
Marzo 10,2017 Tegucigalpa.-
A
las elecciones primarias del 12 de marzo concurren tres de los entes
políticos más importantes de Honduras, Libertad y Refundación, Nacional y
Liberal, que también escogerán a sus mandos de gobierno que regirán
por un periodo de cuatro años.
Las
primarias traen varios ingredientes que les dan un toque singular
debido a secuelas de largo plazo del golpe de Estado de junio de 2009,
evento que marcó el arribo de partidos de oposición, como lo son Libre y
PAC.
Ambas
entidades junto al Partido Innovación y Unidad, sectores disidentes del
liberalismo y el nacionalismo buscan construir una alianza presidencial
con la que enfrentarán al tradicionalismo político que por más de 100
años han gobernado al país.
Otro
ingrediente en la hoya de la presión político-social que vive Honduras
es el proyecto de reelección presidencial impulsado por el mandatario
Juan Orlando Hernández; así como recientes eventos que ponen de relieve
la influencia de los Estados Unidos y que de forma directa podrían
afectar al partido en el poder.
Recientes
filtraciones de prensa vinculan al expresidente Porfirio Lobo Sosa, su
entorno familiar y a funcionarios y ex funcionarios de la pasada y
presente administración en escándalos de narcoactividad investigados por
la Corte Federal de la ciudad de Nueva York.
En cuanto
al balance del poder todo iba viento en popa a una segura reelección
presidencial hasta dicha coyuntura que plantea la necesidad de una toma
de decisiones del Ejecutivo que le permitiera distanciarse de dicho
escándalo y así evitar repercusiones ante las elecciones primarias y
las generales de noviembre próximo.
La
mención del expresidente Lobo, de su hermano Ramón Lobo Sosa, del
ministro de Seguridad, Julián Pachecho, de dos diputados al Parlamento,
uno nacionalista y uno liberal y de un alcalde de Libre, en ese caso,
podría colocar al gobierno hondureño en línea de choque con la justicia
norteamericana, advirtió este jueves el ex fiscal general, Edmundo
Orellana.
Del lado
Liberal la percepción es que la disputa de la candidatura presidencial
se reduce, de cinco facciones, a las propuestas de Gabriela Núñez, del
movimiento Nuevo Liberalismo; y a la del ex rector universitario Luis
Zelaya, postulante del movimiento por Honduras, por Nosotros.
En Libre
el panorama es más claro aún, a la contienda se avocan tres candidatos,
Nelson Ávila, del 5 de julio; Rasel Tomé, del movimiento Renovación del
Partido y Xiomara Castro de Zelaya, esposa del ex presidente derrocado
Manuel Zelaya Rosales, que accede por segunda ocasión es respaldada por
varias facciones de este instituto político. En esta oportunidad siete
movimientos se han sumado a la exprimera dama.
Sin
importar quien salga ungido, Libre y el PAC acordaron deponer mutuas
aspiraciones para escoger al candidato presidencial de la alianza de
oposición que enfrente a nacionalistas y liberales.
Coyunturalmente
las elecciones en Honduras coinciden con sufragios generales a
realizarse en Ecuador y Chile y un tanto más distantes en México,
Venezuela y Argentina.
Todos con
distintos matices dominan el escenario electoral de América Latina este
año, en particular por la incertidumbre de Donald Trump en la Casa
Blanca y la efervescencia de las elecciones en Brásil y México, las
principales potencias latinoamericanas.
Además de
Colombia imbuida en el proceso de paz, Venezuela con el chavismo que se
juega su última carta; Cuba donde Raúl Castro deberá ceder su
liderazgo.
Un
diagnóstico en donde el efecto Trump y su política antiinmigración
podrían dañar la economía regional, a mandatarios y candidatos ligados
con Washington, lo que tampoco impide sorpresas eventuales para este año
2017.
http://criterio.hn/2017/03/10/las-elecciones-primarias-honduras-contexto-regional/
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