Señores (as):
Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH)
Somos el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ),
organización del movimiento social hondureño que nació en 2008 luego de
la “Huelga de los Fiscales” que denunció la corrupción y la impunidad
del Sistema Judicial hondureño, especialmente en el Ministerio Público, y
que viene demandando desde ese momento que sea la ley y la justicia el
fundamento de la institucionalidad pública.
En este momento, siendo la MACCIH una
iniciativa que genera opiniones contrastadas de lo que puede ser la
lucha contra la corrupción y la impunidad en Honduras, consideramos
nuestro derecho y nuestro deber hacer de público conocimiento nuestro
análisis
respecto a su presencia en nuestro país:
Nuestras dudas y certezas:
1. Quienes concibieron y pusieron en marcha la MACCIH,
a propósito, y con sutiles maniobras, desoyeron el masivo reclamo
popular por la instalación de una Comisión Internacional Contra la
Corrupción y la Impunidad rectorada por la ONU, la cual debía tener autonomía plena para perseguir y enjuiciar a los corruptos y corruptas de Honduras.
El mensaje de los ideólogos de la MACCIH es que los pueblos no mandan y que siempre se imponen los gobiernos, en el caso hondureño un gobierno notoriamente corrupto. Este mensaje, además de entenderlo, lo condenamos, porque nosotros sí creemos en la soberanía popular y además estamos hartos de imposiciones generadoras de impunidad.
2. Los términos en que fue escrito el convenio firmado por la OEA y el Gobierno de Honduras, para dar vida a laMACCIH, es una muestra fehaciente del afán por desvirtuar la posibilidad de instalar en Honduras una CICIH con un mandato similar al de la CICIG en Guatemala. Según el convenio, la MACCIH no tiene el mandato para ejercer o intervenir
en
la acción penal pública, siendo reducida a una instancia
orientadora/colaboradora sin ningún carácter coercitivo o vinculante en
sus disposiciones. El lenguaje indeterminado del convenio de la MACCIH se parece a muchos textos normativos vigentes en el país, que al momento de ser aplicados a la realidad se convierten enherramientas generadoras de impunidad.
3.
La falta de sanción a la escandalosa corrupción que sufrimos en
Honduras no está fundada únicamente en la incapacidad o falta de
formación de investigadores, fiscales o jueces; tampoco se debe a la
supuesta “carencia” de recursos económicos o logísticos. La impunidad de
los corruptos y corruptas en Honduras se debe específicamente a que
ellos mismos se convirtieron en gobierno o han desarrollado la perversa
habilidad de someter
y corromper a quienes formalmente constituyen el gobierno nacional. Así, el sistema de justicia funciona con investigadores, fiscales y jueces bien formados, pero cómodamente sumisos y no pocas veces activos defensores de la impunidad de sus jefes, quienes a su vez son garantes de la impunidad de los grandes capos de la corrupción
pública.
4. Dudamos de la MACCIH porque es una dependencia de la OEA, instancia que fue incapaz de revertir el golpe de Estado de 2009, hecho que consideramos como el más notorio crimen que profundizó la corrupción y consolidó el sometimiento total de toda la institucionalidad hondureña a los objetivos de una clase política-económica altamente corrupta. Igual, nos genera duda el hecho de que la OEA ha
sido una simple espectadora de la impunidad que siguen gozando los
perpetradores del golpe de Estado y todos los demás crímenes que este
hecho trajo para nuestra institucionalidad y a la familia hondureña.
5. También desconfiamos de la MACCIH porque
el acto público para la firma del convenio que le dio vida, fue
suspendido en varias ocasiones y se denunció que tal interrupción se debió a que el gobierno de Honduras maniobró para que el texto de dicho convenio impida la autonomía, independencia y mandato suficientemente claro y determinante para enfrentar la corrupción y la impunidad en nuestro país.
6. Expresamos nuestras dudas sobre quienes integran la MACCIH porque
seguramente saben mucho de investigación criminal, de derecho procesal
penal, derecho penal y todas las demás áreas del derecho y otras
disciplinas fundamentales para combatir la corrupción, pero tememos que pese más su obediencia a quienes idearon la MACCIH como
instancia que simule luchar contra la corrupción para garantizar mayor
impunidad a los grandes capos de la corrupción pública en Honduras.
7.
Tememos que ustedes sean unos burócratas más, como muchos funcionarios
de organismos internacionales con presencia en el país, profesionales a
los que no les hace falta conocimientos, ni capacidades para combatir la
corrupción y los corruptos, pero que no tengan voluntad de asumir los
riesgos que esta labor implica y que, bajo el trillado argumento de no
interferir en asuntos internos del país, terminen siendo calificados como aliados del gobierno, sin importar que los funcionarios de más alto nivel sean partícipes del latrocinio del erario y la corrupción.
A pesar de nuestras certezas, dudas y sospechas sobre el papel de la MACCIH, tenemos el derecho para recordar, reclamar y exigir lo siguiente:
a.
Cada misión internacional que se instala en nuestro país tiene enormes
costos en materia económica, soberanía nacional y otras áreas
estratégicas del país. En ese sentido, para nosotros su presencia en
Honduras no es una dádiva de la OEA o del gobierno hondureño, sino una instancia a la que vigilaremos y a la que le demandaremos resultados
contundentes que compensen los costos que asumimos como Estado y como sociedad.
b.
Recordamos que la sociedad civil hondureña no se reduce a un pequeño
grupo de organizaciones y personas que, en muchos casos, son sostenidas
con fondos del gobierno hondureño y por otros gobiernos, con el
propósito de ser sutiles tapaderas de la escandalosa corrupción y, sobre
todo, de sus principales actores. Las organizaciones del
movimiento social y político de Honduras también somos sociedad civil y rechazamos cualquier forma de exclusión.
c. Es nuestro derecho pedir a la MACCIH que
las denuncias presentadas por nuestra organización ante el Ministerio
Público contra el Comité Central del Partido Nacional, el expresidente
Porfirio Lobo Sosa y el actual presidente Juan Orlando Hernández por el
caso del IHSS,
consignada bajo el expediente número 1432825089-15; la presentada
contra el presidente Juan Orlando Hernández y su hermana la ministra
Hilda Hernández consignada bajo el expediente número 1435871808-15; la
denuncia presentada el 11 de agosto de 2015 contra el vicepresidente del
Consejo de la Judicatura Teodoro Bonilla, el Consejo de la Judicatura y
Juan Orlando Hernández, y sobre las cuales no se nos ha notificado de
avance alguno, sean parte de la cartera de casos que asumirá la MACCIH.
Señores y Señoras de la MACCIH, los desafiados son Ustedes, específicamente:
1.
Frente a la corrupción e impunidad en Honduras. Deseamos que nos
demuestren que nuestras certezas y dudas respecto a su presencia, los
objetivos, voluntades políticas y nuestros reclamos son interpretaciones
equivocadas.
2. Nosotros seguiremos denunciando y sintiéndonos parte activa en la lucha contra los corruptos y las corruptas. Para el MADJ y para muchas otras organizaciones, ciudadanos y ciudadanas, la presencia de una instancia como la MACCIH solo
se justificará si logra castigar los actos de corrupción de los grandes
capos de la economía, la política y el crimen organizado. Sólo las
acciones concretas dirigidas contra las más altas estructuras criminales
disfrazadas de gobierno, de empresarios y de caciques de pueblo,
revertirán el despojo de territorios, el saqueo de los fondos públicos y
el acelerado desmoronamiento
de la ya debilitada institucionalidad del país.
Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia.
ComunicacionesEscuche "Destapando la Olla", lunes 2:00 PM, por 103.3 FM Radio ProgresoTel: 2449-0183Facebook: Movimiento Amplio Dignidad Justicia
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