Por: Redacción CRITERIO
Enero 26,2019 / redaccion@criterio.hn
Quieren
al presidente Emmanuel Macron fuera de la silla presidencial, por eso
salen a las calles cada sábado sin importar cuál será la respuesta
represiva del presidente neoliberal, saben de sobre manera que con
Macron no hay nada que negociar, en otras palabras, no aceptan migajas y
tampoco tienen un discurso claroscuro, son un movimiento de una sola
pieza, no hay detrás de ellos políticos con sed de venganza, en pocas
palabras no hay ambivalencia.
Pertenecen
a un movimiento sin lideres oportunistas, tampoco hay caudillismo, solo
hay la voluntad plena de sacar del poder a un presidente al servicio
del capitalismo especulativo que se instala por mientras saquea los
últimos centavos que tienen los pobres en sus bolsillos, luego se marcha
a otro lugar con la misma sed de hacer crecer el capital de manera
infinita; eso lo saben los comandos insurreccionales (chalecos
amarillos) en Francia y es por esa razón que deciden no abandonar las
calles.
Los
verdaderos comandos insurreccionales en Francia saben perfectamente
bien que al cerrar su ciclo de vida productiva, les espera una vejez
incierta, con un retiro que apenas les alcance para sobrevivir un par de
semanas al mes; saben que Emmanuel Macron es hoy por hoy el peor
enemigo que tienen los pobres en Francia, saben que este tiene como
propósito pauperizar a millones de franceses sin importar su destino;
los comandos insurreccionales en Francia saben que negociar migajas
sería catastrófico para su futuro, por eso no ceden ni temen a los
crecientes niveles de represión policial y judicial que implementa
Macron.
Entre
tanto en otras partes del mundo, otros que se hacen llamar comandos
insurreccionales, negocian migajas, queriendo creer que eso le garantiza
la llegada al poder, nada más burdo que eso, pues formas de llevar a
cabo FRAUDES ELECTORALES los hay por millares, cuando hay un plan
establecido por los norteamericanos por derechizar el continente
americano, las tales reformas electorales terminan siendo un chiste de
mal gusto.
Migajas
a cambio de estabilidad garantizan al dictador seguir siendo el
inquilino de casa presidencial sin tropiezo alguno en el camino; con
comandos insurreccionales así, los franceses ya hubieran claudicado, ya
habrían cedido las calles para que Francia y su gobierno neoliberal
permita la entrada y salida del capital especulativo cada vez que se le
antoje, no obstante, los comandos insurreccionales (chalecos amarillos)
no ceden un solo milímetro de sus posiciones, se mantienen firmes en su
afán por tumbar a Emmanuel Macron.
Nota relacionada Manifiesto Insurreccional
Quizá
la diferencia entre ambos comandos insurreccionales es que en Francia
la sociedad no es conducida por aspiraciones caudillistas y menos por
líderes que empujados por la sed de venganza cometen tantas y tantas
torpezas.
Olvida
quizá quien conduce los comandos insurreccionales en
Honduras, que el
claro divorcio entre la sociedad civil y la sociedad política no es el
producto de una mera casualidad, detrás de ese divorcio esta entre otras
cosas esta, la nula credibilidad que existe en el accionar de los
políticos, que poco a poco fueron olvidando que la razón de ser de toda
democracia es la sociedad civil.
https://criterio.hn/2019/01/26/comandos-insurreccionales-en-francia-chalecos-amarillos-no-negocian-migajas/
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