Por: Hazel Soriano redaccion@criterio.hn
16 agosto, 2016 | Tegucigalpa.-Que
no se pague el servicio de podología ni otros similares, se lee en un
monitor instalado en la sala de espera del Instituto Nacional del
Diabético, INADI.
No
obstante, la realidad para decenas de pacientes con pie diabético que
diariamente acuden en busca de atención, la historia es diferente, ya
que si no llevan dinero en sus bolsillos no son atendidos. Sólo para ser
asistidos por un pedicurista deben pagar 100 lempiras.
Igualmente,
el o la paciente que necesita un electrocardiograma o una glucometría
(muestra de sangre para evaluar nivel de azúcar en la sangre), deben
pagar un monto simbólico que oscila entre los 50 y 100 lempiras.
“Los empleados del INADI nos dicen que no debemos pagar por ningún servicio que se nos brinde, sin embargo, siempre cancelamos una mínima cantidad: ¿quién tiene la razón sobre esto?”, cuestionó Santos Castro, paciente con pie diabético.
Al
respecto, Manuel Salgado, Fiscal de la ANADIH, explicó que estos
“cobros mínimos” continúan dándose porque el gobierno todavía no se
responsabiliza por el pago de ciertos sueldos y salarios de empleados de
este instituto, ni por la compra de instrumentos e insumos requeridos
en el manejo y tratamiento de pacientes con tal dolencia.
La
ANADIH fundada en 1997, creó el Centro de Atención al Paciente
Diabético “Dr. Jesús Orlando Molina, a fin de facilitar una atención con
calidad a personas diagnosticadas con esta enfermedad y tras
acercamientos con autoridades gubernamentales, en octubre de 2013, se
creó el actual Instituto Nacional del Diabético.
Rectorado
por el gobierno central mediante la Secretaría de Salud, según decreto
legislativo número 144-2013, el INADI cuenta con médicos especialistas
en diferentes áreas, pero carece de los recursos económicos necesarios
para enfrentar otros gastos propios para su completo funcionamiento.
“Nuestra
enfermedad requiere de una estricta vigilancia, esto implica que
debemos contar con un glucómetro y cintas para monitorear los niveles de
glucosa sanguínea y la mayoría de pacientes con esta condición,
carecen de los recursos para adquirir este aparato”, ejemplificó
Salgado.
Si
alguien llega al Instituto con síntomas característicos de glucosa baja
o elevada sin un glucómetro, tienen que pagar una cantidad, porque
solamente nosotros les auxiliamos en tal evento, continuó.
El
INADI, es una entidad desconcentrada, adscrita a la secretaría de Salud
y funciona con personalidad jurídica y patrimonio propio, autonomía
administrativa, presupuestaria y financiera.
Hasta
la creación de esta institución hace casi tres años, la ANADIH se
responsabilizó por la atención integral de sus miembros y de todo aquél
que acudía al centro; en la actualidad “asesora” a las autoridades,
según el artículo 4 de su Ley Orgánica.
Cuando
se fundó, para ser miembro de la ANADIH, los socios aportaban 50
lempiras y con esta suma, sus dirigentes aseguraban a sus miembros la
oportuna toma de glicemia, aplicación de insulina, gastos fúnebres,
merienda, charlas educativas y cursos de capacitación.
También,
con tal valor, la ANADIH adquiría en el mercado alcohol clínico, agua
potabilizada para consumo humano, algodón, cintas y jeringas, y los
gastos de administración.
Y
con el dinero que la Asociación todavía recibe por concepto de
electrocardiogramas, tomas de presión arterial o similares servicios,
pagan sueldos y salarios de dos enfermeras y de la pedicurista, dado
que tal personal no fue recontratado, a pesar que esta figura también
fue considerada en la Ley Orgánica.
La
ANADI “no se desliga del paciente (con diabetes) que busca atención
médica porque el gobierno no termina por asignar en el Presupuesto
General de Ingresos y Egresos de la República la aportación anual no
inferior a 40 millones de lempiras, establecida en el artículo 12 que
creó el INADI”, concluyó Salgado.
http://criterio.hn/diabeticos-hondurenos-abandono-la-desidia-del-gobierno/
No hay comentarios :
Publicar un comentario