EE.UU.
lleva una década anunciando sanciones financieras y en otras ayudas a
Centroamérica, en particular a Honduras, sin embargo esos castigos a los
corruptos y a la corrupción que han destruido la política pública
social, no pasa del discurso, en la práctica apoya a los responsables de
la migración.
El
Departamento de Estado precisó ayer que suspenderá los pagos de 2017 y
2018 a esas tres naciones centroamericanas, que son el origen de la
mayoría de los migrantes que han marchado en caravanas de a través de
México hasta la frontera con EE.UU.
“Si
México no detiene inmediatamente toda la inmigración ilegal que viene a
EE.UU. a través de nuestra frontera sur, yo cerraré la frontera, o
grandes secciones de la frontera, la próxima semana”, tuiteó Trump ayer viernes por la mañana.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa.
Otra vez, ayer viernes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
acomodado en su residencia de Miami, volvió amenazar a Honduras, El
Salvador y Guatemala que les suspenderá la ayuda porque no frenan el
flujo migratorio que provoca la violencia, la miseria y falta de
oportunidades de los pueblos en el Triangulo Norte, sobre todo en
Honduras.
Pero
ese discurso de falso castigo de EE.UU. ya es viejo, son advertencias
que ya no cree la ciudadanía, mucho menos perturban a los gobiernos
corruptos del istmo, salpicados de narcotráfico; en público la nación
del norte a través del presidente y su gente pasan amenazando a sus
amigos gobernantes de Centroamérica, a quienes en privado aplauden y
abrazan en los jardines de inmuebles públicos de Washington.
A
continuación el artículo sobre suspensión de la ayuda a Honduras de
Jonathan Lemire, Nomaan Merchant y Catherine Lucey, publicado por The
Associated Press.
El
gobierno del presidente Donald Trump anunció ayer que está suspendiendo
la ayuda directa de Estados Unidos a tres países centroamericanos,
luego de que el mandatario amenazó con cerrar la frontera con México en
cuestión de días, a menos que el gobierno mexicano frene de inmediato la
inmigración ilegal.
Aunque
Trump ya ha amenazado con cerrar la frontera y se ha abstenido de
hacerlo, su gobierno tomó acción directa contra El Salvador, Guatemala y
Honduras. El Departamento de Estado precisó en un comunicado que
suspenderá los pagos de 2017 y 2018 a esas tres naciones
centroamericanas, que son el origen de la mayoría de los migrantes que
han marchado en caravanas de a través de México hasta la frontera con
Estados Unidos.
El
anuncio se produjo un día después de que Trump amenazó con cerrar toda
la frontera de EE.UU. con México la semana próxima, a menos que el
gobierno mexicano frene de inmediato toda la inmigración ilegal. Una
medida tan drástica afectaría las economías de ambas naciones, pero el
mandatario subrayó: “no estoy bromeando”. "Podría significar todo el
comercio” con México, indicó Trump ante las preguntas de periodistas en
Florida. "La vamos a cerrar por mucho tiempo".
“Si
México no detiene inmediatamente toda la inmigración ilegal que viene a
Estados Unidos a través de nuestra frontera sur, yo cerraré la
frontera, o grandes secciones de la frontera, la próxima semana”, tuiteó
Trump el viernes por la mañana.
Durante
más de dos años, Trump ha prometido construir un muro largo e
impenetrable a lo largo de la frontera a fin de detener la inmigración
ilegal, si bien el Congreso se ha mostrado reacio a otorgar el dinero
necesario.
Mientras
tanto, el presidente ha amenazado repetidamente con cerrar la frontera,
pero esta vez, cuando un nuevo grupo de migrantes centroamericanos se
dirige al norte, la situación parece ser distinta, ya que ofreció una
fecha específica.
Un
cierre sustancial podría tener un impacto especialmente fuerte en las
comunidades transfronterizas desde San Diego hasta el sur de Texas, así
como en supermercados que venden productos mexicanos, fábricas que
dependen de partes importadas y otros negocios en todo Estados Unidos.
El
comercio entre ambos países involucra diariamente cerca de 1.700
millones de dólares en bienes, de acuerdo con la Cámara de Comercio de
Estados Unidos, que afirmó que el cierre de la frontera sería “una
absoluta debacle económica” que amenazaría cinco millones de empleos
estadounidenses.
En
Florida, Trump repitió en varias ocasiones que para las autoridades
mexicanas “sería muy fácil” detener a los migrantes que recorren México
antes de tratar de ingresar sin autorización a territorio
estadounidense, “pero sólo toman nuestro dinero y hablan”.
La
secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen insinuó que Trump se
refería al actual incremento en el número de familias, en su mayoría
centroamericanas, que se dirigen al norte a través de México.- Muchas de
esas familias han estado solicitando asilo, lo que según la ley
estadounidense no requiere que ingresen a Estados Unidos por un cruce
fronterizo oficial.
Nielsen
dijo que EE.UU. podría cerrar los puertos de entrada designados para
redistribuir al personal a fin de ayudar a procesar a los padres y a los
niños. Los puertos de entrada son pasos fronterizos oficiales que
utilizan los residentes y los vehículos comerciales.- “Si tenemos que
cerrar los puertos para atender a la cantidad de gente que viene, lo
haremos”, dijo Nielsen.
La Casa Blanca no respondió por el momento las preguntas sobre si la posible medida de Trump se aplicaría al transporte aéreo.
Trump
hizo sus declaraciones después de que el presidente mexicano, Andrés
Manuel López Obrador, dijera que su país estaba haciendo su parte para
combatir el contrabando de migrantes.- "Queremos tener una buena
relación con el gobierno de Estados Unidos", reiteró López Obrador el
viernes. "Nosotros vamos a seguir ayudando para que el flujo migratorio,
los que pasan por nuestro país, lo hagan en el marco de la ley, en
forma ordenada, que no haya violación a sus derechos humanos, eso es lo
que estamos haciendo".
Marcelo
Ebrard, el secretario de Relaciones Exteriores de López Obrador, tuiteó
que “México no actúa con base en amenazas” y que es el “mejor vecino”
que Estados Unidos podría tener.
Los
legisladores demócratas y republicanos discrepan sobre si realmente hay
una "crisis" en la frontera, particularmente en medio de la presión de
Trump para que se construya un muro fronterizo, el cual, según él,
resolverá los problemas de inmigración, aunque un muro no detendría a
las familias que cruzan en puertos oficiales para entregarse a las
autoridades estadounidenses.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/internacionales/3284-ee-uu-amenaza-en-publico-al-gobierno-de-honduras-en-privado-lo-aplaude
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