para evitar posibles represarías laborales.
Bajo esta perspectiva el ingreso de la “bolsa administrativa” al periódico, no solo pone en riesgo los altos mandos del periódico, si no que a todos los empleados y siendo alarmista hasta los lectores que diariamente han recibido la versión impresa del medio de comunicación, comentó el trabajador del medio de comunicación.
Según las investigaciones científicas la principal causa de propagación del virus es el contacto cercano de persona a persona a través de gotitas respiratorias de una persona infectada, pero también se puede dar a través del contacto con superficies u objetos contaminados, como metal, papel, tela y plástico.
En virtud de que el contagio se puede dar a través del papel y el plástico, la contaminación de un trabajador de un medio de comunicación, en este caso ya confirmado en Diario El País, el contagio podría registrarse a través de la bolsa administrativa que se intercambia entre los dos medios de comunicación, y finalmente, los mismos periódicos en sus versiones impresas.
Los empleados de La Tribuna han asegurado que la empresa no les ha dotado de equipo de protección, pese a la donación de mascarillas a dicho medio de comunicación por parte de las Fuerzas Armadas de Honduras.
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